miércoles, 23 de diciembre de 2015

Cepillados Jesús Ríos

Este es otro de los iconos tradicionales de nuestra ciudad, que fue la primera en tener luz eléctrica y fábrica de hielo, elemento indispensable para el cepillao. En 1930 Jesús Ríos, a quien apodaban chucho, llegó a la esquina de la calle Soledad (89B) con avenida 7A, en Veritas y en su casa de color amarillo y azul que también servía de hogar, inició, siendo el pionero de hacerlo en un local, la venta de cepillaos, ofreciendo sabores que fueron creciendo y que gracias al empeño y calidad en su preparación y la utilización de frutas naturales y no de esencias,  fueron convirtiéndose en los más buscados de la ciudad que iba creciendo. El progreso, la destrucción de El Saladillo y los cambios no alteraron el sabor de estos y a solo 15 años de cumplir el siglo se mantiene como negocio familiar brindando lo mejor y sumando también guarapos, entre ellos de piña y el autóctono papelón con limón. Es un lugar de obligada visita para turistas y habitantes de la ciudad agobiados por las altas temperaturas. 

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