Este curioso nombre que usamos en nuestra región para identificar esta variedad de fruta tiene su razón en el hecho que es el que usamos para curar las enfermedades dérmicas de los perros, como sarna, urticarias, etc. Es de tamaño grande y de pocas semillas y lo picamos por el centro, para luego restregarlo en la piel del animal. Regularmente existen tres tipos de limones en nuestra región, el criollo que es el más pequeño y que tiene poco jugo pero es muy acido, el más grandecito que es jugoso y es el preferido para las comidas y el primeramente nombrado que es menos ácido y lo usamos o comemos poco. “En el patio de Juan hay una mata de limones de perro”
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