Esta es el
nombre o apodo que les dábamos en nuestro dialecto a los vendedores ambulantes,
normalmente de origen árabe que iban de casa en casa ofreciendo primero telas y
más adelante zapatos y otras cosas. Luego se llamaron turcos que es como ahora
se siguen conociendo aunque no sean de esta nacionalidad y tampoco sean árabes.
Nace por la razón que estos ofrecían estos productos sin vehículos, o sea a pie
y del hecho que ellos llamaba así a sus clientes y estos como jocoseria le
respondían igual. Es la forma como señalaban los colonizadores a los
mercaderes. También se les llama actualmente así a los enamorados o amantes
furtivos y escondidos que alguna mujer tiene.
"Mañana viene el marchante y le fiaré unas telas para una
bata" "Rosa tiene un marchante que la mantiene"
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