Con esta palabra se definía en nuestro dialecto una dolencia
muy común en otros tiempos y también ahora, la misma no tiene que ver con
cuerdas de reloj ni con personas furiosas o enojadas que es la connotación que
se le da en República Dominicana, tampoco es una derivación de encordar que
significa colocar cuerdas a los instrumentos de música, en nuestra ciudad y en
otras regiones de la Provincia de Maracaibo se le usaba para señalar el hecho
de que alguien tuviera dolores en el cuello producto de dormir o estar mucho
tiempo en una misma posición, medicamente se le llama torticolis. El nombre proviene
del hecho que a los tendones se les llamaba cuerdas y se le atribuía esta
dolencia equivocadamente a la contracción de estos y no la de los músculos
como correctamente es. Ya es raro escucharla en la connotación descrita
anteriormente y es autoctona fue sustituida en el habla popular por garrotillo. “Me desperté todo encuerdao, no puedo voltiar para ninguna parte”
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