martes, 18 de agosto de 2015

Las tarjas del fiao

Esta expresión o más bien instrumento ya desapareció, hasta finales de los 60 todavía en algunas bodegas de personas mayores se usaba. Consistía en una libreta o cartón donde se escribía lo que el cliente fiaba, quedaba uno en la bodega y otro se llevaba el cliente, de tal forma que cuando este iba a cancelar ambos estaban claros cuanto era la suma de lo adeudado. El nombre en nuestro dialecto es herencia de los españoles quienes lo trajeron pero a diferencia de lo usado en nuestros lares, para ellos la tarja no era un cartón o libreta sino un trozo de palo de unos treinta centímetros  de largo previamente labrado y alisado en forma de listón con cuatro caras iguales que se marcaba con muescas que representaba la cuenta. “Esas tarjas del fiao del bodeguero están mollejúas” 

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