Por recomendación de los Reyes Católicos
quienes recomendaban al fundar una ciudad se estableciera una iglesia y un
hospital en 1574 se erige una ermita en terrenos donado por los esposos Don Francisco Hortiz y Doña Inés del
Basto, proyectistas y constructores de la Ermita y Hospital de Santa Ana
esta posee paredes de bahareque (varas de caña brava y barro) y techo de
palma y enea.
En 1595 se reconstruye utilizando piedra.
En 1600 se levanta la torre de mampostería que terminaba en cúpula. Una nueva
reconstrucción del Templo se culminaría en 1650 con la erección de tres naves,
cuyas paredes eran todas de mampostería, las columnas de madera con bases de
piedra labrada y el techo de tablas cubierto de tejas. Luego de cambiar
el techo de enea por tejas, sufriría una nueva reforma en 1717. Al
inicio de 1800 es reconstruida completamente por orden del gobernador Fernando
Miyares, quien encarga las obras a su hijo el arquitecto Carlos Miyares, quien le da un estilo neoclásico.Tras
el terremoto de 1812 en Mérida y el traslado de la sede episcopal de esta a Maracaibo
dirigida por el Doctor Rafqael Lasso de la Vega, este resuelve continuar la
paralizada reedificación del Templo, pero modifica el proyecto base del
arquitecto Miyares. Entre las reformas figura la demolición de la bóveda que
cubre el presbiterio, sustituyéndola con una techumbre de tipo piramidal, y, la
eliminación de cuatro capillas laterales que estaban iniciadas. Los trabajos
quedaron concluidos, conforme al proyecto reformado, a principios de 1818, y el
18 de abril de ese año -aniversario de la llegada de Lasso de la Vega a
Maracaibo- es consagrada solemnemente el templo bajo el amparo de San Pedro y
San Pablo.En 1821 vuelve a su categoría de Iglesia Parroquial Mayor de Maracaibo. En 1828
el altar mayor es destruido por un rayo.y 1849 se instala el primer órgano,
siendo el primero de la ciudad. En 1858 se reconstruyó la torre del templo con
la forma que tiene en la actualidad. además, se fundieron en Francia las
tres campanas de bronce que iban a juego con el reloj, instalado un 15 de julio
de 1859. A partir de 1867 fue objeto de modificaciones y mejoras: supresión del
coro bajo, modificación de las arcadas que separan las naves, instalación de un
retablo mayor artísticamente tallado, reedificación de cinco de los diez
altares laterales, reemplazo de las antiguas pilas de madera por otras de
mármol blanco,y el cambio por baldosas de mármol de su antiguo pavimento de
ladrillos, que se concluyó el 20 de marzo de 1882.En 1897 vuelve a
su rango de Catedral. Precisamente entre 1896 y 1897, por iniciativa del Padre
Delgado, fue construida la cúpula del Presbiterio. En 1924 se instalan
las cuatro campanas de bronce de uso litúrgico en la torre. El 28 de
julio de 1960 la Junta Nacional protectora y conservadora del patrimonio
histórico y artístico de la nación declara Monumento Nacional a las Iglesias y
Capillas antiguas, incluyendo a la Catedral. Finalmente la Municipalidad, tal
como lo hizo en 1858, donó un nuevo y moderno reloj, que es el que actualmente
se encuentra en la torre, desde mediados de 1966. Para 1970 se encarga
al ingeniero-arquitecto Aurelio Beroes su "reconstrucción" y
modernización. En 1978 se concluyeron los trabajos de remodelación para
ser abierta nuevamente dándose el aspecto actual, y eliminando muchos elementos
de la reforma de Miyares y añadidos posteriores, como los frescos de
Castellani; sólo se conservaron las paredes, cúpula y techos de los altares de
san Sebastián y el Corazón de Jesús y parte de un retablo de madera hojillada
en oro perteneciente a este último. En 1987 es tallado por los Hermanos
Villarroel de Mérida un Crucifijo de madera de tamaño natural
para el Presbiterio, y con ocasión del centenario de la entonces diócesis, por
iniciativa de Gustavo Ocando Yamarte, fueron instaladas nuevas lámparas
colgantes en las tres naves, construida una estructura de gradas tras el
presbiterio para el coro de Niños Cantores y tallada la nueva Cátedra. Entre
1987 y 2003 se instalan sendas consolas en las cabeceras de las naves del Evangelio
y de la Epístola. Del mismo modo, se vuelve a colocar en funcionamiento, por
poco tiempo, el reloj de la torre. Finalmente, se construyeron los pedestales
en mármol para la Santa Reliquia y el Santo Sepulcro, se hace un tratamiento
para las columnas y el techo contra el comején, se adquiere un nuevo equipo de
audio y se "restaura" parte del mobiliario y la imaginería. Entre 2009 y 2010 recibe una nueva intervención
se sustituyeron los techos de la Capilla y sacristía del Carmen, la sacristía
mayor y parte del de la nave de la Epístola, concretamente el área frente al
altar del Santo Sepulcro, conservando el mismo estilo. Se hace mantenimiento a
las paredes, se instala nueva iluminación en el presbiterio y un muro de vidrio
con puerta de acceso a la Capilla del Sagrario. En 2012 se reinstala la cruz de
la fachada, la cual presentaba riesgo inminente debido a su inclinación hacia
la plaza y se incorpora iluminación escenográfica para todos los elementos
externos: fachada, techumbre, cúpula y adicionalmente, al retablo
de la Virgen del Carmen. En 2015 se instala en las gradas del
presbiterio un cuadro de Jesús de la Divina Misericordia tallado en madera de estilo neobarroco, trasladándose el Cristo de los Villarroel a la entrada del
Templo. En 2016 nuevamente se hace mantenimiento a la estructura, destacándose:
la implementación de una iluminación escenográfica para el interior, así como
la reforma de la externa ya existente y el desmontaje de las lámparas colgantes
de las naves del Evangelio y la Epístola (las únicas que quedaban) por orden
del gobernador del estado. Hubo un intento de reapertura de los nichos
laterales, tapiados en los años 70, que no llegó a feliz término. Las imágenes
de los Apóstoles titulares regresan al presbiterio, con la novedad de que son
entronizadas en hornacinas neogóticas que se encontraban en la Capilla, a su vez
el retablo mayor es policromado simulando mármol. En 2018 se ubica el cuadro de
la Misericordia de forma definitiva sobre la puerta interna de acceso a la
torre, fijándose a su lado una placa en mármol que lleva los nombres de todos
los pastores de la arquidiócesis, junto con la Cruz
conmemorativa del V Centenario de la Nueva Evangelización y finalmente, ese año se restaura la pila
Bautismal, que fue ubicada nuevamente en el Bautisterio. En la nave
izquierda de la Catedral, cuelga en la pared un cuadro de Ntra. Sra. de
Chiquinquirá, Patrona del Zulia; además, también existe un pequeño retablo en
mármol, cuyo nicho guarda en una caja de vidrio el corazón de Monseñor Arturo
Celestino Álvarez, II obispo del Zulia. Esto es algo que me pareció la
expresión de un gesto de amor increíble de este obispo por los habitantes de
Maracaibo y de todo el estado Zulia, ya que esto se debe a que Mons. Arturo
Celestino Álvarez expresó en una ocasión que su corazón pertenecía a los
zulianos, correspondiendo así al afecto profundo que le demostraba todo el
pueblo. En la nave derecha cuelga un cuadro de Ntra. Sra. de Guadalupe, Patrona
de América, y debajo, uno pequeño de San Juan Diego; hacia la derecha está
colgado otro cuadro, que corresponde a la Beata María de San José. En el techo
de esta sección final se conserva un fresco de Castellani: la Ascensión del
Señor. Esta Catedral alberga nueve altares, a saber: el Mayor, en el que
siempre está colocado el Santísimo Sacramento y las imágenes de los Santos
titulares; tres al lado del Evangelio dedicados a un Crucificado, la Santísima
Trinidad y las Ánimas del Purgatorio; las del lado de la Epístola están
dedicadas a la Virgen del Rosario, San Sebastián, Virgen del Carmen y Virgen de
la Candelaria; y, el último de dichos altares, dedicado a San Antonio de Padua,
se halla tras la pared que sirve de respaldo al Coro, el cual está formado en
el pavimento de la nave del medio con algunas barandas que lo guarecen y forman
el tránsito al altar mayor. Su nombre oficial es La Santa Iglesia Catedral Metropolitana de los
Bienaventurados Apóstoles San Pedro y San Pablo
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