Esta es una expresión burlona que se le endilga a las personas que supuestamente viven pegadas a otras, sobre todo a los hombres cuya atención a sus parejas es extrema y mantienen una actitud egoísta y obsesiva, subordinándose a todo lo que ella ordena y piensa. Coloquialmente nace del hecho de olerle el sudor, algo natural de los recién nacidos para identificar a su madre pero vulgarmente de hacerlo con el órgano sexual. Se usa normalmente en masculino aunque también escasamente se le endilga a mujeres “El huele huele de Larry no tiene vida propia”
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