martes, 11 de agosto de 2015

Comprále un rancho

Esta expresión es común en la ciudad y nuestro dialecto, aunque parece jocosa y se usa en muchas ocasiones; en ese sentido tiene una fuerte carga de disgusto, ya que la misma se profiere cuando se pierde la paciencia ante el abuso de dos conductores que han tomado la vía para hablar entre ellos desde sus vehículos trancando el paso.  Es parte de la anarquía en que muchos han convertido el tránsito automotor en nuestra ciudad, sobre todo choferes de transporte público y que equivocadamente algunos celebran como maracuchadas. La expresión que literalmente invita a los infractores a que uno de ellos le compre un rancho al otro para que hablen mejor pero también subjetivamente los tilda de homosexuales. También se usa cuando se ve a una pareja de enamorados besándose muy relajadamente y a la vista de todos, Se puede decir que es de nueva data. “Comprále un rancho para que seáis felices”   “Mijo comprále un rancho para que podáis hacerlo lo que queráis”

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