Esta
palabra ya es raro escucharla en nuestro dialecto aunque no es de muy vieja
data, pero su uso siempre fue limitado. Es una invención local y no aparece en ningún
diccionario. Con la misma se señala a los insectos con alas, generalmente las llamadas
hormigas voladoras, quienes hacen su aparición repentina después de la lluvia y
se reúnen numerosamente alrededor de los bombillos ya que poseen marcado fototropismo
y buscan la luz. Son en sumas molestosas y comunes en esa época del año. “No vayáis
a prender el bombillo que nos invaden los bichorocos”
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