lunes, 30 de junio de 2025

Arepa de tapita

Con este nombre se le conoce en el sur del lago a las arepas chiquitas y finitas que se hacen en las fábricas y son usadas por quienes venden comida rápida con diversos rellenos. Desde hace mucho tiempo son populares y de hecho en toda la región son comunes. A diferencia de las tradicionales no son amasadas a mano sino con una maquina especializada para esto, pero hace tiempo si lo eran. Son de contextura semidura y son comercializadas en cajas medianas de cartón donde caben de 50 a 100 unidades, razón por la cual también son llamadas arepas de cajita, siguen siendo muy populares entre los que venden comida rápida en todo el estado, aunque las fábricas que las hacen han disminuido.  “Necesito que me compréis una caja de arepas de tapita”

domingo, 29 de junio de 2025

Arrime

 

 

Esta palabra era muy usada en la ciudad de antaño, sobre todo en los niveles populares para indicar puntualmente una cosa que era el dar la posibilidad de auxilio en una situación de alguna manera desesperada cuando le era cortado algún servicio básico, sobre todo la electricidad, por falta de pago en el tiempo estipulado. Dado que era imposible resolver el problema rápidamente, a menos que se tuviera el dinero y la prestadora de servicio lo hiciera en un tiempo expedito, se le solicitaba al vecino más cercano el auxilio para pasar un cable y de esta manera obtener electricidad para algún bombillo y ventilador. Deriva la palabra de arrimar que es acercar algo y también es usada en el juego de bolas criollas para señalar la acción de arrimar al boche esta, e igualmente para solicitar que se deje estar algún tiempo a  una persona en casa ajena. “Pancho dame un arrime que me cortaron la luz” “Arrima la bola que ese carajo no tiene puntería para pegarle” ¿Me podéis dar un arrime para quedarme esta noche aquí?”

martes, 24 de junio de 2025

Mascá

 

Esta palabra ya poco se escucha en nuestro dialecto, nada tiene que ver con mascar ni se encuentra en el diccionario de la Real Academia, aunque por asociación y alegóricamente está ligada en cierta forma al hecho de morder. Con esta palabra se indicaba la acción por medio de la cual a una persona le quedara dinero producto de alguna operación licita o ilicita, o sea al fruto extra de algo que se ha negociado o percibido por algún trabajo, encargo o servicio, razón por la cual también se asocia como parte de un capital. Es un arcaísmo y llegó a nuestro dialecto desde España, donde era parte de la jerga de los antisociales quienes usaban el término para metafóricamente señalar el fruto de alguna fechoría. En nuestro dialecto se apostrofó quizás para diferenciarlo de la palabra común mascada, aunque en muchas ocasiones se usó de la última manera e igualmente se le agregó el que no fuera solo dinero ilícito. “¿De cuanto fue la mascá por hacerle el mandado al portugués?” “Devolveme mi mascá que ya no voy a seguir asociado con vos”