Entre esos sitios que fueron tradicionales en la ciudad y se mantuvieron siendo los mejores en carne a la parrilla por mucho tiempo se encuentra este. Fundado por Juan Negro y Manolo Mesejo, uno argentino y otro español en 1964. Tras trabajar por un tiempo en el restaurant puertorriqueño El Rincón Boricua, hasta que este cerró decidieron alquilar un pequeño local en avenida 3Y, entre calles 77 y 78 y aventurarse en el mundo de los negocios con algo que venían haciendo desde su llegada al país, la carne asada a la parrilla, al estilo gaucho. Por décadas se transformó este pequeño local en referente de calidad y sabor de los comensales nocturnos ya que abrían sus puertas desde las 5 y 30 de la tarde hasta las 3 de la mañana. Se transformó el lugar en una embajada argentina en el lugar y cada vez que Argentina ganó las copas mundiales las caravanas terminaban allí, llenando el lugar. En 2009 Isidro Mesejo tomó las riendas del lugar e hizo cambios significativos en el mismo, ampliando el espacio para los comensales, creando diferentes salones al aire libre y con aire acondicionado tanto para el disfrute preciso como para eventos especiales como bautizos, reuniones sociales y de negocio entre otros. Aumentaron las ofertas gastronómicas creando menú de hasta 30 platos diferentes que incluían entradas, a la parrilla, a la tabla y postres y sumaron las famosas hamburguesas gourmet con carne asada por ellos mismos. Con carnes de primera y un sazón único marcaban la diferencia con acompañantes como chinchurria, chorizo y el especial aderezo llamado chimichurri. Diversos problemas como los apagones y las protestas en la Plaza de la Republica terminaron por poner fin a este emprendimiento y en 2016 cerró sus puertas y su dueño emigró a España, dejando recuerdos inolvidables en todos los que disfrutaron sus parrillas criollas y argentinas, el churrasco exquisito, la punta trasera y el resto de sus platos. Se rumoró que otro empresario lo volvería a abrir pero eso nunca ocurrió.
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