Aunque
muchos consideran que esto es una mala pronunciación de la palabra correcta que
es semáforo, el cual es un aparato que sirve para controlar la circulación diseñado
por el ingeniero ferroviario John Peake
Knight en 1868 y mejorado en 1910, por Ernest Sirrine, aunque los
actuales sean producto de una modificación hecha en 1920 por William Potts, puede considerarse un
metaplasmo, figura común en nuestro dialecto, de uso frecuente en el habla
cotidiana, sin que esto signifique algún cambio en la connotación de la misma, quizás
sea producto del hecho que la luz para guiar los barcos se encuentre en los
faros.. “Me voy a vender vainas en el semafaro”
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