miércoles, 29 de agosto de 2012
¡Que mamón!
Esta expresión tan maracucha se usa como exclamación de sorpresa, como muletilla o como adverbio de cantidad indeterminado, antecediendo en ambos casos a la palabra. Nada tiene que ver con la fruta que menciona y que es muy común en la región. Nace en la época colonial cuando se deforma el sentido de ella, ya que la palabra mamón era usada como un insulto hacia las personas que te hacían alguna mala jugada o te engañaban con artimañas. “¡Que mamón! Me cobraron cien bolos por un kilo de carne” “Que mamón de choque hubo en la autopista”
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