Esta palabra ya no se
escucha en nuestro dialecto, era común en los campos petroleros y actuaba como
eufemismo de un insulto mayor. Deriva por homofonía de la frase en ingles “Son
of bitch” que literalmente significa hijo de bruja o de puta, la cual era
proferida por los gringos en contra de los trabajadores. Sin embargo en el
argot de ellos perdió de cierta forma la agresividad y era utilizada como
jocosa y en muchos casos sin intención de insultar. Los gringos dejaron de usar
la original cuando altercados corrientes le hicieron saber que el término era bien
entendido. “Ese sanababiche de Teo no gana ni jugando solo"
sábado, 30 de septiembre de 2017
Forziar
Esta palabra era común en nuestro dialecto y
está asociada con fuerza, pero con la hecha por dos personas a través de los
brazos, actividad común y en muchos casos de entretenimientos de los marinos,
que posteriormente tomó relevancia. La idea del mismo es probar cual de dos personas
tiene más fuerza, colocando cada quien un brazo sobre una superficie lisa en la
cual se asienta el codo y tomados de las manos hacer fuerza hasta llevar al
contrario al lado frontal de la misma, ganando cuando el brazo es derribado y
toca completamente la superficie. Es llamado también vencidas pero el nombre asignado
generalizado es pulsear. Era practicada como entretenimiento por los jóvenes y
como juego de apuestas por los trabajadores, sobre todo los del puerto. Aún se practica.
“Vamos a forziar un rato mientras tocan el timbre” “Me gané unos cobres
forziando anoche”
Mosquito
Esta palabra
identifica a un insecto díptero muy común conocido popularmente como zancudo
pero también nuestro dialecto asimiló otra connotación usada también en otras
regiones que nada tienen que ver con este aunque si con algunas características.
Se le endilga el término a las personas soplonas a quienes pagándole o no, en
el segundo caso por simple adulancia, exponen a otros a la justicia o terceros,
contando intimidades o cosas por este dicha o hechas que son contrarias a las
leyes de turno, Eran comunes en las épocas de dictadura y estos aduladores eran
despreciados por la mayoría. Es un venezolanismo que ya es de poco uso. “A
Eugenio lo mataron por mosquito” “El mosquito de Fidel se morirá íngrimo y solo”
Venaero
Esta palabra ya es raro escucharla en nuestro
dialecto, sobre todo ahora cuando los cambios económicos y el crecimiento
urbano extinguieron la costumbre por la cual nació el término y nada tiene que ver con venados. Se le endilga
el mismo a quienes hacían los mandaos o recaos a algún lugar y haciéndose los locos no daban el vuelto que les sobraba,
o sea se agarraban la vená, generalmente sin consentimiento de quien los había
enviado. Este dinero lo gastaban en algo en la misma tienda o lo reunían para
otras cosas. Aunque era una práctica de cierta manera desleal, dado que la
cantidad era muy poca, esto era tomada como un pago y no disgustaba a las
personas. “No mandéis a Federico que ese es venaero”
Venirse o caerse guardabajo
Esta expresión que fue muy popular y
ahora no lo es tanto no es autóctona y se escucha en otras regiones. Con la misma
se señala, en algunos casos a manera de advertencia el hecho que algo se ha caído
desde el lugar alto donde se encuentra y puede causar algún daño a quien se encuentre
en la línea de desplome de lo mismo. Esto puede ser incluso una persona o algo
que se está manipulando o cortando. En nuestro dialecto también se usa como sinónimo
de derrumbe de otro tipo como anímico, financiero o comercial entre otros. Fue traído
por los marinos en cuyo argot es una prevención para la tripulación que está
abajo proferida por el guarda que se
encuentra arriba ante la acción de dejar caer un cabo u otro objeto, de tal
forma que se resguarden. “Darío se vino guardabajo del techo y se fracturó la
pierna” “Guardabajo que allí van los mangos” “La compañía se vino guardabajo””La
liquidación se cayó guardabajo con los precios” “Adaulfo se vino guardabajo por
la muerte de su madre”
Como gonzalico sin caujil
Esta expresión
ya es muy raro escucharla en nuestro dialecto, sin embargo fue común hace
algunas décadas. Con la misma se señala el estado de desesperación, tristeza, nostalgia
o angustia en la que se encuentra una persona a causa de alguna perdida, problema
o acontecimiento vivido. Es una comparación al hecho que esta ave, muy asidua
en los patios y espacios silvestres de la región, era muy adicta a la flor carnosa de este fruto, que también era
común, y la suposición que la falta de ella la pondría de esta manera. “Monche
anda como gonzalico sin caujil desde que lo dejó la novia”
Planchón
Esta palabra en
la forma en que se usaba en nuestro dialecto a finales del siglo 19 y
anteriormente ya no se escucha. Con la misma se señalaba a un grupo de
personas, generalmente amigos o compañeros que se reunían en lugares
determinados para compartir o conversar, normalmente en la noche, sobre
diferentes temas. Eran populares en la ciudad y fueron la génesis de muchos
clubes, peñas y círculos sociales, económicos y culturales. Al parecer la
palabra es una deformación de la voz canaria chaplón, que era el lugar de reunión
de la familia y amigos en las casas y este era un escalón a la puerta de la
casa que servía de asiento para los niños y jóvenes, mientras que el resto lo
hacía en sillas. Actualmente la palabra se usa como aumentativo de plancha. “Mi
abuelo pertenecía al planchón de San Juan de Dios y mi papá al de la plaza Bolívar”
Cantiao (ito)
Nada tienen
que ver los significados que se encuentran en el Diccionario de la Real
Academia con la connotación dada en nuestro dialecto a la palabra, el cual es
hacer algo de manera fácil por poseer destreza o practica en la labor u oficio.
De tal forma que un albañil por ejemplo tiene cantiao la forma de colocar todo
para fabricar algo o una costurera la manera en que se hace un vestido. Posiblemente
sea una aféresis de caricantiar que tiene similar significado en nuestro
dialecto y que la ha sustituido actualmente. Se usa generalmente en diminutivo.
“Tengo cantiao al picher ese, no le pelo una” “Alfredo tiene cantiaito el
cruzar el lago con la piragua en la noche”
Chichote
Esta
palabra es de muy vieja data en nuestro dialecto, fue traída por los españoles como
sinónimo de chichón, que identifica a la protuberancia que se hace en la cabeza
a consecuencia de un golpe. En otros lugares tomó otros nombres como chipote en
Méjico y en Nicaragua divieso, solo que este se generaliza para otras partes del
cuerpo, e incluso acá se le iguala a boliche. La palabra originaria deriva del
latín abscessio. Ya es de mediano uso. “A Berta se le hizo un chichote mollejúo
porque se cayó patinando”
Zama (o)
Esta palabra es muy vieja
data en nuestro dialecto, nada tiene que ver con el nombre de una ciudad ni con
los diferentes significados que hay sobre ella, tampoco tiene relación con
lamisma palabra que comienza con s, se
señala de esta manera al plátano que es doble o morocho y también en menor
grado a las frutas que poseen esta características, igualmente a la escopeta de
dos cañones. Es de cierta forma sinónimo de doble o morocho y es autóctona. Fue
reseñada por Medrano a finales de 1800. Todavía es de uso común. "Te doy cinco plátanos y una sama por
diez bolos" “La mata de la casa da muchos mamones zamos” “A Firpo lo
mataron con una escopeta zama”
lunes, 25 de septiembre de 2017
Queria (o)
Aunque el
sentimiento es importante, la palabra usada en este contexto en nuestro
dialecto parece ser un juego de palabras, ya que con esta se señala a la
amante, a la otra que mantiene una relación con alguien que se encuentra casado
o que tiene un hogar formado con otra mujer o caso contrario al hombre que está
en la misma situación. "Ana es la queria de Andrés y todo el mundo lo
sabe menos su mujer" "El querio de Petra le da de todo"
Ful equipo
Esta palabra es muy común en todo el país
y en otros países de América, es la
castellanización de la inglesa “full Equipped” que literalmente significa
equipado con todo y se refiere a que el producto trae todos sus accesorios
normales e incluso otros extras. Es muy común en el campo automotriz. En
nuestro dialecto además de ser empleada de esa manera también se le hace en
otros campos, sobre todo en la comida, donde funciona como sinónimo de “con
todo” o sea con todos los ingredientes normales y extras, incluso en ocasiones
es sinónimo de “bueno”. Es asimilada. “Me
compré un carro ful equipo” “La nevera me vino ful equipo” “Dame un patacón ful
equipo” “Vamos ful equipo para la playa”
Matao (á)
Esta palabra es el participio de matar pero en
nuestro dialecto tiene otras connotaciones adicionales que no tienen relación
con la muerte. La usamos para señalar algo que está
deslucido, desmejorado, feo o deteriorado. También como expresión de sorpresa e
incluso como sinónimo de aburrido, no solo a nivel personal sino también
general. Más raramente también la
asociamos a cansancio. No hay que confundir el femenino con otra palabra con la
misma grafía que significa golpe fuerte. Es de uso frecuente. “El mueble que
comprasteis está matao” “Esa fiesta está matá” “Quedé matao”
sábado, 23 de septiembre de 2017
Cerveza con plomo
Esta palabra es de nueva data en el
dialecto y nada tiene que ver con que esta bebida tan consumida en la región
contenga entre sus ingredientes el mencionado metal. Nace del hecho que el boom
de las bebidas light o ligeras se posesionaron por un tiempo del mercado y
entre ellos el de esta bebida alcohólica, que muchos creen que tiene menos
grado de alcohol, cosa falsa ya que es ligera porque posee menos calorías, por lo que para diferenciarlas y como forma de
expresar el no ser gustosas de la misma se le endilgó a la normal el adjetivo
que nombra al metal, una comparación directa a la variedad de gasolina que también
terminó desapareciendo porque era considerada perjudicial para el ambiente. De
tal forma que la cerveza tradicional fue bautizada así. “Dame una caja de
cervezas con plomo”
Majapoliar
Esta palabra ya no es tan común
escucharla aunque es autóctona y fue muy usada en épocas anteriores. Con la misma
se señala la acción de golpear o maltratar fuertemente a alguien, ya sea a
golpes o con alguna otra cosa. En lenguaje coloquial de otras regiones es moler
a palos. Nada tiene que ver con la majapola, nombre que es dado en Canarias a
la amapola y en dominicana a un juego de trompos hechos con semilla de mangos y tal vez provenga de majar que significa
machacar. “A Nestico lo majapoliaron anoche porque llegó borracho” “Hoy me van
a majapoliar porque me rasparon la materia”
Garrafatiña
Esta palabra ya es raro escucharla en nuestro
dialecto aunque fue muy común en épocas anteriores. Nada tiene que ver con
garrafa y posiblemente sea una deformación de garrapatiña, voz pronunciada por los
extranjeros residentes en la ciudad al referirse a la garrapata. Con ella se
señala la discusión acalorada y desordenada entre dos o más personas que genera
alboroto a su alrededor pero que nunca llega a los golpes. Esta no necesariamente
es siempre una afrenta sino que en ocasiones es un intercambio vigoroso de ideas
o posiciones. También se le endosa al
bullicio que hacen los niños al jugar o pelearse. “Los portugueses dela tienda
tenían una garrafatiña porque se les perdió algo” “Cuando se juntan tus hijos y
los míos se arma una garrafatiña en la casa” “Jorgito y Eduardo viven con una
garrafatiña por política”
Catajarra
Aunque
esta palabra es considerada un venezolanismo y se escucha en muchas regiones
del país, no es asimilada a nuestro dialecto sino autóctona del mismo, desde
donde emigró y se popularizó en casi todo el país con la misma connotación, la
cual es el adverbio de cantidad muchos o muchas. La palabra llegó a nuestra
habla desde el guajiro en donde fonéticamente se escucha como catajarria pero se
escribe wainma, joulaa o wattaa
aalin. Hay quienes afirman que no es oriunda del idioma sino un guajirismo adoptado
por ellos en su interacción con personas de otras razas. Lo cierto es que nació
en los terrenos áridos que han ocupado por milenios esa etnia. “Habia una
catajarra de carros esperando al ferry”
Arrequintar
Aunque esta palabra es considerada por
el diccionario de la Academia un americanismo de uso en Costa Rica, Cuba, Mexico y Venezuela, la
misma fue traída por los canarios con varias connotaciones y como requintar.
Una de esos significados que es apretar fuertemente una cuerda o vendaje para
que no se suelte es el aceptado, pero también los isleños la usan como sinónimo
de apretar cualquier cosa, quedar muy apretado un saco o una data por contener
exceso de contenido e igualmente ingerir algo en exceso. En nuestro dialecto la
usamos como sinónimo de estar algo guindado o colgado fuertemente, una curiosa
combinación del termino canario con la deformación de arreguindado. Aunque
generalmente se utiliza para señalar el hecho que una persona ande siempre abrazada
con su pareja, en ocasiones por el cuello. “María se la pasa arrequintá de
Pedro” “No creáis que me voy a arrequintar tuyo”
Canastilla
Esta palabra en la connotación usada en nuestro
dialecto hace algunos años ya es raro usarla, ya que actualmente se señala con
ella las definiciones del diccionario que son cesta de mimbre pequeña o ropa que
se previene para la venida del bebé. Sin embargo de esta forma se llamaron los
comercios de cosas pequeñas y variadas que generalmente se colocaban en las
casas o en pequeños locales y luego se bautizaron y diversificaron como mercerías
o quincallas, mientras que en todo el país se les llamó así a los que vendían
ropas para recién nacidos o niños y es considerada esta connotación como un
venezolanismo aunque realmente esa definición de boutique infantil es propia de
los andaluces, quienes trajeron la palabra y aun la usan. “Mi abuela tenía una
canastilla en su casa”
viernes, 22 de septiembre de 2017
Farukiar
Esta palabra ya no se escucha en nuestro
dialecto, con la misma se señala a las personas dilapidadoras, derrochadoras y botarates
que no tiene freno en los gastos y son capaces de gastar fortunas en cosas sin importancia,
banalidades y festejos, entre otras cosas. Según Regino Arapé la misma es una
comparación al rey Egipto Faruk en cuyo reinado la corrupción y el despilfarro
fueron lo más representativo de su reinado. Tal vez fue hecha popular en el
tiempo que el interés local por la cultura egipcia dejó incluso edificaciones
como por ejemplo la cárcel de la ciudad. “Me voy a farukiar lo que me gané en
los caballos” “Mi tío se farukió la herencia del abuelo”
Tintojea
Esta palabra ya es raro escucharla en nuestro
dialecto pero fue muy popular en otras épocas cuando la ciudad no era la metrópolis
actual y los espacios verdes eran numerosos. Se le endosa la misma a un ave muy
común en ese entonces llamada por algunos pecho amarillo por el plumaje de ese
color que combinado con el marrón le proporciona una belleza extraordinaria, su
canto define su nombre ya que según muchos el mismo se escucha como tinnntigéea
pero en otras regiones aseguran que es cristófue, por lo que lo llaman así,
aunque dado que según la leyenda religiosa esta ave anunció el Viernes Santo la
muerte de Cristo, podrían estar los segundos influenciados por esta. Lo cierto
es que actualmente es raro verlos en la ciudad y que el nombre colocado por la
mención religiosa ahora es más común sobre los anteriores y otros colocados en
otros lugares como pico de frasco o dios te dé. “En las matas del patio de la
casa de mi abuelo llegaban muchos tintojea”
jueves, 21 de septiembre de 2017
Meter la mano
Esta expresión que literalmente
significa: introducir el miembro nombrado en alguna parte, también es usado acá
y en otras regiones para señalar la acción de pegar un golpe y en nuestro
dialecto tiene una connotación adicional que de cierta manera es un
contrasentido ya que se señala de esta forma la acción de detener algún transporte
público por medio de estirar el brazo y mostrar un dedo de la mano, señal
frecuente en todo el país pero que en otras partes se llama sacar la mano, que
es lo que realmente se hace. Es de uso frecuente y de vieja data. “Meté la mano
en el pantalón y sacáte los cobres” “Te voy a meter la mano si seguiís molestando”
“Mete la mano al bus”
Un palo
Esta palabra con la connotación usada recientemente
es de nueva data en nuestro dialecto, ya que es común señalar a
una copa o buchado de alguna bebida alcohólica de esta forma, incluso usarlo
como adverbio de cantidad como sinónimo de mucho o mucha, pero desde el argot
juvenil ha emigrado y se ha hecho cotidiano en cierto grupo de personas definir
esta con un millón de bolívares, siguiendo el ejemplo de asociar el dinero con
objetos o colores, que es de costumbre más antigua. No es tan autóctona como
parece ya que emigró desde el lunfardo, dialecto de la calle argentino hasta
nuestros lares, tal vez por la fama del tango o el avance de las comunicaciones
“Dame un palo de ron” “Está cayendo un palo de agua” “Esa chiva me costó un
palo”
lunes, 18 de septiembre de 2017
Encocao
Esta palabra ya es raro escucharla en nuestro
dialecto, nada tiene que ver con el coco o con comidas hechas con este, tampoco
con cocaína; acá se usa como sinónimo de enredo, generalmente de cables o
cuerdas, pero también en sentido figurado de situaciones o estados de ánimo de
las personas. Es un término marino traído por los españoles para quienes el
termino cocas significa las vueltas que toma un cabo o una cuerda por vicio de
torsión. Era muy popular en otras épocas. “Los mecates de la hamaca están todos
encocaos” “Se me encocó el curricán” “Nestor anda encocao con las cuentas”
jueves, 14 de septiembre de 2017
Bajarse los chinos del camión
Esta expresión era muy común hace algún tiempo
en nuestro dialecto pero ya es raro escucharla, la misma es una alegoría y con ella
se señala el hecho que los planes o acciones efectuadas por alguien se han
desbaratado, frustrado o están en peligro de que eso ocurra, por razones
circunstanciales. Se usa en diferentes tiempos y con diversas formas
personales. Según algunas personas mayores nace esta expresión del hecho que en
otras épocas contrataban guajiros, a quienes en nuestro dialecto llamamos
chinos, para efectuar trabajos de obreros de construcción y estos eran
transportados en camiones, pero ante cualquier eventualidad o desavenencia estos
se negaban a hacer la labor y lógicamente se bajaban del vehículo para no ir al
lugar de trabajo. Sin embargo otros aseguran que esto nació mucho antes en los
campos cuando los mismos trabajadores de la etnia eran usados para trabajar y
ocurría lo mismo y de allí fue tomada la expresión en la ciudad. “A Fabio se le
bajaron los chinos del camión porque la esposa le revisó el teléfono” “Si
seguís inventando se te van a bajar los chinos del camión”
martes, 12 de septiembre de 2017
Garota
Esta palabra proviene del idioma portugués
donde significa muchacha o mujer joven y es muy popular en los carnavales
brasileños donde se les llama de esta manera a las bailarinas de samba. En
nuestro dialecto se hizo popular a raíz de la Copa América en el2007 con igual
significado que el original pero con una connotación diferente en ciertos
grupos sociales donde se le usó como sinónimo de acompañante dado que se usaron
chicas como guía multilingües de los invitados extranjeros, solo que se degeneró
para señalar de igual manera a las mujeres que prestaban servicios sexuales a
personas de clase social alta. Ya ha dejado de ser de uso frecuente en cualquiera
de sus significados. “Voy a trabajar de garota en la Copa” “Vamos a buscarnos
unas garotas en el club”
martes, 5 de septiembre de 2017
Aflojar
Esta palabra tiene múltiples
connotaciones en los diccionarios, la mayoría también usadas por nosotros como: entregar dinero o algo, disminuir
el ritmo, disminuir la presión de algo o propinar un golpe, pero a todas estas
nuestro dialecto le agrega el de lanzarse o dejarse caer desde algún lugar
elevado o el de arrojar un objeto, el realizar una acción impropia de alguien
por alguna circunstancia, o el de hacerla por no tener otra alternativa. De
modo que el verbo se transforma en otros. Así es que “nos aflojamos del
trampolín a la piscina” o “aflojamos una piedra”, “nos aflojamos a cantar a
causa de la borrachera” “Nos aflojamos a caminar para la bomba porque el carro
se quedó sin gasolina” “Le aflojamos un carajazo al que se propasó con la novia”
“Aflojamos el tornillo” “Le aflojamos dinero al nucita para que nos deje ir” “Aflojamos
la carrera porque vamos retragao”etc.
Mochila
Esta palabra todavía se escucha en nuestro
dialecto pero no tan recurrentemente como antes, con la misma se señalan los
sacos de fique u otro material en el que se transportan y envasan diversos
alimentos y que eran muy populares en los mercados no solo para esto sino que
se les dio diversos usos luego de que fueron vaciados, uno muy popular y cultural:
las carreras que se hacían introduciéndose las personas dentro de ellas, atándoselos
a la cintura o agarrándolo con las manos. También es común utilizar el término
para referirse a cualquier objeto donde se transporte algo sin importar que
cumpla con las características antes mencionadas incluidas las bolsas. Según
la Academia la palabra es de origen vasco y señala al muchacho de recado que
llevaba las encomiendas a sus espaldas, razón por la que se generalizó
posteriormente para señalar los morrales o cualquier bolso que cumpliera esa
función. La palabra saco es más popular en el resto del país y ha sustituido también
a esta en nuestro habla. “Compré una mochila
de arroz” “Vi a Samuel con una mochila de pan” “Tendré que llevar esa mochila
en la espalda”
sábado, 2 de septiembre de 2017
Temblar como un machorro
Está expresión es popular en nuestro
dialecto y curiosamente el animal que se nombra no posee las características que
en ella se describe, ya que con la misma se indica que alguien se encuentra muy
temeroso o que se encuentra realmente temblando por el frio o por la fiebre
alta. La alegoría surge en el habla popular desde hace mucho tiempo producto de
la caza de estos animales, muy numerosos en ese entonces, por medio de honda o
china, actividad hecha por jóvenes y adultos como una forma de distracción,
dado que al ser impactado con alguna piedra el mismo quedaba temblando y
posteriormente moría o se escapaba, de acuerdo a lo preciso del disparo. “Estaba
temblando como un machorro porque hubo disparos cerca de la casa” “En Mérida mi
tía se la pasó temblando como un machorro” “El niño estaba temblando como un machorro
porque tenía 41 grados de fiebre”
Cachimbero (a)
Esta palabra ya poco se escucha en nuestro
dialecto, nada tiene que ver con las pipas para fumar ni con lámparas de
aceite, como le dicen en México, con la misma se señala al verso popular,
generalmente improvisado, que hacían los repentistas o juglares que no poseían estudios.
Los mismos según la crítica de los académicos eran mal estructurados,
igualmente a quienes lo crean le llaman así, se incluyen los que aun teniendo
estudios sean considerados malos poetas por los anteriores. Mas modernamente a
las blusas o camisas cortas, algunas de ellas que se amarran con unas tiras a la
espalda, generalmente femeninas que muestran el ombligo llamado por nosotros
cachimbo. El término es un americanismo que tiene diversas connotaciones en el
continente, algunos de estos son: alimentador de calderas, trabajador a destajo
o de trabajos arduos. “Vos lo que escribís son versos cachimberos” “Yo tuve un tío
cachimbero” “Me compré unas cachimberas de flores”
Chocancia
Aunque esta palabra puede considerarse asimilada en nuestro
dialecto la misma no aparece en los diccionarios ya que es una variante de chocantería,
americanismo que posee el mismo significado, el cual es impertinencia o cosa
desagradable o molesta. Era de uso común en nuestra provincia y llegó al
continente como chocarrería que era un chiste grosero; quien los usaba era un
chocarrero que entre sus sinónimos estaba chocante y fullero y de allí se
derivó la palabra en América, diversificándose las connotaciones entre impertinencia
y pedantería, está última en México y Panamá. Solo en nuestro dialecto ambos
significados son aceptados y se usa la variante estudiada. “Dejá la chocancia
de decirme gordo” “No sigáis con la chocancia de creerte rico porque pegastes
un cuadro con seis”
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