Con esta
expresión no señalamos en nuestro dialecto largo o ancho de algo, sino el superlativo
de alguien fastidioso que genera molestias por sus repetidas acciones, anquen
ocasionalmente también se le endilgue a alguien delgado y alto. Nace esta
expresión a finales del siglo 19 y comienzos
del 20, época en la cual era practica de muchas personas irse hasta el
manicomio ubicado en la quinta Belén, en el sector El Mosquito del barrio El Empedrao,
que funcionó desde 1895 hasta 1904, a divertirse con la perversa acción de
alquilar a los propios cuidadores del lugar unas varas largas y finas
fabricadas de ramas de árboles de mangos que habían en el sector y con ellas
puyar a los internados de ese lugar. “Sois peor que una varilla de puyar locos”
No hay comentarios:
Publicar un comentario