Con esta
palabra se define en nuestro dialecto cualquier objeto que se encuentre muy
golpeado, sin importar que el mismo sea un pocillo. Deriva del hecho de hacer
una similitud con esas tazas de aluminio semi destruidas y abolladas que se conseguían
en los manicomios o los sitios donde hubiera enfermos mentales quienes las maltrataban
al tirarlas al piso o las paredes. “”Ese
carro tuyo es un pocillo e’ loco, ya no le caben ms golpes”
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