domingo, 29 de enero de 2017

Banquina

Esta palabra es ya de poco uso en nuestro dialecto, aunque todavía existen en la ciudad. Con la misma se señala al espacio que queda entre la pared y la ventana en las viejas casas coloniales, llamado tambien quicio. En el mismo, aunque no fue construido para eso, se sentaban las personas para tomar fresco, hablar con algún transeúnte o en el caso de las mujeres para ver solapadamente a algún pretendiente. En los países del sur de Suramérica se le llama así a lo que nosotros llamamos brocal, construcción hecha en las carreteras al margen de las calzadas o aceras. “Mi abuela me decía que se sentaba en la banquina todas las tardes para hablarse con los ojos con mi abuelo”  

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