Esta expresión es aún posible escucharla en nuestro
dialecto, es de vieja data y nació entre pescadores emigrando hacia el vulgo en
los mercados, la misma no está asociada a otras similares que nombran al
batracio ya que no es con este con quien se hace la comparación sino con un pez
llamado pejesapo el cual se infla para defenderse, pero que comúnmente lo
llaman igual al otro. Cuando alguien está o queda como un sapo es que se
encuentra lleno después de haber comido algo y le es difícil moverse, sin que
esto signifique que la persona tenga una enorme barriga. Es sinónimo de otras palabras
y expresiones del dialecto, como aventado, estar pipo, ful, como novio de
cocinera y otras más propias de la manera como gráficamente nos expresamos. “Me
jarté cinco tumbarranchos y quedé como un sapo” “Después de mandarme ese
mondongo estoy como un sapo, no me puedo ni parar”
No hay comentarios:
Publicar un comentario