Este término
ya en desuso en nuestro dialecto identificaba entre los años 40 y 60 y hasta
posteriores a los fotógrafos que iban de casa en casa ofreciendo sus servicios
de fotografía, novedosos en esos tiempos. Realizaban una profesión poco
extendida en ese momento y usaban para realizar su trabajo cámaras modernas que
venían en cajones rectangulares que les servía también como resguardo, de allí
deriva el nombre dado a ellos y que era muy popular en Cabimas. Estos artefactos comenzaron a
fabricarse desde finales del siglo 19 hasta mediados de los 50. “Por allí estuvo
el fotógrafo de cajoncito buscándote”
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