jueves, 9 de febrero de 2012

Tragaldabas

Esta palabra sigue siendo popular en nuestro dialecto y no tiene nada que ver con las aldabas, las piezas de hierro que se ponían en las puertas para llamar golpeando con ella. Llegó con los españoles que provenían de Castilla quienes la usaban como forma de asustar a los niños que no querían dormir, ya que este personaje del folclore de esa región es un ogro de boca y barriga grande y una insaciable voracidad. En nuestra provincia se desmitificó el personaje y el terminó quedó para definir a las personas que comen mucho sin saciarse y sin importar que tipo de alimento. “El tragaldabas de Luis Alberto se jartó todo lo que había en la nevera y la dejó pelada”

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