Además
de señalar una jerarquía católica esta palabra identifica en nuestro dialecto a
un plato culinario de vieja data que era popular en el sector de Santa Rosa de
tierra, el cual es una especie de embutido hecho con el estómago del cochino
hervido por un largo tiempo, el cual se rellena con el hígado, corazón y riñones
del animal, picados en trozos pequeños junto a ajíes, cebolla larga y de cabeza
y pimentón rojo, condimentados estos con orégano, ajo, sal y pimienta. Es una variación
de un plato colonial del mismo nombre que tiene muchas variantes históricas en
cuanto al nombre, una de ellas que fue preparado por primera vez para agasajar
a un obispo. “Mi bisabuela hacía obispos todo los años en julio”
lunes, 30 de septiembre de 2013
Mal de rabia
Esta palaba
identifica además de esta condición, a un dulce tradicional maracucho que ya
poco se ve, su ingrediente principal es el plátano bien maduro cortado en
ruedas gruesas, el cual se pone a cocinar en agua con panela, clavitos de olor, palitos de canela y
el jugo de un limón, hasta que los componentes formen un melado y queden
espesos. Hay quienes también los hacían con guineos bocadillos muy maduros y quienes en lugar de panela le colocaban azúcar.
Su nombre proviene del hecho que al hervir se le forma una espuma blanquecina
parecida a la que expulsan los perros con mal de rabia. También se le llama
Malarabia. Era común en los hogares zulianos. “Mi tía hizo un mal de rabia vergatario”
“Ya los dulceros no venden el mal de rabia”
Manga
Este
nombre con el que se identifica a los comics eróticos japoneses o las piezas de
las camisas o trajes que cubren los brazos, nuestro dialecto también lo tomó
para señalar unas variedades de mangos comunes en nuestra tierra los cuales son
más grandes que los normales. Muchos de ellos tienen un sabor que es dulce y
acido a la vez y decimos que sabe a trementina, algo sin lógica ya que esta no
se toma. Igualmente el llamarlo de esta manea no indica que no tenga hebras ,
tal como define esa condición muchos agricultores. Es de uso común. “En la casa
de Violeta hay unas matas de manga que dan unos que no saben a trementina”
Maifrén
Esta
palabra es la pronunciación de la inglés My Friend que significa mi amigo y que
gracias a la penetración norteamericana con motivo de la explotación petrolera
se hizo popular en muchas regiones del país, nuestro dialecto no la tomó como
una forma literal del sentido de la misma sino que es usada como forma
indeterminada de saludo o jocosa cuando es hacia un extranjero e incluso en
muchos casos como apodo. A comienzos de siglo se usó en el Distrito Sucre para
llamar así a los jamaiquinos, curazoleños y trinitarios que contrataban para
trabajar en la explotación de la caña de
azúcar. “Epale maifrén como está la verga” “Esos maifrén que trajeron no
entienden un carajo de español”
Buchito
Esta
palabra tal vez ya haya desaparecido en la connotación que describo que nada
tiene que ver con buche ni el diminutivo de este, se usó a principios del siglo
20 en el entonces Distrito Sucre del Zulia para señalar con la misma a los
jamaiquinos, curazoleños y trinitarios que contrataban como mano de obra en la
explotación de la caña de azúcar. También le decían monkis o maifren. “Llegaron
cincuenta buchitos anoche”
Enyoyao
Esta
palabra es de uso común en nuestro dialecto y se usa en otras regiones y aunque
con algunas connotaciones similares no todas coinciden. Llamamos de esta manera
algo que se encuentra enredado o enmarañado, también al cabello cuando por
diversas causas se le hacen rulos. También
se usa para señalar situaciones confusas o algún problema que no se sabe cómo
resolver. Proviene del entretenimiento llamado yoyo en el cual se enrolla la
cuerda para que pueda funcionar. “Fui a la piscina y me quedó el pelo enyoyao” “Mija
laváte el pelo que lo tenéis enyoyao” “Carlos anda enyoyao con el problema de
su hermano”
domingo, 29 de septiembre de 2013
Confidente
Esta palabra ya está casi desaparecida, es
asimilada al dialecto y su uso era muy común hace algunos años, con ella señalábamos
al mueble de dos puestos que formaba parte de los enseres del hogar y que lo sigue
siendo pero con otro nombre. Es una invención francesa del siglo 19 que nace de
la combinación de dos sillones o sillas de respaldo bajo de manera opuesta
formando una S, que permitía a sus ocupantes conversar sentados estando frente a frente, por esa
razón también le decían conversadores. Pero finalmente reemplazado por los
sillones de dos puestos juntos a estos le siguieron llamado así hasta que la
moda y el mercado impusieron el nombre actual que es sofá. “Pasá y sentáte en
el confidente pa que descanséis un rato”
Columpios
Esta
palabra identifica a una distracción infantil muy popular en la cual a través de
una silla y cuerdas o cadenas los niños se balancean hacia delante y atrás pero
en nuestro dialecto no solo llamamos así al mencionado sino que generalizamos y
le damos ese nombre a los parques de
distracciones de este tipo, los cuales tienen otros aparatos que cumplen
diferentes funciones como los toboganes, sube y baja, etc. Al igual que el caballito dio nombre a las
diversiones mecánicas, el columpio lo hizo con estas otras e incluso a parques
que no lo tienen también se lo decimos. Es de uso común. “Vamos pa los
columpios que pusieron en el parque”
Bajar bandera
Esta
expresión de nuestro dialecto común entre los comerciantes de la etnia guajira
nada tiene que ver con banderas o algún acto en la cual participan estas, la
usan para informar o comentar que han hecho la primera venta del día. Es de uso
común en el Municipio del mismo nombre pero no tanto en la capital. Es una
analogía al hecho que bajar la bandera es el comienzo de algunas cosas. “Al fin
bajé bandera”
Esfondase
Esta palabra
a pesar de ser asimilada y ser usada en otras regiones tiene características particulares
en nuestro dialecto, su significado general es romperse el fondo de algo pero
para nosotros también es cualquier abertura producida o natural en algún envase, recipiente o lugar. Además con
esta grafía la usamos en futuro en lugar de esfondar y le suprimimos la r.
Sigue siendo usada en los pueblos de pescadores o campesinos y fue traída acá
por los marinos gallegos. “Se esfondó la caja de los juguetes” “Ojalá se te esfondase
un caucho”
¡Oooh!
Esta exclamación
es identificativa en nuestro dialecto de los jobiteros, habitantes de este pueblo
situado en el Municipio Miranda en la costa oriental norte del lago, quienes la
anteceden a un contrasentido de la situación que les hace decirla. Como es lógico
no tiene significado y en ocasiones fonéticamente dado su forma de hablar se
escucha con J antecediéndola. Al parecer tiene raíces andaluzas. “Oooh y estais
finita” “Oooh y te pelaron”
Aguacero mata sapos
Esta es una
expresión común en nuestro dialecto, con la misma se señala la lluvia
torrencial que cae y que en muchas ocasiones va acompañada de tormenta eléctrica.
Debe el calificativo al hecho que según la misma hay tanta cantidad de agua que
los sapos se ahogan, algo más jocoso que real ya que esto no ocurre, pero existía
una vieja creencia que este animal no sabía nadar y de allí tal vez se
desprenda la expresión. Es autóctona. “Cayó
un aguacero mata sapos y la casa se inundó”
La cabimera
Esta
palabra identifica además de alguna persona del sexo femenino oriunda de Cabimas
al plato más popular de esa ciudad de la costa oriental del lago, se trata de
una arepa que se fríe, se corta en cuatro pedazos y se coloca en un plato y sobre
ella se le colocan los ingredientes, los cuales son variados y al gusto del comensal,
estos son: Jamón, queso amarillo, queso rallado, huevo, carne o pollo mechado,
salsas y repollo o en su defecto lechuga y tomate e incluso hay quienes también
le agregan pernil o camarones. Se le atribuye a Juvenal Ochoa esta multisapida
creación culinaria que comenzó vendiendo a los obreros petroleros a principio
de los 70 en “la esquinita de la fuente” un pequeño local de comida rápida en
ese entonces. “Me traéis dos cabimeras de que Juvenal”
sábado, 28 de septiembre de 2013
Creyón
Esta
palabra es común en todo el país, de hecho es un venezolanismo con el cual se
le da nombre a los lápices de colores que la Real Academia llama crayones, pero
en nuestro dialecto la usamos también para señalar a las personas que se creen todo lo que oyen o
les dicen e igualmente a quienes son echones o se creen lo mejor o que siempre
creen tener la razón. En estos últimos casos es un mal uso del verbo creer y
nada tiene que ver con los lápices. “Me regalaron una caja de creyones” “Al
creyón de Luis lo carga la novia mojoniao” “Vos sois un pobre creyón que pensáis
que sois la pepa er queso”
Hasta los poleros
Esta es una
expresión muy popular y autóctona en nuestra región y dialecto, la usamos en diferentes
circunstancias, todas asociadas con el hecho de ser algo tan obvio, sabido o
barato que hasta estos vendedores de polos o helados lo saben, conocen o
tienen, siendo según la gente los que realizan uno de los trabajos más duros y
peor remunerados. Por ejemplo si alguien no conoce una noticia o brollo
decimos: “Que molleja si hasta los poleros lo saben”. Si alguien no sabe hacer
algo decimos “Hasta lo poleros lo hacen”. Si alguien no tiene algo que está de moda
exclamamos “Hasta los poleros lo tienen”.
La mojaita
Esta
palabra tan particular además de identificar en diminutivo algo femenino mojado,
es el nombre de una delicia gastronómica autóctona y preparada y vendida en las
parrillas de Omar al lado de Santa Rosalía. Esta conformada por arepa bañada con guiso simple de bollos pelones,
a la que
se le agrega como relleno sobre ella carne asada vertida en una paila con
bastante mantequilla, tomate y cebolla, además de salsas e incluso hay quienes
le agregan jamón y queso.
Se ha
convertido en tradicional dentro de la oferta gastronómica de comida rápida de la
ciudad. “Tenía tanta hambre que me comí tres mojaitas a que Omar”
viernes, 27 de septiembre de 2013
Salchiqueso
Con esta
palabra identificamos en nuestro dialecto a una variación del tequeño que era
muy popular hace poco pero que ha ido desapareciendo tal vez por los costos del
relleno. Se trataba de un tequeño relleno de salchicha y queso. Sin embargo la
palabra sigue identificando a un pan de perro caliente que contiene una salchicha,
una tira de queso cebú, papita frita rallada, verduras y salsa, que es muy
consumido en los puestos de comida rápida y que en algunas regiones también le
llaman igual pero que a diferencia de acá se prepara con la salchicha rellena
de queso que se comercializa como embutido, de la cual esta delicia culinaria
tomó el nombre. “Me comí 3 pasteles y 4 salchiquesos en el desayuno” “Picháme
unos salchiquesos en Indio Mara”
Chiclitos
Esta
palabra fue muy popular en nuestro dialecto hace algunos años y aunque de
cierta manera es el diminutivo de chicle, la usábamos para identificar una
variedad de ellos que venían en bolsitas y eran de tamaño pequeño, se comercializaban
con el nombre de mini o miniaturas, el empaque tenía la cara de un payaso y la
sonrisa de este era la parte transparente de la misma. Fueron popularizados por
la empresa Chiclets Adams, posteriormente salieron de otras empresas y la gente
siguió llamándolos así. Aún se consiguen pero ya no los llaman de esa manera. “Dame
una bolsa de chichlitos”
Postal
Nada
tiene que ver con postales esta palabra muy usada en nuestro dialecto en la
zona de La Cañada, alrededores y hasta en la capital y otras regiones del
mismo. La misma es una deformación de poste y con ella se señala a estos
objetos que se colocan verticalmente y son de diferentes materiales que se
colocan cumpliendo múltiples funciones. Ha sido de uso común en la zona
primeramente mencionada. “Mi primo estrelló el carro contra el postal que está
en la esquina”
¡Que mengoña!
Esta
expresión es un eufemismo de ¡Que molleja! y se usa de la misma manera, es una
exclamación sin significados que comúnmente se usa como muletilla o como adverbio de cantidad. Nada tiene
que ver con la mengoña que es un relleno para comidas. “¡Que mengoña de calor hay!”
Marca pollito
Esta
palabra aún se escucha pero hace unos años era muy popular, con la misma se
señala algún producto sin marca o con alguna marca nueva o desconocida. Nace el
término como consecuencia de una campaña
publicitaria en la cual se ofrecían productos sin marca, con precios más bajos,
y los identificaban como tapa amarilla y
dado el color la gente en la región le llamó así. “Compré un litro de cloro
marca pollito”
jueves, 26 de septiembre de 2013
Golillón
Esta
palabra es asimilada a nuestro dialecto, estuvo de moda en los años 80 en
muchas regiones del país, incluida la nuestra y ahora se escucha muy raramente.
Con la misma se señala una oferta o algo que está a muy bajo precio o es una
oportunidad única. Era de uso muy frecuente en los buhoneros o vendedores. También
se usó como sinónimo de grande, producto esto de la botella de un tercio de
cerveza Zulia, que era de color ámbar y verde y que la llamaban así. “Aprovechá
ese golillon de zapatos” “Ese golillón de camisa me queda grandísima”
Tuniao
Esta
palabra es de nueva data en nuestro dialecto y nada tiene que ver con tunas, se
hizo popular primeramente para señalar carros con adornos y es una deformación fonética
de la palabra inglesa “Tuning” cuyo significado es poner a punto. Actualmente
se usa con otras connotaciones además de la original, las mismas son: Para
señalar las reformas o decoraciones que se le hacen a algo o algún lugar, para
indicar la buena pinta o la escandalosa que se pone alguien y hasta para endilgárselo
a quienes se hacen algún tipo de arreglo de cirugía plástica. Se usa también en
otras regiones pero no con todas las connotaciones de acá. “Ese carro quedó
bien tuniao” “Voy a tuniar el cuarto” “La vecina se tunió y se las puso mas
grande”
Crema Reina
Esta
palabra en nuestro dialecto no identifica a una tradicional crema hecha a base
de pollo, zanahoria, papas y otros ingredientes que trajeron los españoles y que formaba parte
de su tradicional cocina, aunque tal vez el nombre sea tomado de ella; con la
misma nosotros señalamos a un también tradicional sabor de helado fabricado por
la empresa Alfa, considerado el mejor por muchos de quienes se deleitan con el
mismo, el cual está compuesto por helado de vainilla con pasas y un toque de
ron. “Compráme un helado de Crema Reina mollejúo”
martes, 24 de septiembre de 2013
Verano
Esta
palabra que es común en nuestro dialecto, además de identificar a una de las
cuatro estaciones se usa para indicar el
largo periodo de abstinencia sexual que tiene una persona de cualquier sexo,
tiene su razón en dos comparaciones que se hace de la situación con ella, la
primera que es la más caliente y la segunda que es la más larga en nuestro
país, ya que por nuestra situación geográfica solo existen dos. Aunque se hizo
popular en los años 50 por una película llamada “un largo y ardiente verano”
donde los protagonistas pasaron toda esta estación del año deseándose sin tener
relaciones. Es asimilada y se usa también en otras regiones y en el vecino país. "Cargo un verano
arrecho"
Veraniao
Con esta
palabra señalamos en nuestro dialecto la urgente necesidad de relacione sexuales
que posee cualquier persona de ambos sexos por el largo periodo de abstinencia
experimentado, debido a diversas razones. Es la consecuencia de pasar el o los
veranos sin tenerla. Es de uso común y puede considerarse un eufemismo y un sinónimo
de este. Se usa con la misma connotación en el vecino país y otras regiones del
país. “Ando tan veraniao que ya me gustan hasta las escobas”
Tirarse a lo buchón
Esta es una expresión muy cotidiana en nuestro
dialecto, con la misma se señala el hecho o la acción que se ejecuta
impulsivamente o sin pensar las consecuencias o el resultado que podría
proporcionar el hacerlo, es una comparativa con la caída rápida de esta ave,
tan común en nuestro lago, para atrapar los peces, aunque cabe acotar que esta
no lo efectúa impulsivamente sino que lo hace bien planificado. Es de vieja
data. “No te vais a tirar a lo buchón con la compra de esa casa”
lunes, 23 de septiembre de 2013
La cocina
Esta es
otra palabra a la que le he agregado el pronombre para diferenciarla. Es de uso
común en nuestro dialecto y con ella señalamos los asientos finales de los buses o microbuses que prestan el
servicio de transporte urbano y extraurbano que a diferencia del resto van juntos,
son los más calientes e incomodos. Generalmente son cinco y por ende también se
le dice así a la parte posterior de estos transportes. Tiene su génesis, además
de la temperatura al hecho que la disposición de las habitaciones en las casas
tradicionales la cocina se encuentra en la parte posterior. “Llegué con dolor en el espinazo porque me
tocó viajar en la cocina”
domingo, 22 de septiembre de 2013
Mengoña
Esta
palabra aunque identifica en el centro del país un tipo de relleno para arepa
que consiste en Diablito con mayonesa, nuestro dialecto la tomó para señalar
una variante del mismo al cual se le agrega salsa de tomate y queso rallado,
generalmente del tipo semiduro. Se usa y come en la zona limítrofe con el
Estado Lara y también en Carora y el preparado no solo sirve para arepas sino también
para otros alimentos. “Voy a echarle mengoña a esos panes”
Guayascao
Esta
palabra en nuestro dialecto se escucha en la zona limítrofe con el estado Lara,
en los pueblos de esa zona de ambos Estados e incluso en la ciudad de Carora. Con la misma se identifica a los
miembros de la agrupación Boys Scout, presente en nuestra región desde 1813. Es
una deformación fonética de esta palabra inglesa que significa “niños o jóvenes
exploradores”. “Inscribí a mi hijo en los guayascao”
Ecito
Esta
palabra se usa en nuestro dialecto como una aféresis de pobrecito y no es antónimo
de pobre o pobreza. Es una expresión de lastima para una persona que enfrenta
una situación o momento desafortunado. Es una forma de cierta manera cariñosa
con la cual se intenta demostrar que si se está preocupado o se siente la
desgracia del otro. Los aféresis como
muestra de cariño son comunes en nuestra forma de hablar. “Ecito, se le murió
el perro”
Cúgele
Esta palabra es de vieja data en nuestro
dialecto y también se usa en otras regiones, con la misma se azuza al perro para
que este ataque o ladre a alguien. Es una voz que muchos consideran una
deformación de cógele, tomada tal vez como forma burlona de alguna mala
pronunciación de algún extranjero que al final quedó así. Se usa también como
manera de decirle a una persona que enamore a otra del sexo contrario “Cúgele
Nerón” “Cugéle Darío a Ana”
Chupeticas
Esta palabra además de ser el diminutivo de chupeta se
usó limitadamente entre los que se encuentran en el mundo de la música y la
radio entre los 70 y 80. Con ella se señalaba las canciones en inglés u otro idioma
que estuvieron de moda en esa época. En los 70 eran las que estaban en ese
momento pegadas y en los 80 las viejitas que lo estuvieron una década anterior y
más. Esto producto del éxito en los 70 de un programa de radio llamado Chupetas Ácidas del entonces joven locutor Gerardo Pozo, quien bautizaba las canciones
de ese modo. Fue sustituido el término por uno menos autóctono y más común en
otras regiones del país el cual es Chatarritas, el cual engloba todo lo viejo y
no solo esas épocas. “Tengo un CD de las mejores chupeticas”
Te la tiráis de bueno
Esta
expresión es usada en nuestro dialecto, casi solamente en el Municipio Insular
Padilla y aunque la misma hace mención a quererse pasar por bueno su
significado no es exactamente ese sino que con ella se señala que alguien es pícaro,
embustero e incumplidor con los compromisos que adquiere pero que al final todo
el mundo sabe de su proceder ya que habita en pueblo pequeño. Es de uso
corriente. “Te la tiráis de bueno y no te acordáis de pasar por el negocio a
pagar la batería”
Enepeí
Esta
forma de decir las siglas o comienzos de palabras compuestas no es de tan nueva
data en el dialecto, pero si es más común recientemente el uso de las mismas. Esta palabra es un
eufemismo que se usa para no pronunciar la expresión “Ni Puta Idea”, o sea no
tener conocimiento de algo que se le pregunta o no sabe y se escribe NPI. “No tengo ni enepei de
matemáticas”
Singasolito
Este es
el nombre de un ave marina muy común en nuestras costas y en las de América, el
nombre que en otras regiones se les da es Playero coleador. Mide aproximadamente
unos 19 cms y pesa como 40 gramos. Es de color amarronado en la parte superior
y blanco en la inferior, con patas cortas. Debe su nombre según algunos al movimiento
constante de su cola de arriba hacia abajo cuando camina, que es similar al
acto de singar o tener relaciones sexuales, por lo que en oriente lo llaman
culiá culiá. Algunas personas los confunden con gaviotas. Este nombre se usa también
en otras regiones del pais. “En la isla de San Carlos hay un mollejero de
singasolitos”
Meter la mano
Esta
expresión es común en nuestro dialecto y se usa en otras regiones también, su
significado es variado aunque el más recurrente es el que indica ayudar a otra
persona en algo, también se utiliza como manera de indicar que se va a dar un
golpe y en otras ocasiones con todas las connotaciones de una frase más
extendida que es meter mano, la cual es revolver, robar, etc. Tiene su génesis en
otra expresión que es dar una mano, ya que figurativamente eso es brindar apoyo
físico. “Voy a meterle la mano a mi hermana” “Le voy a meter la mano a Hugo si sigue ladillando”
Dalero
Esta
palabra identifica a un personaje popular en las calles de todo el país, es de
muy nueva data en nuestro dialecto y el uso de ella es limitado. Es esa persona
que cuando movemos el vehículo del lugar donde lo estacionamos nos guía para
que no choquemos o nos choquen. Muchas veces es el mismo que nos lo cuida pero
otras veces no. Recibe este apelativo ya que para guiarnos usa recurrentemente la
palabra “dale”. “Si no es por el dalero me chocan saliendo del
cine”
Figurines
Si bien
es cierto que esta palabra define en la Real Academia al dibujo o modelo
pequeño que se hace para confeccionar trajes y adornos, nuestro dialecto asimiló
esta palabra pero desde otra definición que es la que define así a la colección de dibujos de confección y
revista que los contiene. Por lo que conocemos a esas publicaciones de esa
manera, y aunque también usamos la primera connotación es más común llamarla
patrones. Se usa en otras regiones. “Mi madrina trajo unos figurines de Francia”
Estimbote
Esta
palabra ya poco se usa, con la misma en nuestro dialecto se señala algo o
alguien de tamaño grande o muy grande, tiene su génesis del hecho que el primer
barco a vapor que llegó a la región se le llamó así, producto de una deformación
fonética de la palabra inglesa steamboat, que traducido es bote a vapor, por lo
que se hace referencia y comparación al tamaño de este, el mayor en ese
entonces, cuando se le endilga a una cosa o persona. “Mirá ese estimbote de mujer”
viernes, 20 de septiembre de 2013
Marea alta
Esta
palabra que define el movimiento de las olas es usada por los pescadores para
indicar que el nivel del mar o el agua subió y nuestro dialecto también la tomó
para definir una situación en la cual hay muchas personas en algún lugar,
tomando en este caso forma de adverbio de cantidad, pero también se usa para
señalar que alguna confrontación, discusión o disgusto se encuentra en el peor
momento. Es de uso común. “En el supermercado está la marea alta” “No paséis
por la casa que está la marea alta con el problema de mi hermano”
Botao
Si bien
esta es una forma del verbo botar y se usa de diversos modos como acción o
efecto de arrojar o tirar algo, también como forma de decir que algo está a muy
bajo precio y en otras regiones de país le dicen así a las cosas excelentes, en
nuestro dialecto se usan las dos primeras y una más autóctona que relaciona a
la palabra con otros verbos que son extraviar u olvidar e incluso en otras ocasiones
para algo que está arrumado en algún lugar. De manera que al hecho de dejar
algo olvidado, que se nos extravíe o dejemos tirado algo decimos que lo hemos
dejado o que está botao. Es de uso común. “Hender dejó botao el traje de baño a
que su tía” “El bolígrafo tiene una semana botao” “Recogé lo que tenéis botao
en el piso o te los tiro al aseo”
Frincoñete
Este nombre
se le da en nuestro dialecto a una especie de dulce que se preparaba en muchas
casas de la ciudad y que por tener ingredientes comunes y económicos además de
no necesitar ningún tipo de cocción era popular. Para el mismo solo se
necesitaba yema de huevo, la cual se batía con un tenedor o una paleta de
madera en un recipiente y se le agregaba azúcar al gusto. Esto producía una
mezcla granulada que dependía su consistencia de la cantidad de esta que se usara.
Se comía con una cuchara y era una delicia sobre todo para los niños. Algunos
le agregaban vainilla. Era un alimento proteico. Ya es raro verla. ”Papá me
preparaba frincoñete todos los fines de semana”
Desconsuelo
Esta
palabra cuyo significado general es la falta de consuelo o la falta de alivio a
alguna pena o molestia, también se usa
para señalar desfallecimiento y debilidad de estómago, pero en nuestro dialecto
se le agregó una nueva connotación en la cual se señala con la misma a la
disminución de la potencia muscular que
generalmente ocasiona dolor en ellos y otras partes del cuerpo, por diferentes
razones, entre las que están faltas de vitaminas, neuritis, distensión, etc.
“Tengo el brazo desconsolao” “Cargo un desconsuelo en el muslo”
jueves, 19 de septiembre de 2013
Chuki
Esta palabra se usaba en nuestro dialecto como
onomatopeya del ruido del jergón de la cama ante los movimientos que se hacían en
ella, razón por lo cual la repetición de la misma era una forma de decir que se
tenía relaciones sexuales. Ahora dado el éxito de una serie de películas donde
un muñeco diabólico tenía ese nombre se usa como sinónimo de feo y también de malo,
cualidades que el antes nombrado poseía. Ambas connotaciones siguen utilizándose
pero es más recurrente la segunda. “Estabas haciendo chuki chuki” “Ese hijo de
Marlene es un chuki” “El chuki de Luis me rompió un vidrio”
Tanquiar
Esta palabra es de uso reciente en nuestro dialecto, es
producto de la inmensa inmigración de habitantes del vecino país que tienen
residencia en nuestra región, que en épocas coloniales formó una sola
provincia. Con la misma se señala al hecho de colocar lleno o ful el tanque de
gasolina de algún vehículo. Como detalle
curioso tenemos que no se usa para señalar la acción en cualquier otro tipo de
tanque. “Voy a tanquiar antes que se haga la cola”
Veis
Esta palabra a
pesar que también se utiliza en nuestro dialecto para indicar que se ha
percibido algo a través del sentido de la vista, es más común como manera de
afirmar recalcadamente alguna indicación hecha con anterioridad, esta puede ser
advertencia, opinión, etc. Sustituye en
muchas frases a otros verbos, como saber o enterar. Es de uso frecuente y hasta
tradicional en nuestra habla. “Veis que llovió como te dije” “Vos veis que es
asi”
miércoles, 18 de septiembre de 2013
Orejero
Esta palabra ya casi no se escucha en la connotación de hace
algunos años en nuestro dialecto, la misma no tenía nada que ver con árboles ni
con la acción de decir lo que se oye, se señalaba con este apelativo a las
personas que eran astutas e ingeniosas, ya que según la gente una persona que
pone atención a lo que se habla termina siendo muy hábil a la hora de ejecutarlo,
por lo que también se le decía así al buen escuchador. “Decíle a Gumersindo que
te haga eso que ese carajo es muy orejero” “El orejero de mi hijo hizo un
cuchillo con una hoja de segueta”
Engrifao (á)
Aunque esta palabra es asimilada en nuestro dialecto y se
usa en otras regiones y lugares como sinónimo de erizarse o parársele los pelos
ante alguna circunstancia, en nuestro dialecto también se utiliza para señalar
alguien que no se ha peinado y por lo tanto tiene su cabello revuelto e
igualmente para señala el estado o disposición de alguien para discutir o
pelear con otra persona por cualquier motivo. Es de uso frecuente. “El frío me
tiene engrifao” “No le habléis a mi mujer que anda engrifá y te va a formar un
verguero”
Baño de gato
Esta expresión es común y popular en nuestro dialecto,
con la misma no se señala ningún acondicionador o acción de bañarse este
animal, es una forma jocosa y a veces resignada, dada la escasez del líquido en
muchos hogares, de expresar que alguien se ha bañado rápidamente o con poca
agua, por diversas razones entre la que está el no gustarle hacerlo. En la
mayoría de las ocasiones no se usa ni siquiera jabón en estos casos. “Me doy un
baño de gato y nos vamos”
Peretero
Esta palabra nada tiene que ver con frutas ni árboles, significado
que le da la Real Academia, en nuestro dialecto es una de las múltiples maneras
que a través de los años se le ha dicho a los enseres, tanto los que se usan
como los viejos o los que no sirven. Es el plural de pereto y ya es una palabra
de poco uso. “Recogé tu peretero y largáte”
Pisicorre
Esta palabra sale del entorno beisbolero donde se llama de esa manera a la jugada donde un corredor gana una base por
medio de un flay a los jardines, a pesar que el bateador, dado que este es
capturado es puesto out. Nuestro
dialecto además de usarla en ese deporte la tomó como sinónimo de la acción de
engañar o que alguien use alguna artimaña para hacerlo. “A mi suegra le jugó
pisicorre el turco, le vendió una tela que no sirve.”
martes, 17 de septiembre de 2013
El puesto del gallo
Esta curiosa expresión de nuestro dialecto es
medianamente popular. Con la misma no se
hace referencia a algún gallinero ni tampoco a un lugar donde vaya un gallo,
sino a los asientos que se encuentran en los buses y autobuses del transporte público,
exactamente sobre las ruedas traseras del mismo, lo que ocasiona que los mismos a pesar de quedar a la
misma altura de los otros, el piso quede desnivelado hacia arriba en forma de
arco, obligando al que va allí a tomar una posición con las piernas escogidas
similar a la que toma esta ave nombrada para dormir o al pararse en el palo del
gallinero. Es de nueva data. “Prefiero ir parao porque lo único que está
desocupado es el puesto del gallo”
Asiao
Esta palabra era muy común
en nuestro dialecto, aunque parece una deformación de aseado no lo es, ya que
es la misma palabra con un significado que siempre resulta ser un
contrasentido. Se usa como respuesta para expresar negativa o equivocación del
que pregunta, por ejemplo si alguien dice "Vamos a pegárnoslo"
el otro dirá: "Estáis asiao, yo con vos no salgo ni a la esquina".
Como exclamación para indicar lo mismo o contrariedad, como adjetivo para
señalar algo que no está bien y de otras formas más, incluso como muletilla sin
significado. Deriva de la forma subjetiva de estar limpio o ser correcto. Ya no
se escucha tanto. "Estáis asiao si creéis que te voy a prestar
cobres" "Tenéis asiao ese pecho"
Tariar
Nada tiene que ver con tareas esta palabra que es tan
común en nuestro dialecto para señalar la acción de fastidiar, molestar o
importunar una persona a otra. Deriva del hecho que llamamos tara a ese tipo de
persona, como una comparación a los insectos alados que después de llover se
pegan a las luces. “Dejá de tariar porque te voy a espernancar un trancazo”
Pairrol
Esta palabra ya poco se escucha, es de cierta forma una alteración
fonética de la palabra inglesa Payroll. Estuvo de moda hace unos años en nuestro
dialecto a nivel de empresas y comercios donde se le llamaba así a las nóminas
de sueldos, exacto significado de la palabra inglesa que era usada corrientemente
en las empresas petroleras y alternas de esta actividad que dirigían los
gringos. “Hoy me toca hacerle el pairrol a papá”
Sin guevoná ni palito
Esta expresión es común en nuestro dialecto y de cierta
forma es tradicional, con la misma se afirma que algo es sin lugar a dudas como
se dice, como se piensa o aparenta. Muchas piensan que es una combinación de
palabras que sustituye la frase sin palos encima, o sea estando sobrio, lo
cierto es que ha trascendido a través de los años inalterable. “Sin guevoná ni
palito, esa prima tuya esta explotá”
Raspotiao
Esta palabra se escucha en nuestro dialecto en la zona de Perijá y
alrededores, nada tiene que ver con el verbo rasgar que es la forma que es
usada comúnmente en otras regiones, la usan los jóvenes en los centros
educativos como forma de decir que ha sido aplazado o no ha pasado alguna
prueba o algún trabajo que le han mandado a hacer. Es una derivación de raspar
que significa lo mismo. Su uso es limitado. “Me raspotiaron cinco materias”
A toa leche
Esta expresión de nuestro
dialecto se usa en la zona de Perijá y alrededores, con la misma se señala a
las personas de cualquier edad, aunque generalmente se usa con los jóvenes, los
cuales han sido criados por sus padres sin ningún tipo de carencias y le han
sido complacidos todos sus caprichos. En ocasiones tiene sentido recriminativo
ante una mala acción de la persona. Es una forma de expresar que nunca le faltó
la leche. "El hijo de Medardo fue criado a toa leche y está preso por
robarse una vaina"
Mabil
Aunque con esta palabra se identificó en casi todo el país hasta
las década de los 60 a los prostíbulos donde atendían mujeres y que
posteriormente se les llamó burdeles, en nuestro dialecto en la región de Perijá
y alrededores esta palabra no identificaba en un principio a estos, sino que la
misma se usaba para señalar lugares donde se jugaba billar, dados y otros
juegos de envite y azar. Con el tiempo estos desparecieron y fueron tomados
para ejercer la actividad antes descrita. “Gané cien bolívares jugando dados en
el mabil de Sergio”
Calabrote
Esta palabra se usa en nuestro dialecto en la región de
Perijá y alrededores, es raro escucharlo en otras zonas en la connotación que
se le da allá. Se le endilga a las personas que hacen apuestas disparatadas,
generalmente los mismos son ludópatas; en menor proporción también se usa a
quienes tienen conductas igual que las apuestas. Viene del entorno marino donde
la palabra identifica un tipo de nudo y en esa connotación es usado en otras
regiones. “El calabrote de Nemesio no apostó que el suyo ganaba sino que
llegaba quinto”
Chajarrute
Esta palabra se escucha frecuentemente en la región norte
occidental del Estado o en comunidades guajiras en otros sitios ya que es de
ese idioma, significa machete y aunque algunos engloban con la misma cualquier
instrumento de corte lo correcto es la primera nombrada. La correcta grafía es
chajaruuta. Raramente es usado por personas que no sean de esta etnia. “Pasáme
el chajarrute para cortar la mata”
lunes, 16 de septiembre de 2013
Guasinca
Esta es otra palabra del idioma guajiro que en nuestro dialecto es
usado también por personas que no pertenecen a esa etnia, manteniendo el
significado de la misma el cual es aguardiente o licor. Nada tiene que ver con otra
preparada con cocuy de penca y amaranto, ni con la acción de ofrendar licor a
la corte india, ritual que usan los espiritistas dándole el mismo nombre. Para algunos es una deformación fonética. “Compráme
cinco botellas de guasinca”
Facultades
Esta palabra tiene muchas variantes en nuestro idioma y dialecto, es
usada por lo tanto en casi todas ellas, resume una aptitud o potencia para
hacer o soportar algo, pero en nuestro dialecto se le usa también para otra
cosa. La misma se les endilga a los médium, personas que supuestamente tienen
la capacidad de comunicarse con los espíritus o a quienes tienen esa capacidad aunque
no la usen. “El hijo de Noé tiene facultades”
Guatiyusei
Esta es otra palabra que es una deformación del inglés y que tiene
significado contrario a la expresión de donde se tomó, es de nueva data en nuestro
dialecto y es usada por algunos como forma de negar el conocimiento de algún
idioma o de algo que se le pregunta, por ejemplo en esta conversación: “¿Vais
para la playa?” a lo que se responde
guatiyusei y también se usa de manera contraria para preguntar, en ese caso
sustituye los verbos saber, ir u otros. En este caso sería por ejemplo para
preguntar si va: ¿Guatiyusei mañana? Nace del término inglés “What it you say”.
Es de uso limitado.
Pitinglis
Esta es una palabra de nueva data en el dialecto, generalmente
lleva una carga jocosa ya que de esta forma le llaman al idioma ingles las
personas que no lo entienden y que por lo tanto interpretan las palabras según su
fonética, creando por supuesto traducciones incorrectas de las palabras, deriva
de la deformación fonética espininglis que significa hablar inglés ya que la correcta
grafía es Speak English. “Eso que
dijiste está en pitinglis porque no entendí un carajo”
Hornalla
Esta palabra tiene una curiosa historia, ya que se usaba en nuestro
dialecto para señalar el dispositivo metálico que difunde el fuego en las
cocinas y siempre se pensó que era incorrecto y terminó cambiándose por el de
hornilla, pero resulta ser que es al contrario, el correcto es el que se decía
y el incorrecto es el que ahora se dice, pero que al generalizarse es el que se
usa en todas partes. “La hornalla esa está tapada”
Choziar
Esta palabra se escucha ya poco en nuestro dialecto, con
la misma se señala la acción de ir a varias chozas a comprar diferentes cosas,
pero también al hecho de que se vaya a varias de ellas a tomar licor, sobre
todo cuando por alguna razón o motivo las personas se encuentran viajando. Aun se
usa en la segunda connotación aunque ya el término de choza no sea el que se le
da a los lugares donde se llega a tomar bebidas alcohólicas. “Estuve todo el
viaje choziando”
Choza
Esta palabra define a una construcción rustica, hecha de
diferentes materiales y nuestro dialecto tomó el mismo también para señalar las
casas o pequeños establecimientos que vendían víveres, golosinas y otras cosas
en los sectores populares de la ciudad. Rara vez tenían algún registro de
comercio y en ocasiones en las mismas incluso se vendían bebidas alcohólicas.
Era el escalón más bajo de este tipo de comercio. Ya poco se usa ya que ha sido
sustituido por abasto, que en esa época era el escalón siguiente. “Andá pa la
choza y compráme medio de gas”
Terri
Esta palabra es de uso casi exclusivamente de los
guajiros, aunque muchos de quienes trabajan como compañeros de esto la dicen
casi siempre en tono de broma ya que con la misma los guayú señalan a la esposa
o mujer con la que tienen vida marital y muchas de estas en las empresas de construcción
donde estos laboran los días de pagos se aparecen para quitarles el salario para
que no se lo beban. Hay muchos lingüistas que no están de acuerdo que esta sea
una palabra de la etnia, hay otros que sostienen es una deformación fonética y
hay quienes aseguran que es parte del hablar cotidiano de algunos ya que de
acuerdo al grupo poblacional hay diferencias entre la lengua de ellos. “Guajiro
la terri te dejó en el mame” “Terri mia hace chinchorros”
Saca piojo
Aunque a cualquier cosa con la que se podía sacar estos molestosos
insectos se le endilgaba este nombre, en nuestro dialecto se usaba más
frecuentemente para señalar un juego muy popular en las niñas de edad escolar,
aunque ocasionalmente también participaban niños, el cual consistía en tomar una hoja, darle
forma de pico y tomarla como guante, pintándole puntos negros en el interior,
estos simulaban los piojos, luego se perseguía a quienes jugaban con la
finalidad de tocarle el pelo para señalarle abriendo el papel que tenía esos
insectos. Ya no es común. “Voy a hacer un saca piojo para jugar con la vecina”
Derrame
Con esta palabra se señala el desbordamiento de algo que
ya se encuentra lleno o roto, ya sean líquidos u otras cosas y de esa forma la
usamos acá, pero existe una connotación más local con la cual se identifica con
ella a cualquier accidente cerebro vascular que normalmente produce hemiplejia
o muerte. Esto viene dado el hecho de que la gente creía que la sangre se
derramaba en el cerebro. Todavía se usa.
“A Eleuterio le dio un derrame y quedo con medio cuerpo muerto”
Cabimas
Esta palabra identifica a una de las principales ciudades
del estado, la cual debe su nombre a un árbol que los indígenas llamaban de esa
manera y cuyo nombre en otras latitudes es copaiba. Este cuando su tronco es
golpeado expele un aceite, al que le damos el mismo nombre del árbol, que tiene diversas propiedades medicinales y
que también llamamos aceite de palo. Era usado contra las enfermedades venéreas,
sirve como desintoxicante y desinflamatorio, cura la soriasis, herpes y hongos etc,
por lo cual los habitantes del sector le apodan “sánalo todo”. “Echáte cabimas en ese hongo”
domingo, 15 de septiembre de 2013
Embartolar
Esta palabra ya poco se escucha en nuestro dialecto, pero
era común hace algunos años. Con la misma se señala las dificultades
imprevistas que se presentan en algún momento que provocan complicaciones y
enredos en alguna labor o situación que se está realizando o se piensa hacer. Es
de cierta manera un neologismo del significado de bartola, que trajeron los
conquistadores. “A Raúl se le embartoló todo por las lluvias” “Ando embartolao
porque la mujer se enfermó”
Aseo
Con esta palabra
se identifica a la acción de hacer limpieza de algo, ya sean pisos, paredes,
dientes, etc. Y en todas las usamos correctamente en nuestro dialecto, pero
existe una connotación que es autóctona en la cual identificamos de esta manera
no a la acción de asear sino a los contenedores de basura donde echamos lo que
hemos limpiado. Deriva esto del hecho que al servicio recolector de
desperdicios se le llama aseo urbano. Es una transferencia de significados. Es
común todavía actualmente. "Recojé eso o te los boto al aseo"
"Echa en el aseo lo que limpiaste del cuarto"
Mollejo
Esta palabra no es el masculino de molleja, aunque su significado
sea parecido y derive de ella. Es menos usado en nuestro dialecto que esta. Con
la misma se señala despectivamente a alguna persona del género masculino,
obviando su nombre o anteponiéndola a este o se usa para sustituir el nombre de algún
objeto del que no conocemos o no queremos decirlo, sin importar el género del
mismo. “El mollejo de Gabriel no me pagó
los cobres que le presté” “Recojé el
mollejo ese o te lo boto para el aseo”
De pico y pala
Con esta expresión se conoce acá y en muchas partes al
trabajo de obrero de la construcción, ya que son las herramientas con las que
trabajan, sin embargo nuestro dialecto también
la tomó para señalar cualquier trabajo con remuneraciones pésimas, ya que eran
los peor pagados, y en ocasiones también
con mucho esfuerzo e igualmente para señalar los negocios pobres, muy pequeños
o con prestaciones pésimas para el cliente. Es de nueva data. “Ese trabajo que tenéis
vos es de pico y pala, te pagan cuatro lochas” “Ese negocio de la esquina es de
pico y pala, no hay nada”
Sangre de mono
Esta palabra ya no se escucha en la connotación que se le daba. No
tiene nada que ver con la sangre de este animal que era usada por los brujos
para pócimas ni con el cóctel que lleva el mismo nombre. Se le llamó así en
muchas partes y en nuestro dialecto al mercurio cromo en los primeros años de su aparición, al parecer
producto del color del mismo. Era un eficaz antiséptico. “Echáte sangre de mono
en ese raspón”
Saliva de cotorrera
Esta es una expresión común de nuestro dialecto y aunque parece autóctono
no lo es, es asimilado, con la variante que el original es cotorra. Se usa casi
siempre satíricamente para señalar un pegamento misterioso, extraordinario,
capaz de unir cualquier cosa rota, desde objetos hasta amistades o entuertos y
que por supuesto no existe, de allí su carácter de cierta forma burlón, ya que
por supuesto esta no tiene saliva. Es utilizado en muchas islas del caribe y lo
trajeron los canarios. Ya no se escucha tan recurrentemente como hace unos años
y otra variante es la de loro. “Esa vaina la pegáis con saliva de cotorrera” “Ni
con saliva de cotorrera se vuelven a juntar esos carajos”
Menequeteo
Esta es una palabra de uso común en nuestro dialecto, es asimilada
y se usa en otras regiones. Con la misma se señala el movimiento repetido y con
insistencia de un lado a otro de algo
sin que cambie de lugar, aunque acá se hace referencia más comúnmente al
movimiento de las caderas, por tal razón en muchas ocasiones se toma como sinónimo
de baile. No se encuentra en el diccionario de la Real Academia. “Esa novia
tuya tiene un menequeteo arrecho” “La mesa se está menequetiando” “¿Dónde es el
menequeteo hoy?”
sábado, 14 de septiembre de 2013
Pichichuela
Esta palabra ya no se escucha en nuestro dialecto, es de vieja
data y llegó posiblemente a través de los marinos centroamericanos a la ciudad
con el significado de algo pequeño o de poco valor, sin embargo acá pasó a usarse
para señalar alguna golosina, a las que más tarde llamarían chucherías. “Ese
muchacho lo que come son puras pichichuelas”
Popó
Esta es una palabra que era muy común en nuestro dialecto, aunque
ya no se escucha tanto, siempre se ha usado en tono despectivo ya que su
significado es creerse de la alta alcurnia o mejor que los demás. Tal vez sea una deformación de alguna palabra
extranjera o un eufemismo de mierda, ya que también se le llamaba a esta así. “Ahora
te la tiráis de popó y no te acordáis cuando vivías pidiendo”
Puchimbol
Esta palabra es una deformación de la palabra inglesa pushing
ball, la cual viene del entorno boxístico donde también se le dice Pera y sirve
para que el boxeador adquiera rapidez y reflejos, ya que al ser golpeada esta
se mueve de un lado a otro rápidamente, debido a esto nuestro dialecto la tomó
como forma de indicar que algo o alguien se mueve de un lado a otro
continuamente. Es de uso común. “Me tenéis de puchimbol y no me dais nada” “Tenéis
esos muebles de puchimbol”
Puñaliao
De esta forma no solo señalamos a quien le haya sido clavado un
puñal. También usamos la palabra en otras connotaciones que no tienen que ver
con esto. Se le endilga a quien ha estudiado mucho, a las personas que son ricas o prosperas y en
los juegos a la persona que tiene mayor oportunidad de ganar. Actualmente se
sigue usando aunque ya no tan recurrentemente. “Clara vino puñaliá para el
examen” “Roberto está puñaliao, tiene cincuenta de mano”
Puñetero
Esta palabra
aunque común en nuestro dialecto es asimilada, la trajeron los españoles y con
ella señalaban a las personas molestosas o fastidiosas, pero acá se extremó
para identificar no solo a esas sino también a quienes hacen malas acciones o
tienen comportamientos alejados de la moral, honestidad o convivencia. De
cierta manera pasó a ser un insulto ya que engloba a quien considera quien la
dice como mala gente. En otra época también se le consideró malsonante porque
era un eufemismo también traido por los conquistadores de masturbarse, Aun se escucha. "El puñetero de tu
marido me dejó botao en el centro"
Rascometro
Este es otro artefacto inexistente que se usa en nuestro dialecto,
casi siempre de forma jocosa, aunque en otras ocasiones malhumoradamente cuando
se es familiar de un borracho consuetudinario, ya que este sirve para
determinar el grado de borrachera que tiene alguna persona. No es tan popular
como el mariscometro pero su uso entre amigos a veces es recurrente. Últimamente
se le endilga también este nombre al alcoholímetro que usan para medir la
cantidad de alcohol de algún conductor. “Vos hoy no pasáis el rascometro, de seguro te
ponen los chores mañana” “A Tobías le
pasó el rascometro la policía y se lo llevó preso”
Raspinflai
Esta palabra aunque es considerada un venezolanismo, en nuestro
dialecto le damos diferente significado que en otras regiones, ya que mientras
para ellos es una exclamación para incitar una pronta determinación a efectuar
algo, para nosotros es una forma de decir que algo está listo o terminado. Es
una deformación fonética de la palabra inglesa Rapid Fly que significa vuelo rápido.
Actualmente se escucha poco. “El trabajo ya está raspinflai”
Sobaquiao
Esta palabra ya poco se escucha, tiene características despectivas
y se la endilgamos a las personas que según el hablante se encuentra subyugada
o humillada por otra, quien la domina y vilipendia cuando desea. Tiene su raíz en
la palabra sobaco, que son las axilas, y quiere decir que a la persona la
tienen bajo el sobaco, parte del cuerpo que en algunas ocasiones tiene mal
olor. Ha sido sustituida por otras como aperriao. “A Luis lo tiene sobaquiao la
suegra”
Tarajallo
Esta palabra era muy común en nuestro dialecto aunque no
es autóctona, es un venezolanismo, con el cual se señala al joven que es
corpulento y de estatura alta y en
ocasiones a cualquier persona que tenga estas características. Su origen como
todos los venezolanismos es incierto, puede ser una deformación de taragallo,
que identifica al palo que le colocan al perro que cuida el ganado para que no
baje la cabeza o haberlo tomado de los juncos de algunas plantas que en algunas
partes se le llama así. “El tarajallo de tu primo tiene cara de ser aguevuliao”
Talisayo
Este es otro término gallístico que se usa en nuestro
dialecto y en otras regiones del país, con el mismo se señala al gallo de pechuga
negra, color oscuro y plumas amarillas en el cuello y las alas. Su uso se
limita al argot de ese entretenimiento. “El gallo talisayo de Heberto ha ganado
ya diez peleas y sin zapatones”
Tiro
Esta palabra tiene muchas definiciones y significados,
entre los más comunes está en ser sinónimo de disparo o de tirante, el alcance
de cualquier arma, el nombre de una disciplina deportiva, el lugar donde se
tira al blanco, el conjunto de caballos que tiran un carruaje, etc. Y en nuestro
dialecto a todas ellas se le agregó una que estuvo de moda hace un tiempo y que
todavía se escucha la cual es la acción de pedir algo prestado o regalado, ya
sea dinero u otra cosa. Es una forma alegórica que tiene que ver con la acción del
arma de fuego. “Voy a hacerle un tiro a Eucario a ver si me presta quinientos
bolos”
Trapicero
Esta palabra es de uso común en la capital y también en
los municipios aledaños a ella. Con la misma se señala a una persona mentirosa,
embustera que se aprovecha de eso para engañar a las personas y aprovecharse de
ellas. Es una deformación de trapacista, traída por los españoles que tiene idéntico
significado y no tiene nada que ver con trapichero, como algunos afirman, que
es el trabajador de los trapiches. “El trapicero de Nestor me cobró cien bolívares
para repararme el baño y no ha vuelto más”
Tutiar
Esta palabra nada tiene que ver con el pronombre tú ni
con la forma de usar este sino que proviene del juego de dominó. Y aunque este
no es un juego regional su argot en ocasiones contiene algunas derivaciones
locales, muchas veces compartida con otras regiones. Con esta palabra identificamos
al hecho de que alguien repita continuamente la piedra de otro, normalmente del
amigo, logrando así generalmente el cuadre a una determinada pinta o número que
provoca que el contrario pase y llevan a la pareja a ganar el juego. Es de uso
común. “Si no futíais no podemos ganar”
Traquiao
Esta palabra es de uso
frecuente aquí y en otras regiones. Aunque la palabra se usa también en
el argot hípico como sinónimo de entrenar los caballos y en el diccionario
aparece el verbo traquear como intransitivo de traquetear ninguna de las dos
tiene que ver con la forma que la usamos en nuestro dialecto. Es un aféresis de
matraqueado, y con la misma se señala la condición de algo que ha sido muy
usado e incluso figurativamente también se usa para expresar que alguna frase,
palabra o conducta es muy recurrente. Deriva de la matraca, artefacto ruidoso
que era usado en algunos conventos para convocar maitines y que fue muy popular
en su versión de juguete y fabricado de plástico, en nuestro país. Fue traída por los canarios para quienes significa alguien muy
experimentado en determinada actividad pero usada por nosotros con la
connotación descrita que es propia de los españoles peninsulares "Ese
pantalón que te vais a poner está traquiao" "Ya ese brollo está más
que traquiao"
Uñita
Con esta palabra además del diminutivo de uña o de
señalar la pequeña pieza que se usa para tocar la guitarra, conocemos en nuestro
dialecto a la acción de golpear la bolita con la uña deslizando el índice bajo
el pulgar en el juego de metras. Se efectúa cuando se necesita precisión en un
trayecto corto para meterla en la hoyita o cuando el terreno liso permite
lanzar con fuerza esta para sacar otras del rayo. También se usa como medida mínima
en el juego de bolas cuando la distancia entre el boche y la bola es menor a un
dedo. “Voy a meterla de uñita” “Ganaste por una uñita”
Velegiao
Esta palabra ya no se escucha en nuestro dialecto aunque en una época era común, fue sustituida por
otras tal vez más autóctonas, con la misma se señalaba el hecho que alguien o
algo se moviera con gran velocidad. Es una deformación fonética del italiano veleggiare
que significa navegar, pero tomando la acción de hacerlo rápidamente. Dejó de
usarse cuando se hicieron populares otros términos como esmollejao, esvergatiao,
espitao, etc. “Pasó Adán velegiao para el trabajo”
Velador
Nada tiene que ver con velas ni velorio esta palabra, tampoco
con vigilantes, la usamos más regularmente en nuestro dialecto para señalar el
juego de mesa y sillas que generalmente se alquilan para un evento, fiesta o
reunión. Debe su nombre al hecho que antes
a la mesa pequeña de una sola pata y redonda se le llamaba así. Comenzó
a usarse este nombre en los bares y de allí pasó al hablar común. Todavía se utiliza.
“Alquilé veinte veladores para el matrimonio”
Viraito
De esta manera señalamos un juego callejero y según
muchos abuelos de vagos, el cual consiste en golpear una moneda por el canto
para virarla y que quede hacia arriba el lado contrario de esta. Para eso se
usa alguna piedra u otra moneda y quien lo logra queda con esta y sigue su
turno hasta fallar. Al parecer este juego fue traído por los marinos. Ya se ve poco.
También a los que caminan encorvados se les dice así. “Me gané cincuenta bolos
jugando viraito”
Zapatón
Esta palabra se usa en nuestro dialecto en el ambiente de las
peleas de gallo, afición traída y heredada de los conquistadores que aunque ha
perdido afición actualmente todavía tiene una presencia fuerte en toda la
región y país. Nuestros galleros le
llaman así a las espuelas postizas que les colocan en ocasiones a estos
animales para la pelea. El uso de ellos tiene normas y acuerdos entre los
contrincantes. En otro orden también se usa como superlativo de zapato. “Arcadio
le puso zapatones a su gallo”
Gallipavo
Esta es otra palabra que ya no se escucha en nuestro dialecto. No
se trata de ningún cruce de gallina con pavo sino de una forma de cierta forma jocosa
de llamar así a las personas de gran tamaño, también a quien son ostentosas o
vanidosas e incluso se le llamaba de esa manera a las gallinas que no tenían plumas
en el cuello y parte de la cabeza. Nace este nombre de una vieja costumbre traída
por los españoles de llamar de esa manera a los pavos. “El gallipavo de Jeremías
se la tira de rico” “Ese gringo es un gallipavo”
Agarraita
Aunque ya no es tan común escuchar esta palabra, todavía
se usa en nuestro dialecto, con la misma se señala alguna pelea que hay entre
dos personas, generalmente física aunque también puede ser solo verbal. Aunque
la palabra está en diminutivo esto no limita la magnitud del pleito. Deriva del
hecho que decimos a la acción de pelearse agarrarse. “Hay una agarraita en la
esquina”
Jaguaisiar
Esta palabra ya no se escucha en nuestro dialecto y nada tiene que
ver con jagüey ni algo parecido, la usaban nuestros abuelos para señalar el
hecho de que alguien hablara mucho y con esto causara molestias o fastidio en
quienes le escuchaban o que alguien echara muchas bromas o mamara gallo
poniendo de mal genio a quienes eran el blanco de esto. Según algunos la
palabra es una deformación de un vocablo guajiro que significa lo mismo. “Dejá
de jaguaisiar porque te voy a espernancar un jurón” “Ese muchacho está
jaguaisiando todo el día”
jueves, 12 de septiembre de 2013
Zancalargo
Este nombre muy autóctono de nuestro dialecto identifica a un ave cantora
muy común en el país y en América, donde se le llama de diferentes maneras. En
Falcón es Chuchube, en los llanos Paraulatas y fuera del país Sinsonte. Miden unos
25 cms y su cabeza y partes superiores son grises. Las partes inferiores son de
color blanquecino y las alas son negruzcas con dos franjas blancas en ellas.
Tienen ojos amarillos y cola larga y oscura al igual que sus patas. Su pico es
delgado de color negro con una ligera curvatura hacia abajo. Las plumas de las
colas tienen las puntas blancas. Ya no es común en la capital dado su urbanismo
pero si en las regiones donde predomina la vegetación. Según algunos su nombre deriva
de una palabra indígena que lo identificaba, según otros es por el largo de sus
patas. “Conseguí un nido de zancalargos en la mata”
Desmoñongarse
Esta es otra palabra de nuestro dialecto que parece un trabalenguas
y que era muy común en años anteriores pero que actualmente ha caído en desuso. Su significado es caerse
estrepitosamente al piso o desde algún lugar y tiene su génesis en una
comparación que se hace con la caída del moñongo o moño. “Lula se desmonongó de la hamaca”
Berrenchín
Esta es otra palabra que ya se escucha poco, la trajeron
los españoles, por lo que es asimilada, con ella señalaban un estado de enojo o
ira, sin embargo en nuestro dialecto y el otros países de América no significa
eso. Se le llama así al olor, comúnmente desagradable, a orine que se percibe en algún lugar a causa
del estancamiento de este. También lo usamos generalizando para expresar el mal olor
reinante en alguna parte, aunque este no sea a causa del anterior e incluso
llamamos a algún lugar u objeto con esta palabra. “Hay un berrenchín en el baño”
“Tu cuarto huele a berrenchín” “Tu carro es un berrenchín”
Un puñal
Esta expresión tan común entre los estudiantes en una época
en nuestro dialecto nada tiene que ver con el arma blanca que menciona, aunque
figurativamente es una manera de explicar que se hará profundamente. De esta
manera se expresaba el hecho de estudiar concienzudamente para algún interrogatorio
o examen para salir sobresaliente en el mismo. Ya poco se escucha. “Me voy a
meter un puñal para la examen de mañana”
Barajiar
Esta palabra es un uso incorrecto de barajar, lo cual
significa revolver las cartas o mezclar personas, cosas o ideas. Sin embargo en nuestro dialecto además de
esos usos le damos uno de cierta forma contrario ya que lo usamos como
imperativo y pedimos explicación acerca
de algo que no hemos entendido o que nos parece confuso e incluso a veces le
damos sentido de desenvolver o arreglar. “Barajiame eso ahí, pero poquito a
poco” “Voy a barajiar los cables de las bujías a ver si se le quita la falla”
Bambo
Esta palabra ya es raro escucharla en nuestro dialecto. Es
una de esas tantas que calificaban una conducta en aquel momento anormal en los
hombres de la época, como era el hecho de tener modales femeninos o delicados, o
sea ser afeminado. Tal vez tenga su raíz en bambú, ya que esta es una madera
con características de ser más débil que las usadas corrientemente, aunque hay
quienes piensan que tiene más relación con Bambí, la famosa película animada de
Disney. No se encuentra en el Diccionario. “El primo tuyo es bambo”
Badulaque
Esta palabra ya es raro escucharla en nuestro dialecto. Es
asimilada ya que fue traída por los españoles e incluso usada en otras regiones
de país. Su significado es ser alguien bobo o necio, pero nosotros rara vez lo
usamos en esa connotación ya que tenemos una propia con la cual le endilgamos
esta palabra como calificativo a los hombres que se dejan manipular por las
mujeres o que son fácilmente influenciables por ellas. Es de cierta forma
machista y despectivo. “El badulaque de
Samuel hace todo lo que la novia le dice”
Jardiar
Nada tiene que ver con jardines esta palabra, su uso en nuestro
dialecto está limitado al campo y a quienes crían ganado de diferentes tipos,
por lo que se podía escuchar en la capital de la región hace muchos años. Se le
endilga al hecho de arrear a este, generalmente cantando o alegremente. Posiblemente sea una deformación de la propia palabra arriar. Se
usa también en el vecino país y no se encuentra en el Diccionario de la Real
Academia. “Vamos a jardiar las cabras”
Escopetilla
Nada tiene que ver este nombre en nuestro dialecto con
escopetas, aunque sea el diminutivo de ella, se lo endilgamos a una planta cuya
raíz se usa, hirviéndola y haciendo infusiones o tomas, para los cálculos renales.
Debe su nombre a la forma de su fruto alargado que explota al contacto del agua
y que llamamos maraquita o explota plota. Es una planta herbácea con raíces
tuberosas y fibrosas, que posee varios tallos tetragonales de unos 30 a 60 cms
de alto, flores azul morado y el fruto es una vaina alargada de unos 20 mm.
Está florecida todo el año. En otras regiones le llaman yuquilla y su nombre botánico
es Ruellia tuberosa. “Tomá té de escopetilla para que botéis esos cálculos”
Maraquita
Le damos este nombre en nuestro
dialecto no solo a las maracas pequeñas, sino también al fruto no comestible de
una planta herbácea común hace años en nuestros jardines de tamaño entre 30 y
60 cms, hojas oblongas y flores azul
morado, el cual es una vainita de unos 20 mm de longitud que al contacto con la
lengua, el agua o la saliva se abre o explota lanzando más de 20 semillas
lenticulares que posee en su interior. La usábamos para bromas o juegos. También
se le decía explota plota y a la planta la llamamos escopetilla y sus raíces
son usadas para remedios de cálculos renales. “Casi se me mete en el ojo una
semilla de maraquita”
martes, 10 de septiembre de 2013
Chimó
Esta palabra puede considerarse maracucha ya que tiene raíces
indígenas de los indios que habitaban los alrededores de la Laguna de Urao en Mérida,
que en el pasado fue parte de la Provincia de Maracaibo. Con ella se identifica
al tabaco cocido mezclado con
sal de urao y otros aliños, de consistencia pastosa, que es común en los estados andinos, cuya costumbre
de masticar mantienen muchos habitantes del actual estado Zulia y otras regiones del país.
Tiene su génesis en las palabras indígenas CHI que significa Aliño y MO que es
tabaco. “Dejá de masticar chimó que tu
jeta huele a cenicero”
lunes, 9 de septiembre de 2013
Rajuñar
Esta es otra palabra con pronunciación incorrecta que se hizo popular
y se siguió usando así, tanto en nuestro dialecto como en otras regiones del país,
es la acción de arañar o rascar el cuero o la piel con las uñas o algún instrumento,
de tal manera que este se rasga o rompe dejando las marcas en ella. Es más
recurrente su uso en la zona de La Cañada y alrededores. “Me rajuñe saltando la
cerca” “El marido de Clara llegó todo rajuñao”
domingo, 8 de septiembre de 2013
No le pegáis ni a la bola del gas
Esta expresión tan autóctona nace en las caimaneras de pelota en
la calle y con la misma se expresa la imposibilidad de batear de algún jugador
y por ende lo mediocre del mismo, también se escucha más raramente en otras
acciones o deportes cuando no se le pega a algo. Es una alegoría nacida a
finales de los años, fecha en la cual fue instalada en Maracaibo, en la Avenida
Santa Rita con la calle Pichincha, una bola de unos veinte metros de alto para
almacenar gas y distribuir por tuberías a la ciudad. “No metáis a Freddy que
ese no le pega ni a la bola del gas”
Manano
Esta palabra de nuestro dialecto no se encuentra en el diccionario
y con la misma nombramos al machorro más grande que habita en nuestros patios o
en las zonas enmontadas. Es de color verde pálido y era una presa de mucho
valor para quienes los cazaban con hondas. Ya poco se escucha porque el
mencionado reptil también se ve poco en la ciudad dada las características
metropolitanas de esta, sin embargo en las zonas aledañas menos urbanizadas todavía
es usada. En ocasiones se usa como sinónimo de grande. “Cazé tres mananos cerca
del jagüey” “manano susto me diste”
Encarametiao
Esta palabra se escucha en nuestro dialecto en la zona de
Perijá y alrededores. Su significado es estar encaramao o montado en alguna
parte y al parecer, es casualmente una deformación de encaramar. Su uso es
cotidiano aunque últimamente, ante el crecimiento de las principales ciudades
de la región, ha ido quedando relegado a
las personas que trabajan o viven en el campo. “El nieto mío se la pasa encaramatiao en la
mata de mamón”
sábado, 7 de septiembre de 2013
A la hora del té
Esta expresión es de nueva data en nuestro dialecto y
nada tiene que ver con la legendaria costumbre inglesa de tomar té, ni siquiera
con esta infusión, se usa como forma de determinar que llegado el momento
alguna persona por cualquier razón o excusa no cumple, asiste o hace lo que
debería o lo que había asegurado que haría. Es muy usada por los jóvenes. “No confiéis mucho en Álvaro, porque a la hora
del té no aparece”
viernes, 6 de septiembre de 2013
Cuerdita
Esta palabra en nuestro dialecto además de ser el
diminutivo de cuerda, en épocas anteriores era más recurrente usarla en otra connotación la cual era endilgársela al
grupo de amigos que siempre andaban juntos o que realizaban alguna acción
frecuente de esa manera. Generalmente el sentido que se le daba era de reproche
o disgusto, ya que eran del desagrado de quien usaba la palabra. Aunque aún se
escucha no es tan frecuente. Es asimilada. “Dejá esa cuerdita o te voy a
castigar”
Abajar
Esta palabra que hoy es
considerada un barbarismo por los académicos sigue usándose en nuestro dialecto
en sustitución del verbo bajar, aunque ya no tan recurrentemente. Fue la forma
original como llegó y aunque se presume que fueron los conquistadores quienes
lo hicieron hay posibilidades que hayan sido los marinos portugueses. Sus
diversos significados son los mismos que se encuentran en la RAE algunos de
ellos son: Poner algo en un lugar inferior al que estaba, inclinar hacia abajo,
ir a un lugar más bajo, disminuir, etc. "Abajáte
de esa mata que te podéis caer"
Cumba
Esta palabra se escucha en la zona de Perijá y
alrededores, con la misma se señala alguna cueva o escondite. Tiene raíces negras
y es muy usada pero con la última “a” acentuada en la música caribeña incluida la
nuestra. Su génesis está en que La
palabra señala al antiguo reino del mismo nombre, que hoy es el Congo, desde
donde fueron traídos millares de esclavos a América y debido a esto se comenzó
a usar como sinónimo de negro. “Me voy a la cumba”
jueves, 5 de septiembre de 2013
Morzá
Esta palabra es un aféresis de almorzar que es usado por los trabajadores,
generalmente de la construcción, perteneciente a la etnia guajira, para señalar
la mencionada comida. El uso recurrente de la misma ha hecho que quienes
trabajan con ellos ocasionalmente la adopten y usen como una forma de echar
bromas o de congraciarse con ellos. Es de uso limitado. “Vamos a morzá”
Entrapao
Esta palabra es de vieja data en nuestro dialecto y nada
tiene que ver con entrapar, ni con trampas y mucho menos con grabados artísticos,
en alguna de nuestras connotaciones tiene que ver con trapo. Se escucha ya poco
en la capital pero si en la costa norte occidental del Estado, allí se usa para
señalar que al ropa tiene mal olor, mientras que en los límites con Falcón el
significado cambia para definir el hecho de estar a escondidas o el de ocultar
algo. “Esa ropa esta entrapá” “Tu hermano anda entrapao”
Pa’ que vos veáis
Esta es otra expresión muy popular en el dialecto, se usa como
forma de llamar la atención de otra persona sobre un hecho o acción o como
forma de recalcar los mismos, de forma tal que sea imposible no darse cuenta.
Por esa característica de cambiar el sentido de los verbos también se usa cambiando
el verbo ver por saber, como manera de dejar claro o aseverar alguna cosa o
como respuesta afirmativa.”Pa’ que vos veáis me gané un viaje”
El mediecito de gala
Esta expresión ya poco se escucha en la capital pero si
en otras ciudades y pueblos de la región, nace de una tradición traída por los
españoles en la cual se agasajaba a los presentes con algún regalo. En nuestro país
se cambió a monedas y la escogida fue el medio, por tal razón este iba pegado
en las invitaciones de los bautizos o le regalaba el novio a la novia como símbolo
de futura prosperidad. Se acostumbraba estrenar ropas en esos eventos y esto
fue la razón por la cual se asoció esta acción a la moneda regalada en las
galas o eventos y se hizo popular que cuando alguien estrenaba ropa la gente le
pedía, como una forma de expresar que se había dado cuenta del detalle, el mencionado mediecito, aunque con el tiempo
en muchas partes desapareció la palabra gala y se dice solo “Me debéis medio”.
Cabrón de hamaca
Aunque esta expresión no es propiamente autóctona su uso
es cotidiano, esencialmente lleva una carga insultante aunque raramente se usa en
nuestro dialecto para eso, porque a quien se le dice no posee las características
de serlo, es más una forma jocosa que incluso toma forma de expresión sin
significado cuando sustituye el nombre de la persona o se utiliza para llamarla
o interactuar con ella confiadamente. Su significado literal es poseer el grado
más alto de cabronería existente, el cual consiste en mecer al amante de su
esposa y esta para que no les de calor mientras ellos hacen el amor en una
hamaca. “Mirá cabrón de hamaca, vení acá”
“El cabrón de hamaca de tu hermano me
dejó embarcao”
La caja de los plátanos
Esta expresión no tiene que ver nada con cajas, se usaba hace
muchos años en el ambiente boxístico local y posteriormente emigró al habla cotidiana,
con la misma se señala al estómago o barriga, esto dado que este era el alimento
cotidiano de la gente. Ya es raro escucharla. “Me pegaron en la caja de los
plátanos y me dejaron viendo todo negro” “Voy a echarle algo a la caja de los plátanos”
Aguanta callao
Esta curiosa palabra nace hace muchos años cuando las
planchas de vapor servían para alisar la ropa. Al ser de hierro estas se
calentaban toda y se debía tomar la misma con unos trapos gruesos para evitar
quemarse. A esos se les endilgó este nombre que posteriormente se transfirió a
los que se usan en la cocina para tomar las ollas. En otras regiones se le
llama de esta manera a las prendas de vestir que se ponen muchas veces
seguidas. Ya no es común escucharlo. “Mi abuela tenía unos aguanta callao
vergatarios”
Churrinol
Esta palabra solo es posible escucharla en nuestro
dialecto en la zona de la guajira vecina
a Colombia y en ese país en los pueblos limítrofes de la zona con el nuestro.
Su uso es limitado aunque ha tomado auge últimamente, con la misma se señala un
original cóctel cuyos ingredientes son Chirrinche y Big Cola. La proporción de
ambos varía según el gusto del bebedor. “Me tomé un churrinol y me regañó”
miércoles, 4 de septiembre de 2013
Templón
Esta palabra tiene dos connotaciones en nuestro dialecto,
se usa como forma superlativa del verbo templar para señalar un jalón fuerte
que se da o se le da a alguien o algo y también es un dulce muy popular en épocas
anteriores el cual se hace con panela o papelón, esta se pone a cocinar con agua hasta que se
encuentre manejable y luego con las manos llenas de aceite se estira
repetidamente hasta que quede dorado y se corta en porciones del tamaño
deseado. Debe su nombre al hecho que al estiramiento del papelón se le llama
templar, aunque popularmente se dice que es porque hay que templarlo para que se
pueda partir. Ya es raro conseguirlo. “Me compré un templón y estaba tan
arrecho que se me aflojó un diente” “Le tuve que dar un templón a la mata para
poder sacarla”
Esterilla
Se le llama de esta manera a cualquier tejido hecho de paja
o de otra fibra vegetal que se utilizan para varias cosas, como forros de
asientos, cortinas, estera, manta, alfombra e incluso como sudadero de las
cabalgaduras. Sin embargo en nuestro
dialecto aunque a algunas de las antes nombradas llamamos así, es más común hacerlo
para identificar un accesorio exitoso y muy de moda hace algunos años, el cual se colocaba
sobre el asiento del conductor y servía en la época que los asientos eran de
cuero, para proteger estos del desgaste y para brindarle frescura al conductor.
Lo curioso de esto es que al principio eran fabricadas de los materiales
primeramente descritos, de allí deriva su nombre, pero posteriormente eran de plástico,
mimbre sintético u otro material. Ya
raramente se usan. “Me compré una esterilla roja”
Estar o andar limpio
Esta expresión es común en nuestro dialecto, aunque también
se usa para indicar algo que se encuentre sin suciedad, incluso figurativamente
y en muchas connotaciones generalizadas aceptadas por la Real Academia, para nosotros
además significa no tener dinero. Es asimilada en su esencia ya que se usa
quedar limpio como forma de decir que perdió todo el dinero. También se escucha
en otras regiones. “Ando limpio y arrecho”
“Estoy limpio porque no me pagaron”
Cuti
Esta palabra ya no se usa ni escucha en nuestro dialecto en
la connotación que describo. Conformó en los años 80, junto a otras palabras
similares, la base de un metalenguaje inventado que estuvo de moda por las jóvenes
adolescentes en aquel entonces, con la intención de hablar entre ellas sin que
las personas pudieran saber lo que decían. Al parecer emergió desde los liceos
y se hizo de cierta forma popular y aunque algunos jóvenes lo usaban o entendían, el mismo solo
era usado para hablar con ellas. Incluso entre los jóvenes se tildaba de
homosexual o amanerado a quien lo hacía. Fue un boom que se usó en otras regiones
también y que tuvo solo características orales. Por ejemplo para decir mamá “Cutima,
cutimá” Para decir te quiero. “Cutite, cutiquie, cutiro”
Veinte veces
Esta expresión ya es raro escucharla pero fue muy popular en nuestro
dialecto en los años 50 y hasta los 70. Se usaba para principalmente de dos
maneras, una para aceptar alguna verdad y la otra como respuesta a realizar un
favor que se le pedía. Al parecer nace del hecho que la puntuación escolar más
alta era esa y era una forma comparativa que podría significar excelente. Al pedido “Hacéme el favor de darme un vaso de
agua” se respondía “Claro, veinte veces mijo” o en una conversación alguien decía:
“El vecino pegó un quintico” y el otro respondía para afirmar. “Veinte veces primo”
Palotiao
Nada tiene que ver con golpear con palos o con alguna danza esta
palabra que es de uso común en nuestro dialecto, con la misma indicamos un
estado de embriaguez normalmente leve y ocasionalmente severo, en el que nos
encontramos. Deriva del hecho que al trago le decimos palo y a la acción de beber
alcohol echarnos palos. “Llegué palotiao anoche a la casa”
Espinazo
Esta palabra es asimilada a nuestro dialecto y de uso común, con
la misma se señala a la columna vertebral de los mamíferos y las aves, pero también
la usamos para indicar la de los humanos y generalizadamente acostumbramos
definir toda la espalda así. De manera que cuando tenemos un dolor en ella
decimos “me duele el espinazo” aunque el mismo no sea en la columna. Algunos consideran
que el término viene de los peces ya que se le llama espinas a las estructuras
que nacen de las vértebras y sostienen las aletas, lo que para nosotros son los
huesos.
Mamarrúo
Esta palabra tan común en nuestro dialecto es una derivación autóctona
que le da más énfasis a la palabra mamarro y la usamos en sustitución de esta
.En su versión original se escucha en otras regiones y es asimilada, aunque la
connotación con la que se usa no lo sea, ya que con la misma se define algo
superlativamente grande, ya sea física o figurativamente e incluso en ocasiones
se usa como adverbio de cantidad. Fue traída por los vascos quienes la usaban
para señalar la gente estúpida y muchos piensan que es una deformación de mamarracho.
Es de vieja data y aun se usa aunque no está en el Diccionario de la Real
Academia. “El perro de que Lupita es mamarrúo” “Mamarrúa cola hay en la uno” “Mamarrúo
verguero se formó en la fiesta de Argenis”
Candelero
Esta palabra se usa en nuestro dialecto con varias
connotaciones, con la misma se hace referencia a algún incendio o fuego
moderado, también figurativamente a algún
embrollo, pero hay una más autóctona en
la cual se les llama así a las clavículas, esto deriva de que se encuentran a
lo ancho en los extremos del cuerpo y es una comparación figurativa con la
posición de las velas en el candelabro cuyo nombre era este, ya que a las velas
se les decía candelas. El uso de las últimas connotaciones es actualmente
limitado. “Hay un candelero en el patio” “Se armó un candelero en la oficina” “El
candelero de la iglesia está lleno” “Me caí y me rompí el candelero izquierdo”
domingo, 1 de septiembre de 2013
Sebillo
Esta palabra es una de esas tantas que se usan en nuestro dialecto
para mencionar un lugar indeterminado e inexistente para donde se envía o va la
gente, igualmente se le dice así al sucio acumulado en los genitales del
hombre. Es usado de ambas formas y es de uso común. “Me voy pal sebillo”
Sambilero
Esta palabra es de reciente data en nuestro dialecto, se le
endilga a las personas que pasan mucho tiempo en el centro comercial Sambil, situada
en la zona norte de la ciudad, que realizan todas sus compras allí o que
disfrutan de los otras distracciones del lugar. “Los sambileros están contentos
harán una feria de libros allá”
Pocote
Esta palabra la usamos en nuestro dialecto como un superlativo del
diminutivo poco. No es aceptada en la Real Academia ya que esa figura no existe,
sin embargo su utilización más frecuente es como sustituto de las palabras
muchos o muchas por lo que pierde su condición de diminutivo. “Chicho trajo un pocote de pescados”
Estar pipo
Las vasijas de barro donde se almacenaba el agua, los conquistadores
las llamaban pipo, esta es la razón por la cual se deriva esta expresión en nuestro
dialecto. El significado es estar lleno, normalmente después de comer, como una
alegoría a la vasija que había alcanzado la capacidad máxima de llenado.
Primero se usó como indicativo de estar lleno de agua pero después se
generalizó. “Estoy pipo no me puedo ni parar”
Como la pepa
Esta expresión en nuestro
dialecto es común y nada tiene que ver con otra parecida que habla de la pepa
de Billy Queen, se usa de cierta manera como un sinónimo autóctono de pepiao,
el cual significa estar bonito o bueno. No tiene el mismo génesis de este ya
que proviene del hecho de que localmente existía una expresión
popular que decía que la pepa o semilla del mango, o de algunas frutas, era lo mejor de estas. “El carro quedó como la pepa”
Monero
Esta
palabra identifica en nuestro dialecto no solo a quien hace monerías, o sea
morisquetas, sino también a quien se hace el distraído para no hacer algo que
tiene asignado o alguna tarea que debe realizar con mayor rapidez, por lo que podría
considerarse sinónimo de avispado. También al niño que graciosamente por medio
de gestos se comunica o realiza alguna
tarea. “El monero de Luis se fue sin reparar
la pared”
Mojoniao
Esta palabra en nuestro dialecto tiene significados
contradictorios, por una parte se le llama así al que le cree las mentiras al
mojonero, por lo que denota cierto grado de ingenuidad, pero igualmente a quien
se cree sus propias mentiras, razón por la cual son creídas, echonas y presumen lo que no
son, aunque no deriva del excremento llamado así, sino de las marcas limistrofes
antiguas, muchos aseguran que es un eufemismo de este. “Mauricio te mojonió con el cuento de la playa” ”Ese carajo esta
mojoniao y se cree la pepa er’ queso”
Ni una locha
Esta es
una expresión de vieja data en nuestro dialecto, cuando esa cantidad de dinero costaba
lo más barato que se pudiera comprar, por lo que la misma significa estar sin
nada de dinero. Aunque ya la moneda desapareció sigue usándose con la misma
connotación. “No me pidáis nada porque no tengo ni una locha”
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