viernes, 15 de junio de 2012
Locha amarilla
Nada tiene que ver la moneda de ese color que se acuño en 1944, con la que se señala en nuestro dialecto. Se le decía así a la moneda maestra, la cual era amarilla, que el fabricante o vendedor de rocolas daba al comprador para que pudiera colocar libremente las selecciones del aparato. Dado que en esa época esta funcionaba con lochas, a pesar de no ser del mismo tamaño se le llamó así. Igualmente a las personas hiperactivas e incansables, se le endilgaba indirectamente ese apodo. “Eleuterio metéle la locha amarilla a la rocola que ya no tenemos cobres” “Mijito quédate tranquilo un rato, como que te metieron la locha amarilla”
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