sábado, 8 de agosto de 2015

Carrucha

Este es uno de los tres nombres con el que se conoce en nuestro dialecto este entretenimiento rudimentario de los jóvenes de finales de los 60 y la década de los 70, no solo en la región sino en todo el país. Los otros son patineta y carritos de rolineras. Eran los vehículos con el que se desplazaban empujados por otro o se lanzaban en cualquier pendiente los  intrépidos conductores careciendo de cualquier tipo de seguridad y recibiendo raspones y fracturas a granel en las aparatosas caídas. El vehículo se fabricaba tomando una tabla o un cajón que servía de lugar donde se sentaba el conductor, dos listones donde se colocaba las 4 rolineras que servían de ruedas, el de atrás era fijo y el de adelante móvil sirviendo de volante a la vez movido por los pies o por una cuerda que al estilo de las bridas de los caballos era manipulado y un pedazo de goma de caucho que fungía como freno y era colocado en una de las ruedas delanteras y la mayoría de las veces su funcionamiento era precario. Ya puede considerarse desparecido. “Me lancé en carrucha por la bajada de pichincha y me fracturé un brazo” “Me cansé de hacer carritos de rolineras cuando era chamo” 

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