sábado, 5 de diciembre de 2015

Tener la boca hecha un charco

Esta expresión popular de nuestro dialecto es parte de esa exageración o superlatividad con la que solemos tratar ciertas cosas. Con la misma definimos el exceso de deseo de comer algún alimento  que ansiamos, vemos o nos cuentan. Deriva de la expresión más común y general de tener la boca hecha agua producto de lo anterior pero también usada en otras formas. Es una alegoría que la salivación es abundante y que por lo tanto sobrepasa lo natural convirtiéndose en una forma no literal de lo expuesto. “Teno la bocha hecha un charco por comer unos guapitos con queso”  

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