Con este nombre señalamos en nuestro dialecto a la atracción mecánica de los parques de diversiones conocida como rueda de la fortuna o noria. Debe esto a que en los años 60, cuando el boom de los viajes a nuestro satélite estuvo de moda, los parques de la época en nuestra ciudad, le colocaron este nombre como una forma de ganar adeptos y el mismo quedó como nombre con los años. “Me llevé a mi novia al viaje a la luna y casi se muere por los nervios”
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