Esta exclamación, no tiene significado, es una muletilla que se usa en nuestro dialecto en tono admirativo o sorpresivo para señalar ambos estados, aunque algunos sostienen que señala tamaño o grandeza. Posiblemente nació en la época de la colonia. Su uso ya es muy poco. “Que enea de pavoso es Jaime, se jugó ocho serie de números en la rifa y no ganó”
No hay comentarios:
Publicar un comentario