domingo, 29 de diciembre de 2019

Estar como gato de negocio


Esta expresión ya es raro escucharla en nuestro dialecto, pero fue común en la zona del centro de la ciudad. Tiene características de reproche y reclamo y con ella se le expresa  a la persona que está de vaga o sin procurar hacer algo, solo comiendo y engordando. Es un símil que compara el hecho que antes era común en las tiendas tener un gato, para espantar a los ratones, pero que generalmente estaba todo el día sin hacer nada y dado la cantidad de estos animales era raro que los roedores se presentaran, razón por la cual engordaban dado du inactividad. “Mijo, estáis como gato de negocio, ya no te cierran los pantalones, ponete a hacer algo”

Tulrunero


Esta palabra ya es raro escucharla en nuestro dialecto, nació y era común en los campos petroleros donde se le endosaba el término a la persona que llevaba el control de las herramientas e instrumentos que se le entregaban al personal. Es un neologismo nacido por homofonía de la palabra inglesa “Tools room” que significa cuarto de herramientas. Su uso se extendió a otras regiones del país y se hizo  muy popular siendo  finalmente sustituido en nuestra región por el de depositario y en otras por almacenero. “Mi abuelo comenzó trabajando del tulrunero en la Shell”

martes, 24 de diciembre de 2019

Sois más embustero que un flus marrón


Esta expresión de disgusto o reclamo ya es raro escucharla en nuestro dialecto, aunque fue común en otras épocas.  Tal como la misma lo indica se le profería a las personas que recurrentemente decían algo pero no lo hacían o decían haber hecho alguna acción que no era cierta. Se tomaba como referencia y comparación esta pieza masculina del color especifico ya que popularmente se comentaba y aseguraba que este tono ocultaba el sucio que podía tener la pieza ya que este se mimetizaba con el color, por lo que podía ser usado continuamente sin llevarlo a la tintorería, único lugar donde se lavaba al seco, condición indispensable para este tipo de ropa. La equis (X) es de rara pronunciación en el dialecto por lo que es sustituida por la ese (s). La expresión es autóctona. “Ese novio tuyo es más embustero que un flus marrón”

Machalengo


Esta palabra ya es raro escucharla y su uso común estaba limitado al modismo perijanero, de modo que en ciudades como Villa del Rosario se les endilgaba con esta a los amantes masculinos. Llegó procedente de España como un eufemismo del miembro masculino, aunque en muy raras ocasiones se usó en nuestro dialecto de esta manera, pero si como apodo en otras zonas del Estado, entre ellas la capital. Algunos lo consideran un canarismo pero no aparece como tal en el diccionario de la Academia de esa lengua y tampoco en el de la Real Academia Española, por lo que se hace difícil conseguirle otro significado, razón por la cual debe considerarse como autónoma, ya que su connotación no está ligada a la traída por los conquistadores. “Mayra tenía un machalengo italiano”

Malojo


Esta palabra nada tiene que ver con el mal de ojos o algo relacionado con el órgano de la vista, se usa en la parte campesina del Estado donde la siembra del maíz es frecuente, definiéndose de esta manera a la planta de este cereal a la que se le ha quitado ya la mazorca. Es usada frecuentemente como alimento del ganado bovino y equino. El término es asimilado ya que es usado en todo el país y se considera un venezolanismo aunque el diccionario de la Real Academia lo registra como derivado de maloja, un cubanismo que señala a la planta del maíz que solo sirve para pasto de las caballerías. Su uso sigue siendo frecuente en la zona de Caja Seca y alrededores. “Ya sacamos e maíz ahora vamos a limpiar el terreno del malojo”

viernes, 13 de diciembre de 2019

Coticero (a)


Esta palabra es de cierta forma popular en nuestro dialecto y es de mediana data. La misma se les endosa a las personas que son muy callejeras, o sea que le gusta mucho andar fuera de su casa, ya sea visitando a algún familiar, vecino o echando pata averiguando algo. Deriva del hecho que cotiza se le llama en la ciudad a las que usan los guajiros, que tienen suela de caucho de vehículo y son tejidas y a la analogía que esta etnia acostumbra a realizar grandes trayectos caminando. No es despectivo como algunos sostienen ni peyorativo a la etnia que fabrica y usa este calzado. “Mija he estado tres veces por tu casa buscándote, no seáis tan coticera y hacé oficios”

Boronilla


Esta palabra identifica en nuestro dialecto a una delicia gastronómica de bajo costo y fácil de preparar, por lo que es popular, aunque dado lo parecido muchos confunden con el perico. Existen tres variantes de este alimento que aseguran ser el correcto, el primero es el huevo revuelto fuertemente para que quede en trozos muy pequeños al que se le agrega solo sal,  el segundo el mismo nombrado anteriormente pero agregándole trocitos de cebolla en rama o cebollin y el tercero el más elaborado de todos y también el de preparación más moderna ya que se hace uso de la licuadora para que sus ingredientes queden hechos una salsa. En este caso se usa tomate, cebolla, ají dulce y ajo y se licuan poniéndolos luego a sofreír en aceite y cuando ya el guiso esté listo se le agrega la cantidad de huevos estipulada y se le agrega sal y cilantro picado en trocitos pequeños. Se revuelve para que el huevo se desborone y se sirve acompañado de plátano frito en tajadas o asado, arepa o pan. Es consumido generalmente en el desayuno o la cena. El nombre del plato deriva del hecho que el huevo, a diferencia de la forma que se hace en el perico, se corta en pedacitos muy pequeños. Hay la libertada de agregarle más verduras al guiso.    

Mascalacachimba


Esta palabra es asimilada a nuestro dialecto y su uso es algo limitado. Fue traída por los antillanos caribeños a la región con el significado preciso de ser el adjetivo con el que se identifica al jefe o el que manda, sin embargo en la frontera colombiana, en los territorios que antes pertenecieron a la provincia de Maracaibo existe una variante de la misma sin la h en cachimba, mascalacahimba, con similar significado.  Aunque muchos aseguran la palabra tiene raíces de negros africanos, por el hecho que se hizo famosa en una canción donde nombran esta raza, lo cierto es que tiene raíces incas y nace del hecho que el jefe de la tribu de esa etnia era el único que podía mascar tabaco que llamaban en ese entonces cachimba, razón por lo cual el que masca la cachimba era el jefe. Como cosa extraña fue popularizada en las islas caribeñas, entre ellas Puerto Rico, en una sola palabra y desde allí emigró a la región. También se le endosa el término al que más sabe, sin que este sea necesariamente el jefe. No está registrada en ningún diciconario  “La mujer de Enio es la mascalachimba de la casa” “Jacobo es el mascalachimba de matemáticas en el salón”


Darse aires


Esta expresión si bien es cierto que es asimilada a nuestro dialecto también tiene una connotación que es autóctona del mismo. Originalmente fue traída por los españoles y usada en muchos territorios de América, incluido nuestra provincia, con su significado original que es sinónimo de ostentación o tener una actitud altiva a lo que se suma ínfulas de grandeza o el de presumir ser capaz de hacer algo difícil o tener un oficio o  profesión de envergadura. Sin embargo en nuestra tierra se usa igualmente como sinónimo de parecido, sobre todo entre personas, ya sea por similitud en cuanto al rostro o fisco o por su forma de actuar y esa connotación es exclusiva del dialecto. “Ese carajo se da aires a tu tío”

¿No tenéis más sencillo?


Esta expresión es muy popular en nuestro dialecto y la misma es de mediana data. Con esta se expresa al interlocutor el hecho que lo que pide o pregunta es muy difícil de saber o responder, llegando incluso a ser hasta imposible. Nace la expresión en el entorno de los choferes de tráfico, sobre todo los de carritos por puesto, donde la misma es una queja ante el pago por parte del usuario del pasaje con un billete de alta denominación, emigrando luego al habla popular. Por ejemplo ante una pregunta de casi imposible respuesta como “¿Quién fue el primer chofer de los carrito de El Milagro” el interrogado responde ante el desconocimiento de esta “¿No tenéis mas sencillo? .

lunes, 9 de diciembre de 2019

Ensartañejo


Esta palabra ya es raro escucharla en nuestro dialecto, aunque el objeto que se señala con ella sigue siendo común. La misma se le endosa al enhebrador que viene generalmente en los paquetes de aguja y que, como su nombre lo dice, sirven para ensartar el hilo en ellas. Posiblemente fue traído por los mercaderes ingleses, ya que es un invento oriundo de esos lares desde la época victoriana, razón por la cual, en los de la época,  la figura de la reina se encontraba en la parte metálica del mismo, aunque hay quienes sostienen que es anterior a ese periodo. Su nombre original es Threader. El nombre usado en nuestro dialecto es herencia de los inmigrantes margariteños que trabajaban con las compañías petroleras, por lo que era muy usual en la Costa Oriental mientras que en la occidental también se le llamaba ensartador.  “Después de cincuenta años es que me doy cuenta para qué carajo sirve el ensartañejo”

Peinador


Esta palabra tiene varios significados en el diccionario y los mismos han sido diferentes a través de los tiempos. Es una palabra asimilada, traída en un principio por los españoles en el siglo 19 y usada en nuestro dialecto para señalar lo mismo. Una prenda de lencería femenina que se usaba sobre el camisón o la ropa interior. En ocasiones para maquillarse o peinarse, sin embargo también servía de bata para recibir amistades femeninas. Era ligera y amplia, hecha generalmente de algodón  y adornada. Al ser una prenda usada generalmente por damas de clase alta su uso no fue tan popular y terminó siendo sustituido en nuestro lar por las bartolas o batas, que tenían una función más amplia, por lo que el término pasó a señalar otras cosas como por ejemplo al que peina, al mueble donde se guarda ropa íntima y maquillaje y sirve para la última función y más recientemente a la prenda que se usa en salones de belleza y barberías para proteger la ropa de quien se corta el pelo o peina. “Mi abuela usaba unos peinadores preciosos” “Arelis es muy buena peinadora” “Me compré un juego de cuarto con peinador” “No me gusta ir para que Rosita a peinarme porque no le pone a uno peinador y se llena el vestido de pelos”


miércoles, 27 de noviembre de 2019

La bocona


Hay productos que se hacen populares y no terminan siendo metonímicos pero si se les endosa nombres o motes que los caracterizan, estos pasan a identificarlos a la hora del cliente pedirlos, es el caso de la bebida de naranja Green Spot, muy popular hace unas décadas en la ciudad a quienes bautizaron en nuestro dialecto la bocona, porque su botella tenía una forma diferente y el pico de la misma era mucho más ancho.  Esta era un refresco cuyo origen estaba en Valencia y no era considerada una bebida gaseosa ya que no poseía gas carbónico. Su creador fue don José Antonio Teppa, emigrante italiano quien fundó en 1949 la Embotelladora Venezuela, quien era la que producía esta bebida. Aunque ya no se comercializa en nuestro Estado, la empresa sigue funcionando en el Estado Carabobo. “Dame una bocona”

martes, 26 de noviembre de 2019

Relambío


Esta palabra es de vieja data y aun es usada en nuestro dialecto, nada tiene que ver con lamber y fue traída por los canarios a nuestro territorio pero como relamido, deformándose en el habla popular en América pero manteniendo el significado de ser aplicada a personas descaradas, que creen caerle bien a los demás. También se les endilga en nuestro lar a las personas que son frescas y confianzudas.  Igual significado tiene en Cuba, República Dominicana, Honduras, Guatemala, Nicaragua y Panamá, pero en Costa Rica se utiliza como sinónimo de remilgoso, o para señalar las personas que tienen poco apetito o son muy delicadas para comer.  “Decile al relambio de tu primo que no quiero que venga por aquí”


miércoles, 20 de noviembre de 2019

Ser un guevo pelao


Esta expresión es considerada malsonante u obscena por muchas personas, ya que la asocian a pene y no aceptan que no sea sobre este que se hable. Nuestro dialecto es rico en este tipo de expresiones de doble sentido que resaltan la picardía de los coterráneos, sin embargo esta, muy común, aunque de vieja data, es una afirmación en la cual se compara las características positivas de una persona con un huevo de gallina ya pelado o sea sin cascara. En el marasmo del tiempo y la satanización de muchas expresiones  se perdió la relación existente entre el gusto por las posturas de gallina, para ser tomados como expresiones y se sustituyó el elemento nombrado, por el miembro masculino. Hay que hacer notar que las expresiones donde nombran el huevo o guevo fueron traídas por los españoles, sin ser obscenas, ya que en el español antiguo “uebos” era sinónimo de necesidad. En resumen, en nuestro dialecto ser un guebo pelao es ser muy bueno en lo que se hace, en muchas ocasiones el mejor.  Se usa en genero neutro. “Esa prima tuya es un guevo pelao en matemáticas”

Diente flojo


Esta frase fue muy popular en nuestro dialecto entre las épocas de los 70 y 90 y forma parte de la jocoseria y creatividad local. La misma se le endilgaba a las personas que les gustaba mucho el baile y no faltaban a una fiesta o discoteca para hacer esto, sin descanso. La palabra es una analogía del hecho que cuando un diente de leche se afloja en la época de la muda de estos en la infancia, este no se desprende inmediatamente sino que se mueve o baila por algunos días en las encías. Aunque en ocasiones se haya tomado como apodo hacia alguna persona, el uso de la misma está circunscrito mayoritariamente a una característica que posee la persona, en esta caso bailar. Todavía se usa, aunque ya no tan comúnmente como en años anteriores. “Esa novia tuya es un diente flojo y no se cansa”


domingo, 10 de noviembre de 2019

Combatero (a)


Esta palabra ya casi no se escucha en nuestro dialecto,  es de mediana data y autóctona. Con ella se señala a las personas que son muy lidiosas o las que tienen un carácter díscolo, exigente o inconforme. Fue tomada de los inmigrantes de habla portuguesa que la usaban como sinónimo de pelea o lucha, por lo que se le endosó a esas personas cuya relación de empatía representa una puga constante donde se debe tener paciencia para manejarlas o mantener la amistad. No existe ninguna prerrogativa de edad para poseer esta característica ni está asociada a la chochera o comportamientos propios de los ancianos o los niños. “Ese hermano tuyo es muy combatero,  a veces me dan ganas de darle un trancazo”    

Fundanga


Esta palabra ya es raro escucharla en nuestro dialecto, aunque no es de tan vieja data y es autóctona. Con la misma se señala a los bolsillos que son muy grandes o poseen un tamaño superior al normal, por lo que además de ser un sinónimo de estos es un superlativo que algunos consideran peyorativo o negativo ya que el sufijo anga se usa en ese contexto. Sin embargo si bien es cierto que hay cierto grado de reproche en el mismo también lo es que es usado también de forma festiva o humorística. Cabe acotar que aunque el sinónimo de la palabra es masculino, no se usa este en esta. Según algunos estudiosos la influencia negra africana en todo el país es la que ha generado el uso de estos sufijos y nuestra región no escapa a esta realidad histórica. Igualmente se le decía en otras época sen neustro dialecto a los vestidos muy anchos. Deriva de funda por lo que antes de ser sinónimo de bolsillo fue superlativo de esta palabra traída por los españoles con la connotación de ser algo que sirve para envolver o cubrir algo para conservarlo y en el terreno militar lugar donde se guarda el arma. “Mi abuela me hacía unas batas con fundangas”

Rastrillo


Esta palabra señala a un popular instrumento agrícola y hortícola que sirve para recoger hojas entre otras cosas, mientras que también se usa en jardinería, los que son de hierro, para aflojar el suelo. Está compuesto de un mango y una barra dentada y es un invento de muy vieja data traída a América por los españoles, aunque se tiene certeza que herramientas similares ya existían en la época precolombina en nuestro continente, sin embargo esta palabra también se usó en nuestro dialecto en otra connotación autóctona que nada tiene que ver con agricultura ni jardinería. Se le llamaba de esta manera a la sección de la cárcel donde eran colocados los peores antisociales o reclusos, lo que se le da el termino policial de máxima seguridad. Fue una palabra, dada la época en que fue usada donde los gobiernos autoritarios eran comunes que alcanzó rasgos de popularidad entre la población general en ese momento. Ya es raro escucharlo y pocos lo recuerdan. En México y Colombia le dan este nombre a las máquinillas de afeitar “A mi papá como castigo por hablar mal de Gómez lo metieron en el rastrillo”


sábado, 9 de noviembre de 2019

Baldoquin


Esta palabra es de vieja data y es difícil escucharla actualmente en nuestro dialecto, pero era muy común en época en que la madera era un elemento de primer orden en las casas y los aserraderos y carpinterías eran muy populares. Se le llamó así a los cortineros de madera que eran usados generalizadamente en ese entonces, cuando aún los de metal no habían llegado.  Al parecer es una corrupción de la palabra Baldaquín que terminó siendo un neologismo ya que si bien es cierto que señalan elementos parecidos estos son desiguales en uso y fabricación y la española deriva del italiano Baldacchino nombre dado a una tela que provenía de Bagdad. En los países del cono sur de Suramérica se le da este nombre a los bloques, mientras que acá también se le señala a las baldosas con superficie rugosas, en este caso es una corrupción de adoquín. “Todos los baldoquines de la casa me los hizo el mocho Morillo” “Pusieron baldoquines en el centro”

Poporúo


Esta palabra tiene dos connotaciones autóctonas en nuestro dialecto, de las cuales la segunda ya es raro escucharla. Se les llama así a las personas que tienen alguna popora nombre que se le da localmente a cualquier joroba o prominencia en alguna parte del cuerpo, pero también se usó frecuentemente hace algunos años como sinónimo de abundancia, para indicar que alguien tenía mucho dinero o propiedades. Esto como metáfora del hecho que sobresale de lo normal, así como las protuberancias corporales.  “Emiro está poporúo porque le salió una hernia” “El tío de Magda es poporúo, tiene tres haciendas”

Estrebejo


Esta palabra es de vieja data en nuestro dialecto y ya es raro escucharla, se le considera una deformación coloquial de la palabra Trebejo, con que se señala los trastos y utensilios que se usan y también los juguetes. Fue traída, ya deformada,  por los castellanos a nuestro territorio y aunque comenzó usándose con el mismo significado terminó derivando para señalar los objetos viejos o deteriorados en general, un sinónimo de lo que luego se le dijo chereches. “Metí tus estrebejos en el cuarto de los checheres”


Callejonero


Esta palabra comienza  a usarse recurrentemente en nuestro dialecto años después de la demolición del Saladillo, cuando las otrora calles del sector y alrededores que no fueron destruidas se transformaron en vías que terminaron siendo cortadas por estructuras nuevas. Dado lo estrecho de ellas se les llamaba callejuelas pero por las nuevas condiciones se transformaron en callejones. El más famoso el que le pusieron popularmente de los pobres que está al final de la calle Comercio. A quienes hacen vida comercial, tanto formal, informal o esporádicamente en esos lugares que han sido acondicionados rudimentariamente para tal fin se les da el nombre arriba indicado, sin que este tenga algún sentido peyorativo, como algunos aseguran. El callejonero pasó a  formar parte importante de la economía de la ciudad e hizo de esos espacios abandonados un lugar útil para llevar por medio del trabajo el sustento a su hogar. En Perú se le endose este adjetivo a una persona escandalosa que tiene un vocabulario obsceno, mientras que en México se usa peyorativamente para señalar quienes dicen mentiras . “Ahora soy callejonera, puse mi mesa por los fondos de la iglesia San Felipe”


lunes, 4 de noviembre de 2019

El punto


Esta palabra en la connotación que se le ha dado actualmente en el año 2019 es de novísima data. Nada tiene que ver con el signo de puntuación ni con los modernos puntos de venta. Es una medida de capacidad que equivales a 20 litros de gasolina, la cual se almacena generalmente en pimpinas plásticas. Es una modalidad que emigró desde el vecino país, donde se practica desde hace muchos años con la gasolina venezolana, a nuestro Estado por ser limítrofe y al que se sumaron mafias locales, aprovechando la escasez del combustible. Es la nueva ocupación del bachaquero original que comenzó llevando el combustible para Colombia, solo que ahora se le sumó el mercado local y en el mismo actúan tantos empleados de estos facinerosos como personas ordinarias que buscan obtener una ganancia extra. El precio, tal como ha pasado con el dólar por mucho tiempo, lo colocan los jefes de este cartel y el mismo lo estipulan en moneda norteamericana. Al parecer el nombre es una forma de eufemismo para evadir las autoridades, aunque hay otros que aseguran que igualmente emigró del país vecino. “¿No sabéis a qué precio está el punto? Porque voy a vender 1.”   “Necesito 3 puntos de gasolina”

jueves, 31 de octubre de 2019

Me lleváis medio


Esta expresión ya es de muy poco uso en nuestro dialecto aunque en otrora era muy usada. Tiene características de negación y jocosidad, ya que con ella se pone en duda que alguien ejecute una acción  que dice poder, ya sea por imposible o porque el mismo no cumple con las condiciones para eso, también porque es considerado un hablador que no realiza lo que dice. Por ejemplo ante lo expuesto “Me voy a ir caminando para Los Puertos” el interlocutor como forma de decirle que no lo hará o que es un mentiroso responde “Me lleváis medio”. En otro contexto a nivel de apostadores se usaba la expresión como forma de decir que lo acompañaba en la jugada llevando una cuarta parte de la apuesta, tomando el hecho que la moneda mencionada era la cuarta parte del bolívar.


Encetar


Esta palabra ya es raro escucharla en nuestro dialecto, pero era muy popular hace algunos años, sobre todo en Cabimas y la costa oriental, con la misma se señalaba el hecho de destapar algún producto para probarlo o tomar una porción sin consumir todo lo que se encontraba en el envase. La trajeron los canarios a nuestra región con un significado similar ya que se señalaba de esta manera al hecho de tomar algún alimento, especialmente el queso o el vino, para catarlo y comprobar que su sabor fuera bueno. La Real Academia Española lo registra como encentar y es sinónimo de comenzar o empezar, así como también de ulcerar, llagar o herir. “¿Quién encetó la mayonesa?”

Queso de vaca mocha


Esta frase fue muy popular entre los años 1989 al 1992 en nuestro dialecto y la misma señala a un queso, a veces más económico pero de mala calidad que se vendía en los mercados de las ciudades del Estado y que era fabricado con leche en polvo, la cual era subsidiada por el gobierno nacional en ese entonces presidido por Carlos Andrés Pérez. Las mafias acaparaban este producto y fabricaban el producto señalado, por lo que eran llamados despectivamente por las personas como ganaderos sin vacas ni haciendas. El curioso nombre proviene según algunos del hecho que este queso estaba mocho de leche ya que la misma no era, como de costumbre, directamente pura de vaca sino que era pasteurizada y contenía otros ingredientes extras necesarios a la hora de transformarla en polvo, razón por la cual el producto no lograba parecerse al original. Sin embargo, dado la caótica de la situación de ese momento, el producto tenía demanda, despareciendo cuando dejó de distribuirse esta leche subsidiada. Pocos recuerdan ya este, al igual que la palabra. “Me compré un kilo de queso de vaca mocha y no pude rallarlo porque se esmoronó”

miércoles, 30 de octubre de 2019

Revuelto de doncella


Esta delicia gastronómica es oriunda de Santa Bárbara del Zulia y alrededores y se usa para el mismo el pez llamado en nuestro dialecto en esa región,  doncella, que es común en los ríos de la región y en el lago, el mismo es una variedad de bagre, por lo que es el nombre que se conoce en otros lugares del Estado y no debe confundirse con otro pez del mismo nombre que habita en el mar. Dado su carne suave y el carecer casi en su totalidad de espinas se hace un pez apreciado a  la hora de cocinar. Algunos lo hacen cortando el pez en trozos pequeños, otros desmenuzando la carne y haciéndola mojito, en ambos casos su preparación es similar. Se pone a guisar echándole verduras y condimentos al gusto al igual que papas en cuadritos, y cuando ya esté listo se le agrega pan rallado con huevo batido, aceitunas y pasitas. Estos dos últimos ingredientes  pueden ser obviados si no se tienen pero los otros no. Se le acompaña con arroz blanco y plátanos asados, verdes preferiblemente.  

Maicaera


Si bien es cierto esta palabra identifica a alguna mujer nativa de la población de Maicao cercana a la frontera venezolana en nuestro Estado, es más común en nuestro dialecto usarla para señalar un arma que es usada por los antisociales y sicarios. Se trata de un escopeta con cartón recortado, la mayoría de calibre 12 que dado su tamaño puede ser escondida fácilmente y tiene como ventaja en relación a otras armas el que no deja marcas para ser rastreada. Debe su nombre al hecho que las mismas son compradas o traídas de la población colombiana, al principio nombrada. Sin embargo también se le llama de esta manera a algunas armas de hechura artesanal que llaman chopos, posiblemente por ser igualmente procedentes de allá. Siguen siendo comunes en nuestra región y el término emigró a otras regiones. “Le compré una maicaera al poliguayú que me cuida el negocio”



Me vais a cortar con ese vasito e cartón


Esta expresión todavía es común en nuestro dialecto y aunque ha emigrado a  otras regiones la misma es originaria de nuestro Estado y demuestra el carácter creativo de las personas que viven en el mismo así como el aspecto literario de nuestra forma de hablar. De hecho es una metáfora ya que se usa un término literal como figurado. En resumen la connotación general de la misma es decirle embustero a quien está haciendo alguna explicación o contando algo, ya que compara lo expresado con el hecho que es imposible que un vaso de cartón sirva como arma u objeto con el que se pueda cortar la piel. Generalmente se le antecede la negación o en su defecto por el monosílabo “ya” en el contexto de desacuerdo. Por ejemplo: ante la frase “Compré este reloj en 100 bolos” el interlocutor responde “Ya me vais a cortar con ese vasito e cartón” expresándole que no le cree.


jueves, 24 de octubre de 2019

Resollar


Esta palabra ya es de muy poco uso en nuestro dialecto en la connotación que se le da locamente pero fue muy común hace algunas décadas. En un prime momento fue la manera vulgar de señalar el hecho de respirar y de hecho esta es una de las cinco connotaciones que están en el diccionario de la RAE, pero a finales del siglo 19 y lo corrobora José Domingo Medrano en sus apuntaciones sobre el dialecto, se usó como sinónimo de aparecer, pero con la condición que es después de no saberse de la persona por un largo tiempo, por lo que podría apuntarse que lo más exacto es reaparecer y esto lo hizo comunicándolo a través de alguna carta o por medio de algún mensaje enviado por otro,  pero más adelante también se usó para señalar el haber llegado a un lugar específico después de haber salido con un destino incierto, sin que esto significara que se encontraba perdido. Fue traída por los españoles en sus connotaciones generales pero es autóctona en el significado local. “María resolló en Colombia y mandó una carta” “Juan salió purgao a buscar verduras y resolló en Las Pulgas”

miércoles, 23 de octubre de 2019

Animalito del monte


Esta expresión ya es raro escucharla pero era común hace unas décadas. Tenía de cierta forma carácter recriminativo y se le endilgaba a las personas que eran porfiadas y testarudas, que no aceptaban el estar equivocados o que intentaban imponer su criterio a los demás. La misma era una respuesta que corroboraba el hecho. Tiene su génesis en el símil que los animales del monte son salvajes y no tienen la capacidad de raciocinio y que en épocas anteriores cuando la ciudad estaba en crecimiento salían de su hábitat y causaban daño a las propiedades, sobre todo a quienes sembraban, por lo que la expresión también puede tomarse como una ofensa oculta donde se le señala a la persona como perjudicial. “Te dais cuenta animalito del monte que no era como vos decías”

miércoles, 25 de septiembre de 2019

Baun


Esta es una palabra de vieja data en nuestro dialecto, a donde llega desde el entorno beisbolero. Es la castellanización por homofonía del término inglés “bound” que significa brincar o rebote, y es usado para indicar que una pelota hizo esto último antes de ser atrapada o seguir su camino produciendo un hit o extrabase. Dado que este deporte es parte de la cultura maracucha y venezolana, la palabra emigró al hablar cotidiano como sinónimo de rebote o picón, como también se le dice, para señalar que algo cayó al suelo y rebotó, incluso personas. Incluso se usa, muy limitadamente,  figurativamente para señalar que algo llegó a través de otra persona.  Sigue utilizándose aunque ya no tan frecuentemente. “Agarré de un baun la olla que se cayó”

sábado, 14 de septiembre de 2019

Bolá o Bolada


Esta palabra era muy común en otras épocas y aún sigue siendo popular de cierta manera en nuestro dialecto.  La misma es asimilada y se encuentra en el diccionario de la Real Academia con 4 connotaciones diferentes siendo estas, tiro que se hace con la bola, caña del cañón de artillería, ocasión propicia, situación favorable y mentira. Las 2 primeras son oriundas de España, la cuarta de Perú  y la tercera de Argentina y Uruguay. En nuestro dialecto se usa esta última en la misma connotación por lo que podría ser herencia de algunos hablantes de esos 2 países del sur que tuvieron contacto frecuente a través del puerto. Lo cierto del caso es que además se usa la palabra en los juegos de mesa para señalar cada ronda que se hace de ellos.  “Me salió una bolá buena para trabajar en el puerto””Me gané 10 bolás seguidas jugando ajiley”

Torta de panela o papelón


Esta delicia pastelera ya es de rara preparación en nuestro estado pero es una variedad autónoma de torta que fue muy popular en muchos lugares del mismo. Su preparación no es tan complicada y los ingredientes eran comunes y económicos. Estos son: 1 panela o papelón, 1 kilo de harina leudante, 2 cocos rayados, 2 huevos, 200 gramos de mantequilla o margarina, 2 cucharaditas de canela molida, 1 cucharadita de bicarbonato y 2 tazas de agua. El modo de prepararla es el siguiente: Se ralla la panela o papelón y se coloca en una olla donde se le agrega el agua de los cocos y las 2 tazas de agua, poniéndose a cocinar a fuego lento hasta que se forme un melao no muy espeso. Seguidamente se rallan los cocos y se le agregan a ese melao junto a la mantequilla, la canela y los huevos previamente batidos. Se mezclan estos ingredientes y se le va agregando la harina y el bicarbonato siguiéndose mezclándose hasta que quede homogénea. Se enharina un envase refractario o un molde previamente enmantequillado y se echa allí la mezcla llevándola al horno previamente calentado a 300 grados por 40 minutos aproximadamente o hasta que esta esté dorada por encima. Se saca del horno y se deja enfriar y luego se coloca en una base o platón.

Ser eneas


Esta expresión fue muy popular a mediados del siglo 20 en nuestro dialecto y ha caído en desuso y ya es raro escucharla. La misma se usaba para señalar a una persona cuyo proceder era violento o arriesgado o que no acataba órdenes y hacia las cosas como le parecía. Esto sin embargo no era sinónimo de antisocial, aunque había casos que así lo fuera. Tambien era usado para endilgárselo a niños traviesos. Deriva del personaje de la mitología grecorromana quien poseía estas características y que fue el padre de los fundadores de Roma. Cabe acotar que en la época que nació y se hizo popular el término la literatura romana estaba de moda en la ciudad de Maracaibo y de ella derivaron incluso muchos nombres de ciudadanos.  “Ese Pradelio es eneas, no le para a nada” “El niño de Pola es eneas, no está un minuto tranquilo”

El Lido


Ubicado en la entrada de que en otros tiempos se llamó el vecindario de la Pomona, este nombre nace señalando un cine fundado en la década de 1960 por un inmigrante italiano proveniente de la ciudad del mismo nombre cuyo nombre es Alessandro Pasini, quien encargó a Guido Fresh, habitante del sector la tarea de su construcción. Era la época en que estos espacios eran las delicias de los maracaiberos y su propietario igual lo era del Internacional y otro en Cabimas.
El lugar estaba dividido en dos espacios, uno preferencial y otro llamado patio, en el primero había techo y en el segundo no, algo común en otros espacios similares de ese entonces. Desde un primer momento nació no solo como espacio para películas sino también para presentaciones teatrales en vivo por lo que su nombre era Cine, Teatro Lido. De hecho en su inauguración se presentaron Mario Suarez y Lila Morillo. Con el tiempo y el éxito el mismo se cerró completamente y pasó a ser un punto referencial en la zona y posteriormente de la ciudad. De tal manera que el nombre pasó a identificar no solo el local sino también el conglomerado de viviendas que lo rodean. La estructura después de 50 años sigue en pie ejerciendo otros menesteres y con remodelaciones y cambios que no hacen olvidar su vieja fachada, pero si no fuera el caso igualmente estaría en el imaginario popular ya que con el mismo no se nombra a la sala de espectáculo sino al lugar y alrededores de donde estuvo en la intersección de la calle 102 con avenida 19. “Mi hermana vive por el Lido” “Te metéis por el Lido y allí preguntáis por el que reapra frenos””


Pinta tripa


Esta palabra es de novísima data en nuestro dialecto (2019) y es una de esas que nacen en tono jocoso pero que tienen también una convicción oculta. Se le llama de esta manera a la bebida en polvo instantánea de fabricación colombiana llamada Samerito, que se ha hecho popular y presente en los expendios de la ciudad, ante la desaparición de las fabricadas en el país. Tiene su razón por el hecho que la misma tiene una cantidad, considerada excesiva por los consumidores, de colorante que como literalmente lo expresa termina coloreando la tripa o el intestino, causando posibles daños. Lo mismo se le endosa a otra bebida similar llamada Bocca, también procedente del vecino país. Ambas vienen en diferentes sabores y una de las razones de su popularidad, además del costo en relación con los refrescos gaseosos,  está en el hecho que son edulcoradas, o sea no necesita agregársele azúcar. Igualmente se le llama deformadamente sanbenito.“Dame un pinta tripa de piña y otro de uva”

martes, 27 de agosto de 2019

Amachingarse


Esta palabra ya es raro escucharla en nuestro dialecto, pero era de uso común a comienzos del siglo 20  y posteriores años, con la misma se señalaban las relaciones que no tenían vínculo matrimonial o eran ocasionales, pudiendo ser parejas que vivían juntas o simplemente que se encontraban furtivamente consuetudinariamente. La misma es una deformación de amachinarse, traída por los vascos que posee el mismo significado y es usada en otros países como sinónimo de amancebarse. Por lo tanto no está en ningún diccionario. “Lola y Serapio están amachingaos”

miércoles, 14 de agosto de 2019

Arropaito


Esta palabra además de ser el diminutivo de arropao, tiene una connotación que es de novísima data en nuestro dialecto (2019), la misma nació en las caucheras y representa y forma parte del ingenio maracucho, ya que es una técnica con la cual se le hace revestimiento a algún caucho que ya esté en las últimas por su desgaste. Para eso se corta el rodamiento que esté bueno de otro caucho que haya sido desechado por otro tipo de problemas y se le adhiere al malo, colocándolo como un anillo en este y queda adherido por la presión del aire que se le hecha al receptor, haciendo una especie de reencauchado en frio. Los clientes principales de estos son los conductores del transporte público ya que el costo del trabajo es infinitamente inferior que comprarse una chiva o uno nuevo, aunque la duración del que se le hace esto es poca. “Voy a tener que montar un arropaito porque ando pelao y necesito trabajar”

miércoles, 31 de julio de 2019

Tequepizza


Con este nombre se conoce en nuestro dialecto un hibrido culinario entre pizza y tequeño, el mismo es lo primero a la que se le agrega un borde de tequeños, de tal manera que terminan siendo dos platos en uno lo que el comensal come. Hay opiniones encontradas acerca de la invención de este, hay los que opinan que tiene su raíz en el centro del país y los que aseguran que es invención de un pizzero de la ciudad de Maracaibo a quien se le ocurrió cambiar el borde de queso transformándolo en este pasapalo, que aunque es de origen central es muy común en la dieta maracucha, sobre todo en desayunos y cena, lo cierto del caso  es que en esta ciudad es más común que en otros lares y que el nombre en otras regiones no señala al plato acá señalado sino a los tequeños rellenos con salsa de pizza, lo que da más fuerza a quienes lo señalan como nuestro. Otro detalle es el nombre combinado que es común en nuestro dialecto.  Tanto el alimento como la palabra son de nueva data. “A que Fernando en el soler venden unas tequepizzas tricachuas”

martes, 25 de junio de 2019

La epidermis


Esta palabra en la connotación que se usaba hace algunos años en nuestro dialecto es raro escucharla. La misma está cargada de ocurrencia y no tiene que ver con anatomía aunque existan cuerpos. En términos comunes esta palabra señala a la capa externa de la piel que recubre nuestro cuerpo y en botánica es la membrana epitelial constituida por  capas de células desprovistas de clorofila. Sin embargo era común en nuestros lares, tal vez como forma peyorativa o un eufemismo, darles ese adjetivo a las mujeres que tenían relación con algún hombre sin estar casadas con él, lo que ahora se le dice concubinato e incluso entraban en esa definición las que lo hacían como amantes o querías. Deriva del hecho que estas estaban por fuera de lo aceptado, o sea no eran proyectos serios sino ocasionales y allí se encuentra la comparación que origina esta. Eran otra piel. “En Acedo me conseguí a la epidermis de tu hermano”

Jubilar


Esta palabra en la connotación común de cesar el trabajo por un tiempo determinado y pasar a mantener el mismo sueldo en su casa sin ejercerlo, es común en nuestro dialecto, igual todo lo que está asociado con el jubileo, pero en la que era común a finales del siglo 19 y comienzos del 20 ya es muy raro escucharla. Se tomó esta en ese entonces para indicar que una persona se ha venido a menos, ha perdido la razón, está confundido o trastornado. Tal vez todos estos síntomas podrían ser el efecto de lo primero e incluso es aceptado en algunos diccionarios que la palabra también tenga acepción  de desechar algo por inútil y en Cuba y Colombia es igualmente sinónima de enloquecerse. Lo cierto es que en nuestra habla desapareció con las connotaciones últimamente expuestas. “Ando jubilao por tantos inconvenientes” “El vecino quedó jubilao desde que lo pusieron preso”

Imposible


Esta palabra es común en nuestro dialecto pero ya es raro escucharla en la connotación que la usábamos hace tiempo. El término es un superlativo que denota algo que no puede ocurrir pero acá se utiliza para señalar a una persona, mayormente infantes, que tienen una forma de comportarse o carácter insoportable para los otros. No es autóctona aunque muchos lo creen y Medrano lo señala como un maracaiberismo ya que fue aceptada por la Real Academia en el siglo XX en la connotación que localmente más se utiliza, pero fue traída por los españoles en ambos significados. “Es imposible que llegues a tiempo” “Ese hijo tuyo está imposible”


sábado, 22 de junio de 2019

Emburujar


Esta palabra ya es raro escucharla en nuestro dialecto, fue traída por los canarios con dos connotaciones, la primera la de cubrir bien el cuerpo y la segunda engañar, confundir y enredar y esta última es la que se usa en nuestra región, y también en República Dominicana y Puerto Rico. En otras partes también se usa como sinónimo de amontonar. Nada tiene que ver con embrujar como algunos afirman que sea una deformación de esta. “Mi tío tenía una labia arrecha, emburujaba a todos “

Desgonzao


Esta palabra es de vieja data y ya es raro escucharla en nuestro dialecto, se escucha en otras regiones del país con el mismo significado que es estar decaído físicamente, igualmente se le llama así al decaimiento que tiene algún árbol o animal por diversas causas, sin embargo en nuestra región se le agregó el estar desquiciado o desencajado, esta estaba relacionada con el dolor que está producía en las articulaciones. Fue traída desde España por los valencianos pero con otra connotación que es la de quitar los goznes o bisagras de alguna puerta. Se escucha también en otros países de América, entre ellos Colombia con la misma connotación de agotamiento. “Ruperto anda desgonzao por la muerte de su hermano”

Dar cobres a premio


Esta expresión es común en nuestro dialecto y es de vieja data. La misma significa que alguna persona le da dinero en calidad de préstamo a otra y esta debe cancelarle en un tiempo estipulado un interés acordado por esa cantidad recibida. Este periodo puede ser corto o largo, pero generalmente se usa la expresión cuando es el primero, por lo que, aunque prestan un servicio a los necesitados, son considerados usureros ya que los intereses siempre son altos.  El premio del que hace mención es la cantidad que debe dar el beneficiario por recibirlo. “Pico blanco se hizo millonario dando cobres a premio”

Circunstanfláutico


Esta palabra es de vieja data y ya es raro escucharla en nuestro dialecto, sin embargo fue muy popular hace algunos años. Con la misma se señala a la persona vanidosa y también a las que son complicadas o melancólicas. No es autóctona aunque muchos lo afirman. Se escucha en Perú, Colombia, Guatemala y Honduras con la segunda connotación y otros países de América por lo que podría ser un americanismo, aunque en el vecino país lo catalogan como un colombianismo.. No está registrada en el diccionario de la Real Academia y al parecer deriva de circunstancial. “Ese hermano tuyo es un carajo circunstanfláutico”

viernes, 21 de junio de 2019

Bachillera


Esta palabra identifica al femenino de bachiller, sin embargo en nuestro dialecto en otras épocas también se usó con una connotación adicional y es que se les endilgaba la misma a las mujeres que eran pleitistas o discutidoras y tenían ínfulas de sabiondas. Y a pesar que tiene raíces francesas, a trajeron los españoles quienes identificaban con la misma a las personas que hablaban mucho y eran impertinentes, por lo tanto es asimilada pero se le cambió en algo el significado. Ya es raro escucharla en el sentido adicional pero común como el femenino de quien ha terminado de cursar el bachillerato. “Decía mi abuelo que mi abuelita era una bachillera de esas que provocaba matarlas”

Bullerengue


Esta palabra es de muy vieja data y ya no se escucha en nuestro dialecto. Nada tiene que ver con bulla o bullaranga y tampoco con el famoso baile de la costa colombiana que lleva el mismo nombre. A finales del siglo 19 esta palabra definía a una prenda femenina que estas usaban para dar a las nalgas apariencia voluminosa. Se agregaba al vestido. La palabra no es autóctona sino que fue traída por los españoles con el nombre de bullarengue, pero acá se le cambió la letra a por la e. También se usó con la misma connotación en Cuba. “Mi abuela hacía unos vestidos con bullerengue que quedaban hermosos”

viernes, 14 de junio de 2019

Piola


Esta palabra aún puede escucharse en nuestro dialecto aunque es muy poco frecuente. Es de vieja data y la misma se usa como expresión de asombro, sorpresa o desprecio y hasta era frecuente usarla como comodín para señalar algún objeto no identificado. La trajeron los españoles y proviene del latín pediola y señalaban con ella un cordel o cuerda delgada con el que se amarraban paquetes pequeños, pero en toda América e incluso Italia tiene diversos significados, ninguno como el nuestro, de tal manera que puede considerarse asimilado el término pero no sus acepciones. “Pasáme la piola esa” “Vete pa la piola” “A la piola, me gané la rifa de Petra”

Astragao


Esta palabra ya es raro escucharla en nuestro dialecto, es de vieja data y la trajeron los castellanos, aunque ya también es raro escucharla en esa región por lo que puede considerarse un arcaísmo que sigue usándose en algunos pueblos españoles pero con la connotación de estar agobiado o con prisa, mientras que acá se señala con la misma el hecho de haber quedado muy lleno tras comer y no poder hacerlo mas, en otras palabras es sinónimo de harto. No aparece en el diccionario de la Real Academia y no debe confundirse con estragar que es hacer estragos, aunque en Puerto rico esta última signifique pasar hambre. No deriva de astrago que es una palabra en desuso con el que se señala el suelo. “Cené a que mi tía y quedé astragao”

Totocoro


Esta palabra se usa en nuestro dialecto en la población de Quisiro y alrededores y con la misma se señala a la madera seca del cardón que es usada para hacer cañas en la construcción de los techos. Puede considerarse asimilada ya que esta región de la parroquia democracia en ese entonces formó parte del Estado Falcón hasta 1890 y la palabra se considera oriunda de la región Paraguanera. Igualmente es usada esta madera para hacer dateras y recoger estos frutos de los cardones. “El techo de la casa de mi abuelo lo hicieron con totocoro”

jueves, 13 de junio de 2019

Hasta que


Esta expresión aún se escucha en nuestro dialecto a pesar de ser de muy vieja data. La recopiló por primera vez Medrano a finales de 1800 y la catalogó como un maracaiberismo. En la misma el verbo está mal usado ya que en lugar de hacer su función condicional lo hace como pronombre, de tal forma que en lugar de leerse literalmente “hasta que viene” cuya acción ocurriría si equis persona viniera realmente se expresa un desafío ya que lo que realmente se está expresando es un reto en forma de afirmación que es “A qué viene”. Como pueden notar el verbo haber se trasforma en el pronombre a. “Hasta que gano”

Rejarvio

Esta palabra es de limitado uso en nuestro dialecto y la misma es propia del argot de los panaderos, ya que se señala de esta forma al pan que no crece o queda duro y crudo después de hornearlo, ocurriendo esto por diversas razones, entre ellas la falta de la cantidad correcta de levadura o que esta se encuentra vencida, mucha sal, haber añadido agua demasiado caliente o no haber mezclado los ingredientes correctamente, entre otros. Este pan se regala o se deja para consumo entre los empleados del lugar aunque algunos lo colocan a la venta a un precio sumamente inferior  para recuperar algo del costo de los ingredientes. Puede derivar el término del hecho que a las arepas duras le llaman rejuas “¿Tenéis a la venta algún pan rejarvio? “Ese pan campesino está chiquito y pesao. ¿No será que está rejarvio y me queréis carriar?”

Recontra


Esta palabra es común usarla en nuestro dialecto y es aceptada en la Real Academia como sufijo que significa muy o mucho. Acá si bien es cierto que se usa de la misma forma existen diferencias imperceptibles  con el resto, ya que para ellos actúa como un superlativo pero para nosotros también lo hace como un superlativo del superlativo ya que antecede al primero e incluso como un superlativo del superlativo del superlativo como es el caso cuando antecede al sufijo tri. De tal forma que algo recontramollejuo es más grande que remollejuo. “Esa guaya que trajeron es recontratrimollejúa”

Remollejeision


Esta palabra es común escucharla en nuestro dialecto, se usa como exclamación de sorpresa o reclamo, interjección o muletilla. Tiene sentido de cierta forma burlesco ya que es la pronunciación supuesta de remollejación en inglés. Deriva de molleja. Es parte del ingenio local por lo que es autóctona. Es considerada malsonante y una forma de eufemismo. “Remollejeision el pasaje lo subieron a 2 mil bolos”

Terequiar


Esta palabra era de uso frecuente en nuestro dialecto en La Cañada de Urdaneta, aunque ya no es tan común escucharla. Con la misma se señalaba la acción de registrar algo acuciosamente por lo que es sinónimo de curucutiar. Deriva de tereques que es algún objeto inservible solo que en esta región la misma es generalizada para todo tipo de corotos. El termino no está registrado en el diccionario de la Real Academia ya que es autóctono de la zona, aunque sea un derivado de la palabra andaluza.“Dejá de estar terequiando mi peinadora”  


Arrequintao (tá)


Esta palabra aún es posible escucharla en nuestro dialecto, la trajeron los canarios para quienes es algo apretado o que está lleno o cargado, pero acá se tomó también para indicar la acción de agarrar a alguien o algo con fuerza. Se usa en otras regiones con similar significado y en el oriente venezolano también se le endilga a las personas de carácter fuerte. La Real Academia lo registra como un regionalismo presente en Costa Rica, Cuba, México y Venezuela  pero con la connotación de apretar fuertemente con una cuerda o un vendaje. “La caraja esa iba arrenquitá del novio, como si alguien se lo fuera  robar” “Yo siempre iba arrequintao del asiento de la naveca”

Garranchudo

Esta palabra nada tiene que ver con garra y era muy usada hace algunos años pero ya casi no se escucha. Con la misma se señala las cosas que se encuentran duras, especialmente la carne y los alimentos como el pan, etc. Posiblemente sea una deformación de garrancho que es la parte dura del tronco o rama de un árbol o de carrancudo que significa una persona dura de carácter y de cuello erguido, ambas traídas por los españoles. También puede ser asimilada ya que en Honduras y Centroamérica se usa con el mismo significado que acá. En Zaragoza significa una persona de piernas torcidas. “No me vais a dar la carne garranchuda” “Comete ese pan garranchudo que quedó de ayer”

Reparisto


Esta palabra es raro escucharla ya en nuestro dialecto pero era común en el mismo hace algunos años. Nada tiene que ver con reparar en el sentido tradicional de ser alguien que le gusta reparar las cosas o en el figurado, en el cual alguien se percata de todo, o sea es acucioso, observador y detallista, aunque esta sea la forma con la que se usa en Nicaragua y casi toda Centroamérica. En nuestra tierra se les endosa este término a las personas que son egoístas y avaras. Al parecer es un vicio del lenguaje o un arcaísmo, lo cierto del caso es que debería finalizar con a en lugar de o. “No seáis reparaisto y repartí esos helados que te dieron”


Falacioso


Esta palabra ya es raro escucharla en nuestro dialecto y de hecho su uso nunca fue extendido. Con la misma se señala a una persona engañosa, que valiéndose de falsas apariencias se aprovecha de los otros sacando beneficios de ellos y el fraude es su forma de vida. Según algunos lingüistas proviene de falacia cuyo significado es similar pero que es usada poco en este contexto por los españoles, por lo que es posible más bien que haya entrado a nuestro dialecto a través de los portugueses que emigraron a la región y hacían uso de esta en el tiempo y connotación similar. “A tu hermano van a venir matándolo por falacioso”

miércoles, 12 de junio de 2019

Mil y una noches


Esta palabra usada como apelativo en nuestro dialecto ya es raro escucharla pero fue muy popular hace algunos años. La misma se le endosaba a las personas que eran muy embusteras, por lo que es sinónimo de roñoqueros. Viene derivada del hecho que según muchos lectores locales, esa obra famosa de la literatura universal, hecha también película, es un compendio de mentiras y sus acciones no son fáciles de creer. El uso de la misma, que demuestra el ingenio local,  fue perdiendo continuidad por lo que posiblemente nació en momentos en que la obra o la película fueron comunes en la ciudad. “Ese primo tuyo es un mil y una noches”

Banco Central de Las Pulgas


Desde el año 2017 aproximadamente esta expresión se ha hecho popular en nuestro dialecto, creciendo la misma en los últimos años. Es una manera recriminatoria y a la vez peyorativa de expresar un problema que ha ido agravándose como son el dinero en efectivo y los precios. Es en este mercado popular ubicado en el centro de la ciudad de Maracaibo, donde un grupo de mafiosos conformado por diversos individuos, incluso del vecino país,  que se mantienen en el anonimato, han logrado burlar la legalidad y controlar la moneda por medio de la compra, para posterior venta en la frontera, de esta, determinando las denominaciones de los billetes que son aceptadas y rechazadas, influyendo esto inmediatamente en todo el mercado laboral y económico de la región. Además para captar el dinero también ofrecen mercancía a mitad de precio si es en efectivo y al doble si es por pago electrónico o punto de venta. Hay que agregarle otras fechorías como corrupción, acaparamiento, especulación, trata de blancas, drogas, etc. Sin embargo la expresión, de muy nueva data,  viene siendo el resultado del hecho que es allí donde se ordena y acata el uso de la moneda, labor que es función del Banco Central de Venezuela. Es un flagelo aún vigente que ha logrado superar todas las acciones contrarias de la ley.  “Que molleja, en el Banco Central de las pulgas ya no aceptan los billetes de 100”

martes, 11 de junio de 2019

Guardapuesto


Esta es una palabra de muy nueva data en nuestro dialecto, y tal como su nombre lo indica se le endilga a quienes guardan puestos en alguna cola, pero que además cobran por esa acción. El hecho no se limita a hacérselo a terceros sino vender el lugar que por diversas razones ha obtenido, en muchos casos con la complicidad del que distribuye o expende el servicio. Esto se cmercializa a otra persona por una suma acordada posteriormente.   Es una práctica que se ha puesto de moda en los tiempos de crisis que se viven en la región y el país y que demuestra no solo el ingenio para obtener dinero en alguna acción sino también lo inescrupuloso de muchas personas que no les importa la ilegalidad del negocio. “Me estoy bandiando como guardapuesto, aprovechando que mi primo trabaja en una bomba”

sábado, 8 de junio de 2019

Va pago


Esta expresión era muy común hace algunos años en nuestro dialecto y todavía se escucha. Su significado es aceptación hacia alguna invitación o apuesta que se propone e indica por otra parte que quien acepta empeña su palabra en realizarlo. Emigró desde el terreno de los juegos de envite y azar, así como también de las peleas de gallo, donde no hacía falta colocar el dinero de garantía sino que la aceptación por medio de la palabra era suficiente. Por otra parte también se usa en el terreno del habla cotidiano como forma de expresar que ha comprendido o se ha enterado de lo que el otro interlocutor le ha dicho. Por ejemplo ante una invitación “Te espero a las seis” el otro responde “Va pago”. Ante una apuesta. “1000 bolos a que ganan los gaiteros” la respuesta es “Va pago”.  “¿Entendiste lo que te expliqué?” “va pago”

jueves, 6 de junio de 2019

Albentistate


Esta palabra es en sí una expresión traída por los castellanos a nuestro dialecto pero no es usada en este de la forma como fue insertada, ya que con ella se expresaba el estar algo al aire libre o abandonado y en el habla popular se popularizó para endilgársela a las personas que andan de un lado a  otro sin rumbo fijo, pasando a  ser sinónimo de otra expresión española que es “A la deriva”.  Deriva esta expresión de la locución latina “ab intestato” que se aplica al que murió sin testamento. Se considera en España un vulgarismo y acá dejó de usarse hace tiempo. Generalmente se pronuncia como una sola palabra en cuyo caso se escribe con B pero cuando se hace en dos se usa la V de viento. “Ese primo tuyo vive albestistate”

Velador


Nada tiene que ver con velas ni velorio esta palabra, tampoco con vigilantes, la usamos más regularmente en nuestro dialecto para señalar el juego de mesa y sillas que generalmente se alquilan para un evento, fiesta o reunión. Debe su nombre al hecho que antes  a la mesa pequeña de una sola pata y redonda se le llamaba así. Comenzó a usarse este nombre en los bares y de allí pasó al hablar común. Todavía se utiliza. "Alquilé veinte veladores para el matrimonio"

Cabuya


Esta palabra en nuestro dialecto  se usa con diversas connotaciones asociadas casi todas con el sinónimo de cuerda y de esta manera está registrada en los diccionarios. Igualmente se le llama así a una medida de distancia que equivale a 100 pasos de una persona adulta. Sin embargo en la Maracaibo de antaño y en el argot de los vendedores de plátano que hacían vida en boburitos, el malecón y otros lugares, esta era usada como una medida de cantidad cuyo equivalente eran 4 racimos de esta fruta. Ya es difícil escucharla con este concepto y hasta los modernos vendedores la desconocen. “Papá compraba 3 cabuyas de plátanos cuando iba al malecón”  

Caratillo


Esta palabra identifica a una bebida tradicional del Estado Lara hecha a base de arroz que muchos llaman chicha larense, esta se prepara con variantes en otras regiones del país, pero en nuestro dialecto no se le llama así a esta, sino que existe una alimento casero que era muy común hace algunos años parecido al atol y con el cual se alimentaba a los bebes. Este también era preparado con arroz, leche y azúcar. Se ponía a hervir el grano hasta que estuviera blandito y se le agregaba luego los otros ingredientes. Se les daba a los infantes con cuchara y se diferenciaba del atol el hecho que el grano era entero. Ya es muy raro que se prepare y a diferencia del arroz con leche que se hace con casi los mismos ingredientes en este el arroz no se ablandaba con la leche.  Era un alimento popular dado lo económico en esa época de los componentes. “Mi abuela  crio a los 8 hijos a fuerza de caratillo, fororo y avena”

Drogo


Esta palabra comenzó a usarse en nuestro dialecto en los años 60 y la misma se le endilgaba a los fumadores de marihuana, con el tiempo la misma se generalizó para cualquier persona adicta y consumidora de cualquier tipo de droga. Se usa en otras regiones y en casi toda la América hispánica, por lo que es asimilada a nuestra habla y según algunos lingüistas la misma es una reducción popular de drogadicto. Otros asumen que deriva de droga y señala a quien la consume o se droga y hay quienes la colocan como una conjugación del verbo drogar. Lo cierto del caso es que la palabra sigue siendo usada. “El hermano de Irama se metió a drogo”

martes, 4 de junio de 2019

Arropijo


Esta palabra era común en nuestro dialecto hace algunos años pero ya es raro escucharla. Fue traída por los castellanos y con ella se señalaba el manto con el que se envolvía el busto de la mujer, posteriormente pasó a señalar cualquier sabana que sirva para arroparse, acá su uso se generalizó para todo tipo de cubierta con el que se cubra el cuerpo para calentarlo y combatir el frio. Es asimilada y se usa también en otras regiones y países, entre ellos la provincia de Castilla desde donde llegó, aunque es considerado un arcaísmo. “Mi abuela dormía envuelta en varios arropijos”

Embozao


Esta palabra fue muy popular en la Maracaibo de antaño y no es autóctona como algunos creen, la trajeron los españoles para quienes significa cubrir el rostro hasta las narices, solo que los maracuchos la puntualizaron para señalar a quienes se vestían con trajes oscuros para confundirse con la oscuridad de la noche en una época que no existía alumbrado eléctrico en la ciudad. Generalmente lo hacían para delinquir por lo que el término pasó a ser sinónimo de ladrón. Muchos de estos embozaos terminaron siendo mitos urbanos y confundidos con muertos o fantasmas. La palabra ya muy poco se usa y si se hace es como sinónimo de ocultar. “Los embozaos del saladillo eran terribles”

lunes, 3 de junio de 2019

Ñoco


Esta palabra ya es raro escucharla en nuestro dialecto, la misma es en cierta forma un diminutivo de roñoco que posee el mismo significado pero con una variante, ya que se le señala de esta manera a las personas que le faltan algunos dedos de la mano o la mano completa, mientras que en el segundo caso se generaliza para quienes tienen algún defecto en manos y pies. Esta palabra fue traída por los canarios con la misma connotación que se le da acá. En otros lugares de América se usa con otros significados, por ejemplo en Chile se le llama de esta manera a los drogadictos mientras que en Perú se le endilga a los homosexuales, y en Ecuador al ano. “Julio quedó ñoco porque perdió los dedos en el aserradero”

Echar un camarón


Esta expresión nació en los campos petroleros y aunque muchos la consideran nacida en los del Estado y por lo tanto oriunda de nuestro dialecto, hay quienes la consideran más general ya que se escucha en otros lugares del país. Lo cierto es que la misma es una deformación por homofonía de la expresión inglesa “I come around” que significa voy a dar una vuelta, y era usada por los gringos como forma de excusarse y escaparse del lugar donde realizaba una labor, para ir a dormir o descansar. Esto fue descubierto por los trabajadores y usado en forma peyorativa y dado la diferencia, en cuanto al contexto, quien la usaba en ingles desconocía su significado en español y lo asociaba con el marisco del mismo nombre. Al final la expresión pasó a ser sinónimo de dormir un rato, teniendo un significado similar a otra también usada en los mismos campos del oro negro que es “Echar una zorrita”. Hay otras versiones, una de ellas era la asociación del color de la piel del extranjero. Lo cierto es que casi todos coinciden que nació en el medio petrolero zuliano y desde acá se extendió al resto del territorio. “Me voy a echar un camarón después de comer”

domingo, 2 de junio de 2019

Numero


Esta palabra identifica una cantidad o el signo o conjunto de estos que representan el número pero en nuestro dialecto en la Maracaibo de antaño se acostumbraba endilgársela a los policías. Esta costumbre viene heredada de la colonia cuando los cuerpos policiales estaban en mano de los españoles  y a los individuos sin graduación o pertenecientes a las milicias se les endilgaba este apelativo. Luego con la creación de la policía estadal  los agentes llevaban en su uniforme el correspondiente número  que los identificaba, razón por la cual se les siguió llamando de esta manera. Ya no se usa. “Antes había un número que patrullaba la calle toda la noche”

Nadadora


Esta palabra según los diccionarios identifica a la persona del sexo femenino que nada o a cualquier ser vivo que tenga esta habilidad, pero en nuestro dialecto la misma es usada de forma de cierta manera jocosa y también peyorativa para señalar a las mujeres que no poseen voluptuosidades a las cuales también se les llama planchas. Nada tiene que ver con agua en este caso sino con la palabra nada, ya que se enfatiza el no poseer o tener muy pocas tetas o nalgas, y aunque generalmente esto es característico de las mujeres delgadas, no es limitante y se usa con todas las que tengan esta condición sin importar la contextura. “La hermana de Raulo es nadadora”  

Ser la muerte en coco


Si la muerte fuera una comida sin dudas sería una delicia y si fuera preparada en coco, algo tradicional en nuestra región, sería lo máximo, pero igual sería un plato peligroso para quienes sufran de alguna dolencia como por ejemplo la tensión,  por su alto contenido de colesterol  y de allí deriva el hecho que esta expresión sea inventada en nuestro dialecto para referirse a alguien muy tremendo, travieso, sinvergüenza, pícaro, o de malas costumbres. Era muy popular en otras épocas para endilgársela sobre todo a los niños inquietos, y a los adultos que poseían las características antes descritas, pero ha caído en desuso y es raro ahora escucharla. “Ese nieto tuyo es la muerte en coco” “El hermano de Pedro es la muerte en coco, tiene 20 entradas al retén”

sábado, 1 de junio de 2019

Garra


Esta palabra tiene muchos significados, el más común el de señalar de esta manera la mano o pie del animal cuando están cerrados y armados de uñas. La mayoría son usadas en nuestro dialecto pero existe una puntual que era común hace algunos años y que está en desuso y la misma está asociado con poca cantidad de algo. Esto deriva del hecho que se medía lo que cabe en un puño cerrado. De tal modo que era común escuchar “No tengo ni una garra de azúcar” o “No seáis pichirre, lo que me diste fue una garra de maíz”. Sin que esto signifique que la cantidad sea determinada.

Arrejerao


Esta palabra ya es raro escucharla en nuestro dialecto pero fue común en otras épocas, con la misma se indicaba a las personas porfiadas o tercas, rebeldes, insistentes, que eran muy persistentes en lo que deseaban y en lo que no. El termino proviene del entorno marino donde arrejerar significa sujetar a la embarcación con 3 anclas, 2 por la proa y una por la popa y emigró al hablar común en la connotación antes explicada, tal vez como derivación que esta maniobra se realiza para que el barco no quede a la deriva y esto fue relacionado con porfía. “Este muchacho si es arrejerao, se fue pal colegio con el palo de agua”

lunes, 27 de mayo de 2019

La línea


Esta palabra en el contexto que explicaré ya no se usa en nuestro dialecto y por razones de años son pocos los que la recuerdan. Cuando los tranvías eran el principal método de transporte de la ciudad existía uno que iba desde el centro hasta los Haticos, este fue bautizado por los habitantes del sector como “La línea” y cuando desapareció se siguió llamando a la carretera de Haticos por debajo por donde pasaba el mismo de la misma forma.  Esto lo corrobora en su libro “¡Hablemos maracucho, primo!, el Lcdo José T. Portillo, habitante del sector.


Borsalino


En la Maracaibo de antaño el sombrero era indumentaria obligatoria entre los caballeros y una de las marcas de mejor calidad eran los borsalinos, por lo que era uno de los preferidos, sin embargo su costo no estaba al alcance de todos, razón por la cual se hizo común que por razones de caché todos comenzarán a llamar a esta indumentaria con este nombre, de tal forma que se generalizó la marca como sinónimo de sombrero, pasando por metominía a identificarlo. Con el tiempo y los cambios de costumbres de vestir terminaron desapareciendo y también la palabra. “Mi abuelo usaba unos borsalinos que hacían en el centro”

Mabil


Esta palabra ya no se usa en nuestro dialecto, de hecho es asimilada y estuvo de moda tanto acá como en otras regiones a mediados de los años 50. Con la misma se señalaba a los burdeles o prostíbulos donde las mujeres además de prestar servicios sexuales, bailaban y se podía hacer esto último con ellas. Según algunos deriva del hecho que en ese entonces eran populares los que tenían chicas francesas y estas recibían a los clientes con la expresión ¡ma vida! Que en español significa mi vida y que por razones de homofonía pasó a transformarse en Mabil y de esta forma se generalizó para bautizar estos lugares. “En la vía a cabeza e toro había un mollejero de mabiles”


Lunanco


Esta palabra ya es raro escucharla en nuestro dialecto, emigró desde el terreno lúdico para ser usada ocasionalmente en el habla formal. Con la misma se señalaba a las petacas o volantines que eran hechos asimétricamente, o sea que sus lados no eran parejos y por lo tanto no eran buenos a la hora de ser echados al viento. En el área formal se le bautizaba así a alguna persona que tuviera alguna característica similar, como alguien cojo o con algún miembro desigual. El término emigró desde el terreno veterinario donde se le llama así al caballo o cuadrúpedo que tiene un anca más larga que otra. “Esa petaca que hiciste no vuela porque está lunanca” “Ismael quedó lunanco después del accidente”

sábado, 25 de mayo de 2019

Solo te faltan los algodones


Esta expresión ya es poco común en nuestro dialecto, pero fue popular hasta no hace mucho tiempo. Nada tiene que ver con la planta que nombra pero si con el apósito usado en medicina y otra áreas. Se usa la expresión en tercera o primera persona para señalar el hecho que una persona haya perdido muchos kilos, por diversas causas, o se encuentre demacrado o en estado desmejorado.  Viene la relación al hecho que a los cadáveres se les coloca algodón en las fosas nasales, y en otras épocas estos eran visibles para los que lo veían en el acto de velación, por lo que se resume en señalarle a la persona con esta expresión, que está casi muerto. “A Matías ya solo le faltan los algodones”  

martes, 30 de abril de 2019

Tener pata de plomo


Esta expresión aún puede escucharse en nuestro dialecto, aunque no con tanta regularidad como hace tres décadas. La connotación de la misma está asociada con velocidad y peso. En el primero se le endilga la misma a  las personas cuyos actos son calmudos y lentos y en el segundo a quienes les gusta conducir vehículos a gran velocidad. Esto es una alegoría al hecho que le pesa el pie con el que pisa el acelerador. Nada tiene que ver con otra muy popular en el país que es “Ir con pies de plomo” ya que en ese caso existe predisposición y la misma no está presente en la primera connotación. “Ese novio tuyo tiene pata de plomo, le pide permiso a un pie para mover el otro” “No te voy a prestar el carro porque vos tenéis pata de plomo y me lo podéis escoñetar”

Zaragutiar


Esta palabra ya es raro escucharla en nuestro dialecto, pero en otras épocas fue de uso muy común y con ella se señalaba el hecho de que una persona  fuera curiosa o el producto de esto, también a quienes vagaban sin rumbo o hacían acciones sin orden. Fue traída por los andaluces para quienes la connotación coincidía con la última de andar de un lado a otro. Y de esta forma también se señala en otras regiones del país, sin embargo en otros países también significa desorden o enredos definición que junto a  hacer cosas con impericia y atropellamiento, es el que recoge la Real Academia. En El salvador el significado es idéntico al maracucho en cuanto a hurgar o curiosear. “A Juanita le gusta estar zaragutiando todo” “Pepe se la pasa zaragutiando y no resuelve nada”

sábado, 27 de abril de 2019

Museo Arquidiocesano Obispo Lasso


Situado en la esquina de la calle  94 Carabobo con  la avenida 4 Obispo Lasso, al lado del Pantéon Regional y al Fondo del Teatro Baralt, en una casa construida a principios del siglo XX, con techo a cuatro aguas de madera y tejas rojas, con alero decorado construido en mampostería, su fachada posee una puerta y dos ventanas, estas con repisa, quitapolvo y rejas de madera, mientras que del lado de la avenida posee 5 con las mismas características. Fue residencia del Obispo de Mérida Rafael Lasso de la Vega cuando este fue trasladado a Maracaibo en 1812 tras el terremoto ocurrido en esa ciudad, razón por la cual lleva el museo su nombre. Fue sede de la casa del Seminario Diocesano del Zulia. Fue fundado por el Padre Gustavo Ocando Yamarte el 24 de octubre de 1990 e inaugurado el 24 de junio de 1991. Se cerró en 1996 y fue reinaugurado en el 2010. En el mismo se encuentran artículos religiosos de diversas épocas, tanto históricas como artísticas, como piezas de orfebrería, ornamentos litúrgicos, pinturas con motivos religiosos, imágenes, vasos sagrados, candelabros, custodias, sacras y hasta una réplica del antiguo altar mayor de la Catedral de Maracaibo. Quizás el más curioso es una estilla de la cruz original donde crucificaron a Cristo, de origen italiana, que perteneció a Santa Elena, hija de un posadero que se trasladó hasta Jerusalén y cavó en la montaña hasta hallar la cruz. Igualmente está la primera corona de la Virgen de Chiquinquirá, luego de su aparición a orillas del Lago. Es de plata con incrustaciones de piedras semipreciosas y un órgano marca Hammond, de los cuales fueron fabricados sólo tres en el mundo en 1969 y uno de ellos perteneció a la Basílica de Maracaibo. También hay una sala llamada papal, donde muestra en una vitrina exclusiva la silla donde se sentó el Papa Juan Pablo II durante su visita a Maracaibo en 1985 y en uno de los pilares está un Cristo de marfil de 504 años, que se le colocó al pontífice en la habitación donde durmió. Un sitio maravilloso que hay que visitar.

Flumbiar


Esta palabra ya es raro escucharla, emigró desde el ambiente beisbolero y su significado es errar o fracasar. Es una deformación por homofonía de flunked que significa reprobada. Mientras en el juego se usa para señalar el no haber atrapado alguna pelota o fallado alguna jugada, en el campo domestico se hace de forma similar para indicar que una persona perdió una oportunidad o no pudo realizar algo, en la mayoría de los casos fácil, por lo que tiene cierta carga peyorativa. Nunca fue de uso extendido pero dado la afición de la época por este juego, si fue recurrente su utilización. “Zacarías flumbió al no llevar a la novia al cine”  

viernes, 26 de abril de 2019

Cachivoltiao


Esta palabra ya es raro escucharla en nuestro dialecto, aunque fue muy popular hace algunos años, con la misma se señala algo que está mal hecho, desordenado o descompuesto. Es autóctona y de la misma derivó una expresión que es más actual que es “estar volcao”. Emigró a otros lugares del país pero sigue siendo ya de cierta forma arcaica. Según algunos habitantes de la época su raíz está en la frase casi volteao o sea medio volcado. “Hoy no voy pal trabajo, amanecí cachivoltiao” “Tenéis esa casa cacivoltiá”

jueves, 25 de abril de 2019

Chuliar


Esta palabra tiene diversos significados en muchas partes, algunas de estas usadas también en la región, como por ejemplo explotar o aprovecharse de alguien, presumir o pavonearse, decirle cosas bonitas a alguien, pero en nuestro dialecto su uso es más común para señalar el hecho de azuzar a alguien a que realice alguna acción violenta, ya sea física o verbalmente, contra otra, incluye en el primer caso el de incitar a los animales a atacar a alguna persona o a ponerse rabioso. Es un sinónimo de cuquiar. También se usa como sinónimo de robar y en esta connotación es similar a otras regiones del país y en Costa Rica. En otros países tiene otros significados, por ejemplo en Cuba y República Dominicana, es besarse y tocarse, en Paraguay es sortear obstáculos,. Su uso sigue siendo común. “Luis se puso a chuliar al perro y este mordió a Silfredo” “Me chuliaron el celular en el bus”

Frigidaire


Esta palabra identifica una marca comercial de línea blanca y en la Maracaibo de los años 40 a 60 fue la nevera más vendida y común en los hogares de la región, por lo que pasó a identificar a todas las de su tipo sin  importar la marca. De tal manera que por metonimia pasó a identificar a las neveras. A medida que las generaciones fueron pasando esta manera de llamarlas desapareció y actualmente nadie lo hace e incluso solo los mayores guardan memoria de este detalle particular. “Mi abuelo tenía una frigidaire que parecía el polo norte”

miércoles, 24 de abril de 2019

Ralucho (a)

Esta palabra ya es raro escucharla en nuestro dialecto, con la misma se señalaba a las telas o tejidos que eran demasiado finas y en muchos casos transparentes, igualmente a las que sin serlo eran demasiado débiles o de mala calidad, razón por la cual se rompían con facilidad. Igualmente a las piezas hechas por esta. Deriva de ralo cuyo significado está asociado a la separación de los elementos que es mayor de lo común, sin embargo es autóctona. “Ese blueyin que compraste es ralucho"  “Esa tela que te fio el turco se ve ralucha”

Fiscal


Esta palabra es de uso común y tiene varios significados, todos ellos usados también en nuestra habla cotidiana. Entre ellos está el señalar con esta a las personas que trabajan con el fisco, también a la que trabaja con el ministerio público ejerciendo esa función legal y otras más, sin embargo en nuestro dialecto era usada hasta hace poco puntualmente para designar a los que realizan la labor del control de tránsito, adscritos en otros lugares a los cuerpos policiales. “Mi abuelo era fiscal y era más agrio que el vinagre”

Pelitín


Esta palabra ya es de poco uso en nuestro dialecto, con la misma se señala tanto un espacio breve como un periodo de tiempo similar, con la característica que este no está determinado en centímetros ni segundos. No está registrada en ningún diccionario y es el diminutivo de pelito, que tiene igual significado en cuanto a la connotación pero que fue traída por los españoles como expresión  de muy poco.  “Movéte un pelitín para allá” “En un pelitin termino lo que estoy haciendo”

Bomba Munich


Esta estación de servicios ubicada en la avenida Bella Vista cruce con la calle Soledad, actual 89E, es la más vieja que se encuentra activa en la ciudad. Abierta en 1912 era propiedad de un comerciante alemán quien también poseía un bar del mismo nombre ubicado frente a ella, pasando la calle, por lo que el nombre deriva de este establecimiento, algunos afirman que este mismo señor era dueño del bar Berlín que tras cambiar de propietario se llamó American Bar y fue muy famoso en los cruces de la misma avenida Bella Vista con la actual 5 de julio o calle 77. Lo cierto del caso es que la bomba en el momento de su apertura se encontraba en las afueras de la ciudad y la variedad de servicios que prestaba la transformó en la mejor por muchos años, cambiando el concepto de bomba de gasolina. Se comercializaron en sus instalaciones: cauchos, tripas y baterías Atlas. Más tarde los bombillos de la misma marca  manufacturados por la General Electric para autos, autobuses y camiones. Aceite para el motor, correas, periquitos y una gama de productos que lograron, a pesar del cambio variado de propietarios y de empresas petroleras a las que ha servido, que la misma pasara la centuria en actividad. Fue construida originalmente con materiales típicos de las antiguas viviendas de la ciudad, con paredes frisadas de mampostería y techo a cuatro aguas, de madera, caña y tejas,  pisos de cemento, dos surtidores, que junto a los carriles para automóviles se encuentran bajo un solo techo que cubre también una amplia habitación que hace las veces de oficina y venta de productos. Sus paredes laterales pintadas con anuncios publicitarios y paisajes hacen el lugar pintoresco. Frente a ella pasaba el tranvía. Está incluida en el catálogo del patrimonio cultural venezolano. 

Yemeo


Esta palabra nada tiene que ver en nuestro dialecto con la yema de huevo pero si con la de los dedos. Es de mediana data en nuestra habla local y se ha hecho popular últimamente. La misma señala el hecho de corrupción que realiza una persona al dar dinero a otra para gozar, antes de los que lo anteceden un servicio o producto. Se observa en establecimientos como bancos, estaciones de servicio, venta de productos regulados, etc.  Es una práctica común a nivel nacional durante mucho tiempo. De la misma deriva otra que llaman en el ámbito local pescueceo. El nombre viene dado al hecho que los billetes se cuentan usando las yemas de los dedos. “En la bomba del 8 el yemeo juega marullo”

Casa de palomas

Este término señala una construcción generalmente de madera hecha para la cría de palomas o la estancia de estas, es más pequeña que los llamados palomares. En nuestro dialecto también se usa para señalar peyorativamente una construcción o vivienda cuyas dimensiones interiores de sus habitaciones es muy pequeña, lo que llaman en otras latitudes de la misma manera despectiva, casa de muñecas. Se comenzó a hacer popular en esta connotación en los años 60 y 70 cuando entes gubernamentales comenzaron a construir viviendas de interés social con estas características. Pero existe otro significado más puntual, reciente, local y popular en el cual se le llama de esta manera a las viviendas tipo chalet, sin importar las dimensiones de sus habitaciones, ya que está relacionado por la forma, de cierta manera similar, de estas en relación con la de las aves. “Fundabarrios está construyendo casas de palomas” “Eladio se mudó a una casa de palomas en una villa al norte de la ciudad

Rayita


Esta palabra es el diminutivo de raya y en nuestro dialecto también identifica a un entretenimiento que fue muy popular hace algunas décadas y que según algunos emigró desde las cárceles y las calles a la vida común. El mismo es sencillo, ya que se marca una raya en la arena que sirve de límite y desde un punto establecido por los jugadores, se lanza una moneda y la que quede más cerca de ella resulta la ganadora. Hay muchas variantes y tipo de premios. En el campo lúdico infantil o juvenil no existen apuestas, pero en el de adultos las mismas van desde ganar las monedas perdedoras hasta hacer apuestas. No es un juego local ni autóctono, solo el nombre tiene algo de esto. Es poco habitual actualmente en las ciudades pero si es común en poblaciones pequeñas.

martes, 19 de febrero de 2019

Salchimanguera


Esta es una palabra de nueva data en el dialecto, la misma es compuesta ya que proviene de salchicha y manguera y se identifica con la misma a una variedad de este embutido que se ha hecho popular en los negocios de víveres y charcuterías de la ciudad. La misma es proveniente y por lo tanto fabricada en la capital colombiana y tiene una medida de 40 cms de largo, siendo mixta de carne y pollo. Aunque el nombre podría ser producto de la comparación del largo de ella con el instrumento llamado manguera, en este caso es el nombre comercial colocado por el fabricante con el que se comercializa. “Me voy a poner a vender salchimangueras”

Sacarse la yuca


Esta expresión es de cierta forma popular en nuestro dialecto y la misma nada tiene que ver con la siembra de este tubérculo. De esta manera se señala el hecho que alguien logre dejar salir o ejecute una acción que tiene reservado por diversas razones, entre ellas la de no ofender a otra persona; de tal modo que al lograrlo se hace catarsis. Igualmente se usa para indicar señalamientos repetitivos de algo en forma de reclamo, resultando el mismo el nombre del tubérculo. Aunque parezca extraño el término no deriva del alimento sino que es una variante de la misma expresión traída por los españoles quienes señalaban con esta el hecho de hacer crujir los dedos de las manos como forma de relajarse ante algo que lo angustie o estrese. De tal modo que es de vieja data en cuanto al significado original pero de mediana en cuanto al dado en nuestro habla. “Por fin me saqué la yuca, le dije sus cuatro a Israel” “Sacáte esa yuca y deja de fastidiarme”  


lunes, 28 de enero de 2019

Cometa


Con este nombre se identifica a un cuerpo celeste y también en otras regiones a los volantines o petacas y aunque en nuestro dialecto también se usa en estas connotaciones se le agrega una más puntual en la cual se señala con este nombre a las personas cuya visita o aparición es muy separada, o sea aparece muy de vez en cuando. Deriva esto de la comparación al cuerpo astronómico que tiene esas características. En el terreno estudiantil igualmente se le endilga al que falta mucho a clases y sus inasistencias son mayores que sus asistencias. Es una palabra de uso frecuente, aunque últimamente ha dejado de ser usada. “Llegó el cometa Andrés, mijo ¿qué es de tu vida” “Tengo un primo que es un cometa y todavía así pasa”

Karmatico (a)


Si bien esta palabra no es autóctona y el significado de señalar a alguien que recibe de regreso los hechos malos o buenos que ocasiona, es aceptado, en nuestro dialecto se usa más generalizadamente para indicar a las personas que les ocurren muchas desgracias o aquellas que se angustian por cualquier inconveniente y no buscan solución al mismo. También se le endilga como adjetivo a quienes poseen un carácter díscolo y son propensos a enfrentamientos, generalmente banales. Es de nueva data y se hizo popular a partir de los 60 cuando el contacto con las religiones hindúes y orientales se puso de moda y las sectas de los Hare Krishna pasó a ser un grupo urbano frecuente. “Esa mujer tuya es karmatica, tenéis que mandarla pal congo”

viernes, 18 de enero de 2019

Estar como las casitas de Inavi

Este es un halago un piropo que se hizo popular en la región desde la década de los 80. A muchos les parece grotesco u ofensivo, pero el significado del mismo no lo es. Se le llama así a las mujeres de baja estatura pero bien proporcionadas. Es una comparación al hecho que en esa época el gobierno promocionaba las casas de interés popular que construía el “Instituto Nacional de la vivienda” cuyo acrónimo es “Inavi” como poseedora de todas las comodidades, algo que la mayoría no compartía ya que según el habla popular eran muy chiquitas. De allí deriva ese piropo que completamente es “Estáis como las casitas de Inavi, chiquita pero con todas las comodidades”
Es incierto si de la región pasó a otras regiones del país o si fue al contrario, pero es común escucharla en otros lares para señalar a las mujeres jóvenes con las descripciones ya hechas. Lo cierto del caso es que acá no se limita usarlo en cualquier mujer, sin importar la edad.