Aunque
esta palabra tiene varias connotaciones usadas en otras regiones y también acá,
en nuestro dialecto tiene dos significados primordiales, uno asimilado y otro autóctono
derivado del anterior, estos son: pequeñas porciones de comida, aperitivos o pasapalos
y distancia larga que se recorre generalmente a
pie. La primera connotación fue traída por los españoles quienes le
llamaban así a la comida que se consumía antes del plato principal el cual era
abundante y constaba en muchos casos de aceitunas, papas, croquetas, queso,
embutido, frutos secos y panes además de bebidas, generalmente el vino. Con el tiempo estos aperitivos fueron siendo
menos abundantes y al final pasaron a los restaurantes con el nombre de
entradas y en los sitios de bebidas se les llamó pasapalos o picadillos. Sin
embargo en el ámbito común a las pequeñas porciones de comida se le siguió
llamando así y cuando se acostumbraba viajar se preparaban estas mínimas porciones
como parte de la comida del camino, por lo que la cantidad de las mismas dependía
del trayecto que se iba a recorrer antes de llegar a hacer una comida completa.
Esto trajo como consecuencia que se tomara la palabra como forma de expresar
distancias muy largas y de esta forma era usada hace algunos años hasta que fue
sustituyéndose por la palabra polo. Ambas formas son ya poco usadas actualmente. “En
ese bar no dan boquilla” “Me eché una boquilla para llegar a que mi tía”
No hay comentarios:
Publicar un comentario