Esta es
una palabra de origen canario que ya rara vez se escucha en nuestro dialecto. Estos
la trajeron para señalar un pez que es común en nuestra mesa que es la lisa,
pero la que era de gran tamaño, pero nosotros le cambiamos la o final por la e
y se conoce ahora como lebranche. Pero también con la misma se les llamaba a
los animales grandes para lo regular de su especie y nosotros le agregamos a
las connotaciones anteriores el carácter de dañino de algún animal sin importar
su tamaño. “Pescamos unos lebranchos mollejúos” “Las iguanas del parque son
unos lebranchos” “Esos zancúos patas blancas son unos lebranchos”
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