Esta palabra es una de los nuevos eufemismos de maldición, es una forma no tan grotesca que generalmente denota asombro o contrariedad ante un hecho inesperado o fortuito. No posee ningún significado ya que la palabra a la cual sustituye no posee sentido literal en nuestro dialecto y toma las mismas formas de ella como es la de ser interjección y muletilla. “Mardisplin, se me espichó un caucho”
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