viernes, 4 de marzo de 2016

Bambi Café

Este lugar es un icono de la ciudad, sobre todo para artistas y bohemios que por más de seis décadas  se han dado cita en sus espacios para conversar, intercambiar, compartir con amigos y extraños y hasta inspirarse. Fue abierto en 1952 en la avenida Bella Vista, muy cerca de la Iglesia La Consolación entre las calles 78 y 79, por Pedro Crameri un inmigrante suizo que posteriormente en 1983 se la alquiló y posteriormente vendió a su empleada, también inmigrante, pero italiana Mirella Righi de Carli quien junto a su esposo llenaron el ambiente  de olores y sabores producidos por sus panecillos, crossait, cachitos de hojaldre, panes campesinos y otras exquisiteces, todas hechas artesanalmente en el lugar que combinados con el aroma del café,  producida por la primera máquina de vapor o express que hubo en la ciudad, sumada  a su decoración al estilo gótico, dieron al lugar un ambiente especial donde además de los cultores del arte también se han dado cita familias, enamorados y ejecutivos. Con los años y los descendientes, el negocio se diversificó y abrió otras dos sucursales, una en la calle 71 y otra en 5 de julio, esta última actualmente cerrada. El nombre y el logo proceden de su fundador y señala a un cervatillo común en las montañas suizas. El lugar se mantiene ofreciendo sus ricos productos, su ambiente tradicional y su excelente atención supervisada por su dueña, manteniéndose como una opción especial para tomarse algo frio o caliente, comer los mejores cachitos de la ciudad, según muchos de sus comensales y disfrutar de alguna compañía o de la soledad. 

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