martes, 19 de mayo de 2015

Echáme una de vaquero

Esta expresión sigue siendo popular en nuestro dialecto y es de vieja data. La misma es una refutación al interlocutor de lo que este dice, o sea una duda sobre la veracidad de lo expresado. Por ejemplo ante algo como “Mi tío pegó un triple pero no quiso cobrarlo” la respuesta para decirle que eso es mentira sería al expresión de la que hablamos.  Tiene su génesis en la popularidad de las novelas del oeste norteamericano llamadas “vaqueras” en las cuales el argumento eran historias con un alto contenido de acciones extravagantes que rayaban en lo fantasioso. Marcial Lafuente Estefanía era el más leído.  

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