Esta expresión ya es raro escucharla en
nuestro dialecto, pero fue común en la zona del centro de la ciudad. Tiene características
de reproche y reclamo y con ella se le expresa
a la persona que está de vaga o sin procurar hacer algo, solo comiendo y
engordando. Es un símil que compara el hecho que antes era común en las tiendas
tener un gato, para espantar a los ratones, pero que generalmente estaba todo
el día sin hacer nada y dado la cantidad de estos animales era raro que los
roedores se presentaran, razón por la cual engordaban dado du inactividad. “Mijo,
estáis como gato de negocio, ya no te cierran los pantalones, ponete a hacer
algo”
domingo, 29 de diciembre de 2019
Tulrunero
Esta palabra ya es raro escucharla en
nuestro dialecto, nació y era común en los campos petroleros donde se le
endosaba el término a la persona que llevaba el control de las herramientas e
instrumentos que se le entregaban al personal. Es un neologismo nacido por
homofonía de la palabra inglesa “Tools room” que significa cuarto de herramientas.
Su uso se extendió a otras regiones del país y se hizo muy popular siendo finalmente sustituido en nuestra región por el
de depositario y en otras por almacenero. “Mi abuelo comenzó trabajando del
tulrunero en la Shell”
martes, 24 de diciembre de 2019
Sois más embustero que un flus marrón
Esta expresión de disgusto o reclamo ya
es raro escucharla en nuestro dialecto, aunque fue común en otras épocas. Tal como la misma lo indica se le profería a
las personas que recurrentemente decían algo pero no lo hacían o decían haber
hecho alguna acción que no era cierta. Se tomaba como referencia y comparación
esta pieza masculina del color especifico ya que popularmente se comentaba y
aseguraba que este tono ocultaba el sucio que podía tener la pieza ya que este
se mimetizaba con el color, por lo que podía ser usado continuamente sin
llevarlo a la tintorería, único lugar donde se lavaba al seco, condición
indispensable para este tipo de ropa. La equis (X) es de rara pronunciación en
el dialecto por lo que es sustituida por la ese (s). La expresión es autóctona.
“Ese novio tuyo es más embustero que un flus marrón”
Machalengo
Esta palabra ya es raro escucharla y su
uso común estaba limitado al modismo perijanero, de modo que en ciudades como
Villa del Rosario se les endilgaba con esta a los amantes masculinos. Llegó
procedente de España como un eufemismo del miembro masculino, aunque en muy
raras ocasiones se usó en nuestro dialecto de esta manera, pero si como apodo
en otras zonas del Estado, entre ellas la capital. Algunos lo consideran un
canarismo pero no aparece como tal en el diccionario de la Academia de esa
lengua y tampoco en el de la Real Academia Española, por lo que se hace difícil
conseguirle otro significado, razón por la cual debe considerarse como autónoma,
ya que su connotación no está ligada a la traída por los conquistadores. “Mayra
tenía un machalengo italiano”
Malojo
Esta palabra nada tiene que ver con el
mal de ojos o algo relacionado con el órgano de la vista, se usa en la parte
campesina del Estado donde la siembra del maíz es frecuente, definiéndose de
esta manera a la planta de este cereal a la que se le ha quitado ya la mazorca.
Es usada frecuentemente como alimento del ganado bovino y equino. El término es
asimilado ya que es usado en todo el país y se considera un venezolanismo aunque
el diccionario de la Real Academia lo registra como derivado de maloja, un
cubanismo que señala a la planta del maíz que solo sirve para pasto de las caballerías.
Su uso sigue siendo frecuente en la zona de Caja Seca y alrededores. “Ya sacamos
e maíz ahora vamos a limpiar el terreno del malojo”
viernes, 13 de diciembre de 2019
Coticero (a)
Esta palabra es de cierta forma popular
en nuestro dialecto y es de mediana data. La misma se les endosa a las personas
que son muy callejeras, o sea que le gusta mucho andar fuera de su casa, ya sea
visitando a algún familiar, vecino o echando pata averiguando algo. Deriva del
hecho que cotiza se le llama en la ciudad a las que usan los guajiros, que
tienen suela de caucho de vehículo y son tejidas y a la analogía que esta etnia
acostumbra a realizar grandes trayectos caminando. No es despectivo como
algunos sostienen ni peyorativo a la etnia que fabrica y usa este calzado. “Mija
he estado tres veces por tu casa buscándote, no seáis tan coticera y hacé
oficios”
Boronilla
Esta palabra identifica en nuestro
dialecto a una delicia gastronómica de bajo costo y fácil de preparar, por lo
que es popular, aunque dado lo parecido muchos confunden con el perico. Existen
tres variantes de este alimento que aseguran ser el correcto, el primero es el
huevo revuelto fuertemente para que quede en trozos muy pequeños al que se le agrega
solo sal, el segundo el mismo nombrado
anteriormente pero agregándole trocitos de cebolla en rama o cebollin y el
tercero el más elaborado de todos y también el de preparación más moderna ya
que se hace uso de la licuadora para que sus ingredientes queden hechos una salsa.
En este caso se usa tomate, cebolla, ají dulce y ajo y se licuan poniéndolos luego
a sofreír en aceite y cuando ya el guiso esté listo se le agrega la cantidad de
huevos estipulada y se le agrega sal y cilantro picado en trocitos pequeños. Se
revuelve para que el huevo se desborone y se sirve acompañado de plátano frito
en tajadas o asado, arepa o pan. Es consumido generalmente en el desayuno o la cena.
El nombre del plato deriva del hecho que el huevo, a diferencia de la forma que
se hace en el perico, se corta en pedacitos muy pequeños. Hay la libertada de
agregarle más verduras al guiso.
Mascalacachimba
Esta palabra es asimilada a nuestro
dialecto y su uso es algo limitado. Fue traída por los antillanos caribeños a
la región con el significado preciso de ser el adjetivo con el que se
identifica al jefe o el que manda, sin embargo en la frontera colombiana, en
los territorios que antes pertenecieron a la provincia de Maracaibo existe una
variante de la misma sin la h en cachimba, mascalacahimba, con similar
significado. Aunque muchos aseguran la
palabra tiene raíces de negros africanos, por el hecho que se hizo famosa en
una canción donde nombran esta raza, lo cierto es que tiene raíces incas y nace
del hecho que el jefe de la tribu de esa etnia era el único que podía mascar
tabaco que llamaban en ese entonces cachimba, razón por lo cual el que masca la
cachimba era el jefe. Como cosa extraña fue popularizada en las islas
caribeñas, entre ellas Puerto Rico, en una sola palabra y desde allí emigró a
la región. También se le endosa el término al que más sabe, sin que este sea
necesariamente el jefe. No está registrada en ningún diciconario “La mujer de
Enio es la mascalachimba de la casa” “Jacobo es el mascalachimba de matemáticas
en el salón”
Darse aires
Esta expresión si bien es cierto que es
asimilada a nuestro dialecto también tiene una connotación que es autóctona del
mismo. Originalmente fue traída por los españoles y usada en muchos territorios
de América, incluido nuestra provincia, con su significado original que es sinónimo
de ostentación o tener una actitud altiva a lo que se suma ínfulas de grandeza
o el de presumir ser capaz de hacer algo difícil o tener un oficio o profesión de envergadura. Sin embargo en nuestra
tierra se usa igualmente como sinónimo de parecido, sobre todo entre personas,
ya sea por similitud en cuanto al rostro o fisco o por su forma de actuar y esa
connotación es exclusiva del dialecto. “Ese carajo se da aires a tu tío”
¿No tenéis más sencillo?
Esta expresión es muy popular en nuestro
dialecto y la misma es de mediana data. Con esta se expresa al interlocutor el
hecho que lo que pide o pregunta es muy difícil de saber o responder, llegando incluso
a ser hasta imposible. Nace la expresión en el entorno de los choferes de tráfico,
sobre todo los de carritos por puesto, donde la misma es una queja ante el pago
por parte del usuario del pasaje con un billete de alta denominación, emigrando
luego al habla popular. Por ejemplo ante una pregunta de casi imposible
respuesta como “¿Quién fue el primer chofer de los carrito de El Milagro” el
interrogado responde ante el desconocimiento de esta “¿No tenéis mas sencillo? .
lunes, 9 de diciembre de 2019
Ensartañejo
Esta palabra ya es raro escucharla en
nuestro dialecto, aunque el objeto que se señala con ella sigue siendo común.
La misma se le endosa al enhebrador que viene generalmente en los paquetes de
aguja y que, como su nombre lo dice, sirven para ensartar el hilo en ellas. Posiblemente
fue traído por los mercaderes ingleses, ya que es un invento oriundo de esos
lares desde la época victoriana, razón por la cual, en los de la época, la figura de la reina se encontraba en la
parte metálica del mismo, aunque hay quienes sostienen que es anterior a ese
periodo. Su nombre original es Threader. El nombre usado en nuestro dialecto es
herencia de los inmigrantes margariteños que trabajaban con las compañías petroleras,
por lo que era muy usual en la Costa Oriental mientras que en la occidental también
se le llamaba ensartador. “Después de
cincuenta años es que me doy cuenta para qué carajo sirve el ensartañejo”
Peinador
Esta palabra tiene varios significados
en el diccionario y los mismos han sido diferentes a través de los tiempos. Es
una palabra asimilada, traída en un principio por los españoles en el siglo 19 y
usada en nuestro dialecto para señalar lo mismo. Una prenda de lencería femenina
que se usaba sobre el camisón o la ropa interior. En ocasiones para maquillarse
o peinarse, sin embargo también servía de bata para recibir amistades
femeninas. Era ligera y amplia, hecha generalmente de algodón y adornada. Al ser una prenda usada
generalmente por damas de clase alta su uso no fue tan popular y terminó siendo
sustituido en nuestro lar por las bartolas o batas, que tenían una función más
amplia, por lo que el término pasó a señalar otras cosas como por ejemplo al
que peina, al mueble donde se guarda ropa íntima y maquillaje y sirve para la última
función y más recientemente a la prenda que se usa en salones de belleza y barberías
para proteger la ropa de quien se corta el pelo o peina. “Mi abuela usaba unos
peinadores preciosos” “Arelis es muy buena peinadora” “Me compré un juego de
cuarto con peinador” “No me gusta ir para que Rosita a peinarme porque no le
pone a uno peinador y se llena el vestido de pelos”
miércoles, 27 de noviembre de 2019
La bocona
Hay productos que se hacen populares y
no terminan siendo metonímicos pero si se les endosa nombres o motes que los
caracterizan, estos pasan a identificarlos a la hora del cliente pedirlos, es
el caso de la bebida de naranja Green Spot, muy popular hace unas décadas en
la ciudad a quienes bautizaron en nuestro dialecto la bocona, porque su botella
tenía una forma diferente y el pico de la
misma era mucho más ancho. Esta era un
refresco cuyo origen estaba en Valencia y no era considerada una bebida gaseosa
ya que no poseía gas carbónico. Su creador fue don José Antonio Teppa, emigrante italiano quien fundó
en 1949 la Embotelladora Venezuela, quien era la que producía esta bebida. Aunque ya no se comercializa en nuestro Estado, la empresa sigue
funcionando en el Estado Carabobo. “Dame una bocona”
martes, 26 de noviembre de 2019
Relambío
Esta palabra es de vieja data y aun es
usada en nuestro dialecto, nada tiene que ver con lamber y fue traída por los
canarios a nuestro territorio pero como relamido, deformándose en el habla
popular en América pero manteniendo el significado de ser aplicada a personas
descaradas, que creen caerle bien a los demás. También se les endilga en
nuestro lar a las personas que son frescas y confianzudas. Igual significado tiene en Cuba, República
Dominicana, Honduras, Guatemala, Nicaragua y Panamá, pero en Costa Rica se
utiliza como sinónimo de remilgoso, o para señalar las personas que tienen poco
apetito o son muy delicadas para comer. “Decile
al relambio de tu primo que no quiero que venga por aquí”
miércoles, 20 de noviembre de 2019
Ser un guevo pelao
Esta expresión es considerada malsonante
u obscena por muchas personas, ya que la asocian a pene y no aceptan que no sea
sobre este que se hable. Nuestro dialecto es rico en este tipo de expresiones
de doble sentido que resaltan la picardía de los coterráneos, sin embargo esta,
muy común, aunque de vieja data, es una afirmación en la cual se compara las características
positivas de una persona con un huevo de gallina ya pelado o sea sin cascara.
En el marasmo del tiempo y la satanización de muchas expresiones se perdió la relación existente entre el gusto
por las posturas de gallina, para ser tomados como expresiones y se sustituyó
el elemento nombrado, por el miembro masculino. Hay que hacer notar que las
expresiones donde nombran el huevo o guevo fueron traídas por los españoles,
sin ser obscenas, ya que en el español antiguo “uebos” era sinónimo de
necesidad. En resumen, en nuestro dialecto ser un guebo pelao es ser muy bueno
en lo que se hace, en muchas ocasiones el mejor. Se usa en genero neutro. “Esa prima tuya es un
guevo pelao en matemáticas”
Diente flojo
Esta frase fue muy popular en nuestro
dialecto entre las épocas de los 70 y 90 y forma parte de la jocoseria y
creatividad local. La misma se le endilgaba a las personas que les gustaba
mucho el baile y no faltaban a una fiesta o discoteca para hacer esto, sin
descanso. La palabra es una analogía del hecho que cuando un diente de leche se
afloja en la época de la muda de estos en la infancia, este no se desprende
inmediatamente sino que se mueve o baila por algunos días en las encías. Aunque
en ocasiones se haya tomado como apodo hacia alguna persona, el uso de la misma
está circunscrito mayoritariamente a una característica que posee la persona,
en esta caso bailar. Todavía se usa, aunque ya no tan comúnmente como en años
anteriores. “Esa novia tuya es un diente flojo y no se cansa”
domingo, 10 de noviembre de 2019
Combatero (a)
Esta palabra ya casi no se escucha en nuestro
dialecto, es de mediana data y autóctona.
Con ella se señala a las personas que son muy lidiosas o las que tienen un carácter
díscolo, exigente o inconforme. Fue tomada de los inmigrantes de habla
portuguesa que la usaban como sinónimo de pelea o lucha, por lo que se le
endosó a esas personas cuya relación de empatía representa una puga constante
donde se debe tener paciencia para manejarlas o mantener la amistad. No existe
ninguna prerrogativa de edad para poseer esta característica ni está asociada a
la chochera o comportamientos propios de los ancianos o los niños. “Ese hermano
tuyo es muy combatero, a veces me dan
ganas de darle un trancazo”
Fundanga
Esta palabra ya es raro escucharla en nuestro
dialecto, aunque no es de tan vieja data y es autóctona. Con la misma se señala
a los bolsillos que son muy grandes o poseen un tamaño superior al normal, por
lo que además de ser un sinónimo de estos es un superlativo que algunos
consideran peyorativo o negativo ya que el sufijo anga se usa en ese contexto.
Sin embargo si bien es cierto que hay cierto grado de reproche en el mismo también
lo es que es usado también de forma festiva o humorística. Cabe acotar que
aunque el sinónimo de la palabra es masculino, no se usa este en esta. Según algunos
estudiosos la influencia negra africana en todo el país es la que ha generado
el uso de estos sufijos y nuestra región no escapa a esta realidad histórica. Igualmente
se le decía en otras época sen neustro dialecto a los vestidos muy anchos. Deriva
de funda por lo que antes de ser sinónimo de bolsillo fue superlativo de esta
palabra traída por los españoles con la connotación de ser algo que sirve para
envolver o cubrir algo para conservarlo y en el terreno militar lugar donde se
guarda el arma. “Mi abuela me hacía unas batas con fundangas”
Rastrillo
Esta palabra señala a un popular
instrumento agrícola y hortícola que sirve para recoger hojas entre otras
cosas, mientras que también se usa en jardinería, los que son de hierro, para
aflojar el suelo. Está compuesto de un mango y una barra dentada y es un
invento de muy vieja data traída a América por los españoles, aunque se tiene
certeza que herramientas similares ya existían en la época precolombina en
nuestro continente, sin embargo esta palabra también se usó en nuestro dialecto
en otra connotación autóctona que nada tiene que ver con agricultura ni jardinería.
Se le llamaba de esta manera a la sección de la cárcel donde eran colocados los
peores antisociales o reclusos, lo que se le da el termino policial de máxima seguridad.
Fue una palabra, dada la época en que fue usada donde los gobiernos
autoritarios eran comunes que alcanzó rasgos de popularidad entre la población general
en ese momento. Ya es raro escucharlo y pocos lo recuerdan. En México y
Colombia le dan este nombre a las máquinillas de afeitar “A mi papá como
castigo por hablar mal de Gómez lo metieron en el rastrillo”
sábado, 9 de noviembre de 2019
Baldoquin
Esta palabra es de vieja data y es difícil
escucharla actualmente en nuestro dialecto, pero era muy común en época en que
la madera era un elemento de primer orden en las casas y los aserraderos y carpinterías
eran muy populares. Se le llamó así a los cortineros de madera que eran usados
generalizadamente en ese entonces, cuando aún los de metal no habían llegado. Al parecer es una corrupción de la palabra
Baldaquín que terminó siendo un neologismo ya que si bien es cierto que señalan
elementos parecidos estos son desiguales en uso y fabricación y la española
deriva del italiano Baldacchino nombre dado a una tela que provenía de Bagdad. En
los países del cono sur de Suramérica se le da este nombre a los bloques,
mientras que acá también se le señala a las baldosas con superficie rugosas, en
este caso es una corrupción de adoquín. “Todos los baldoquines de la casa me
los hizo el mocho Morillo” “Pusieron baldoquines en el centro”
Poporúo
Esta palabra tiene dos connotaciones autóctonas
en nuestro dialecto, de las cuales la segunda ya es raro escucharla. Se les
llama así a las personas que tienen alguna popora nombre que se le da
localmente a cualquier joroba o prominencia en alguna parte del cuerpo, pero también
se usó frecuentemente hace algunos años como sinónimo de abundancia, para
indicar que alguien tenía mucho dinero o propiedades. Esto como metáfora del
hecho que sobresale de lo normal, así como las protuberancias corporales. “Emiro está poporúo porque le salió una hernia”
“El tío de Magda es poporúo, tiene tres haciendas”
Estrebejo
Esta palabra es de vieja data en nuestro
dialecto y ya es raro escucharla, se le considera una deformación coloquial de
la palabra Trebejo, con que se señala los trastos y utensilios que se usan y también
los juguetes. Fue traída, ya deformada, por
los castellanos a nuestro territorio y aunque comenzó usándose con el mismo
significado terminó derivando para señalar los objetos viejos o deteriorados en
general, un sinónimo de lo que luego se le dijo chereches. “Metí tus estrebejos
en el cuarto de los checheres”
Callejonero
Esta palabra comienza a usarse recurrentemente en nuestro dialecto
años después de la demolición del Saladillo, cuando las otrora calles del
sector y alrededores que no fueron destruidas se transformaron en vías que
terminaron siendo cortadas por estructuras nuevas. Dado lo estrecho de ellas se
les llamaba callejuelas pero por las nuevas condiciones se transformaron en
callejones. El más famoso el que le pusieron popularmente de los pobres que
está al final de la calle Comercio. A quienes hacen vida comercial, tanto
formal, informal o esporádicamente en esos lugares que han sido acondicionados rudimentariamente
para tal fin se les da el nombre arriba indicado, sin que este tenga algún sentido
peyorativo, como algunos aseguran. El callejonero pasó a formar parte importante de la economía de la
ciudad e hizo de esos espacios abandonados un lugar útil para llevar por medio
del trabajo el sustento a su hogar. En Perú se le endose este adjetivo a una
persona escandalosa que tiene un vocabulario obsceno, mientras que en México se
usa peyorativamente para señalar quienes dicen mentiras . “Ahora soy callejonera,
puse mi mesa por los fondos de la iglesia San Felipe”
lunes, 4 de noviembre de 2019
El punto
Esta palabra en la connotación que se le
ha dado actualmente en el año 2019 es de novísima data. Nada tiene que ver con
el signo de puntuación ni con los modernos puntos de venta. Es una medida de
capacidad que equivales a 20 litros de gasolina, la cual se almacena
generalmente en pimpinas plásticas. Es una modalidad que emigró desde el vecino
país, donde se practica desde hace muchos años con la gasolina venezolana, a
nuestro Estado por ser limítrofe y al que se sumaron mafias locales,
aprovechando la escasez del combustible. Es la nueva ocupación del bachaquero
original que comenzó llevando el combustible para Colombia, solo que ahora se
le sumó el mercado local y en el mismo actúan tantos empleados de estos facinerosos
como personas ordinarias que buscan obtener una ganancia extra. El precio, tal
como ha pasado con el dólar por mucho tiempo, lo colocan los jefes de este
cartel y el mismo lo estipulan en moneda norteamericana. Al parecer el nombre
es una forma de eufemismo para evadir las autoridades, aunque hay otros que
aseguran que igualmente emigró del país vecino. “¿No sabéis a qué precio está
el punto? Porque voy a vender 1.” “Necesito 3 puntos de gasolina”
jueves, 31 de octubre de 2019
Me lleváis medio
Esta
expresión ya es de muy poco uso en nuestro dialecto aunque en otrora era muy usada.
Tiene características de negación y jocosidad, ya que con ella se pone en duda
que alguien ejecute una acción que dice
poder, ya sea por imposible o porque el mismo no cumple con las condiciones
para eso, también porque es considerado un hablador que no realiza lo que dice.
Por ejemplo ante lo expuesto “Me voy a ir caminando para Los Puertos” el
interlocutor como forma de decirle que no lo hará o que es un mentiroso
responde “Me lleváis medio”. En otro contexto a nivel de apostadores se usaba
la expresión como forma de decir que lo acompañaba en la jugada llevando una
cuarta parte de la apuesta, tomando el hecho que la moneda mencionada era la
cuarta parte del bolívar.
Encetar
Esta palabra ya es raro escucharla en
nuestro dialecto, pero era muy popular hace algunos años, sobre todo en Cabimas
y la costa oriental, con la misma se señalaba el hecho de destapar algún producto
para probarlo o tomar una porción sin consumir todo lo que se encontraba en el
envase. La trajeron los canarios a nuestra región con un significado similar ya
que se señalaba de esta manera al hecho de tomar algún alimento, especialmente
el queso o el vino, para catarlo y comprobar que su sabor fuera bueno. La Real
Academia Española lo registra como encentar y es sinónimo de comenzar o
empezar, así como también de ulcerar, llagar o herir. “¿Quién encetó la
mayonesa?”
Queso de vaca mocha
Esta frase fue muy popular entre los
años 1989 al 1992 en nuestro dialecto y la misma señala a un queso, a veces más
económico pero de mala calidad que se vendía en los mercados de las ciudades del
Estado y que era fabricado con leche en polvo, la cual era subsidiada por el
gobierno nacional en ese entonces presidido por Carlos Andrés Pérez. Las mafias
acaparaban este producto y fabricaban el producto señalado, por lo que eran
llamados despectivamente por las personas como ganaderos sin vacas ni
haciendas. El curioso nombre proviene según algunos del hecho que este queso
estaba mocho de leche ya que la misma no era, como de costumbre, directamente
pura de vaca sino que era pasteurizada y contenía otros ingredientes extras
necesarios a la hora de transformarla en polvo, razón por la cual el producto no
lograba parecerse al original. Sin embargo, dado la caótica de la situación de
ese momento, el producto tenía demanda, despareciendo cuando dejó de
distribuirse esta leche subsidiada. Pocos recuerdan ya este, al igual que la
palabra. “Me compré un kilo de queso de vaca mocha y no pude rallarlo porque se
esmoronó”
miércoles, 30 de octubre de 2019
Revuelto de doncella
Esta delicia gastronómica es oriunda de
Santa Bárbara del Zulia y alrededores y se usa para el mismo el pez llamado en nuestro
dialecto en esa región, doncella, que es
común en los ríos de la región y en el lago, el mismo es una variedad de bagre,
por lo que es el nombre que se conoce en otros lugares del Estado y no debe
confundirse con otro pez del mismo nombre que habita en el mar. Dado su carne
suave y el carecer casi en su totalidad de espinas se hace un pez apreciado a la hora de cocinar. Algunos lo hacen cortando
el pez en trozos pequeños, otros desmenuzando la carne y haciéndola mojito, en
ambos casos su preparación es similar. Se pone a guisar echándole verduras y
condimentos al gusto al igual que papas en cuadritos, y cuando ya esté listo se
le agrega pan rallado con huevo batido, aceitunas y pasitas. Estos dos últimos
ingredientes pueden ser obviados si no
se tienen pero los otros no. Se le acompaña con arroz blanco y plátanos asados,
verdes preferiblemente.
Maicaera
Si bien es cierto esta palabra
identifica a alguna mujer nativa de la población de Maicao cercana a la
frontera venezolana en nuestro Estado, es más común en nuestro dialecto usarla
para señalar un arma que es usada por los antisociales y sicarios. Se trata de
un escopeta con cartón recortado, la mayoría de calibre 12 que dado su tamaño
puede ser escondida fácilmente y tiene como ventaja en relación a otras armas
el que no deja marcas para ser rastreada. Debe su nombre al hecho que las
mismas son compradas o traídas de la población colombiana, al principio nombrada.
Sin embargo también se le llama de esta manera a algunas armas de hechura
artesanal que llaman chopos, posiblemente por ser igualmente procedentes de allá.
Siguen siendo comunes en nuestra región y el término emigró a otras regiones. “Le
compré una maicaera al poliguayú que me cuida el negocio”
Me vais a cortar con ese vasito e cartón
Esta expresión todavía es común en nuestro
dialecto y aunque ha emigrado a otras
regiones la misma es originaria de nuestro Estado y demuestra el carácter creativo
de las personas que viven en el mismo así como el aspecto literario de nuestra
forma de hablar. De hecho es una metáfora
ya que se usa un término literal como figurado. En resumen la connotación general
de la misma es decirle embustero a quien está haciendo alguna explicación o
contando algo, ya que compara lo expresado con el hecho que es imposible que un
vaso de cartón sirva como arma u objeto con el que se pueda cortar la piel. Generalmente
se le antecede la negación o en su defecto por el monosílabo “ya” en el
contexto de desacuerdo. Por ejemplo: ante la frase “Compré este reloj en 100
bolos” el interlocutor responde “Ya me vais a cortar con ese vasito e cartón” expresándole
que no le cree.
jueves, 24 de octubre de 2019
Resollar
Esta palabra ya es de muy poco uso en nuestro
dialecto en la connotación que se le da locamente pero fue muy común hace
algunas décadas. En un prime momento fue la manera vulgar de señalar el hecho
de respirar y de hecho esta es una de las cinco connotaciones que están en el diccionario
de la RAE, pero a finales del siglo 19 y lo corrobora José Domingo Medrano en
sus apuntaciones sobre el dialecto, se usó como sinónimo de aparecer, pero con
la condición que es después de no saberse de la persona por un largo tiempo,
por lo que podría apuntarse que lo más exacto es reaparecer y esto lo hizo comunicándolo
a través de alguna carta o por medio de algún mensaje enviado por otro, pero más adelante también se usó para señalar
el haber llegado a un lugar específico después de haber salido con un destino incierto,
sin que esto significara que se encontraba perdido. Fue traída por los
españoles en sus connotaciones generales pero es autóctona en el significado
local. “María resolló en Colombia y mandó una carta” “Juan salió purgao a
buscar verduras y resolló en Las Pulgas”
miércoles, 23 de octubre de 2019
Animalito del monte
Esta expresión ya es raro escucharla
pero era común hace unas décadas. Tenía de cierta forma carácter recriminativo
y se le endilgaba a las personas que eran porfiadas y testarudas, que no
aceptaban el estar equivocados o que intentaban imponer su criterio a los demás.
La misma era una respuesta que corroboraba el hecho. Tiene su génesis en el símil
que los animales del monte son salvajes y no tienen la capacidad de raciocinio
y que en épocas anteriores cuando la ciudad estaba en crecimiento salían de su hábitat
y causaban daño a las propiedades, sobre todo a quienes sembraban, por lo que
la expresión también puede tomarse como una ofensa oculta donde se le señala a
la persona como perjudicial. “Te dais cuenta animalito del monte que no era
como vos decías”
miércoles, 25 de septiembre de 2019
Baun
Esta es una palabra de vieja data en nuestro
dialecto, a donde llega desde el entorno beisbolero. Es la castellanización por
homofonía del término inglés “bound” que significa brincar o rebote, y es usado
para indicar que una pelota hizo esto último antes de ser atrapada o seguir su
camino produciendo un hit o extrabase. Dado que este deporte es parte de la
cultura maracucha y venezolana, la palabra emigró al hablar cotidiano como sinónimo
de rebote o picón, como también se le dice, para señalar que algo cayó al suelo
y rebotó, incluso personas. Incluso se usa, muy limitadamente, figurativamente para señalar que algo llegó a través
de otra persona. Sigue utilizándose aunque
ya no tan frecuentemente. “Agarré de un baun la olla que se cayó”
sábado, 14 de septiembre de 2019
Bolá o Bolada
Esta palabra era muy común en otras épocas
y aún sigue siendo popular de cierta manera en nuestro dialecto. La misma es asimilada y se encuentra en el
diccionario de la Real Academia con 4 connotaciones diferentes siendo estas,
tiro que se hace con la bola, caña del cañón de artillería, ocasión propicia, situación
favorable y mentira. Las 2 primeras son oriundas de España, la cuarta de Perú y la tercera de Argentina y Uruguay. En
nuestro dialecto se usa esta última en la misma connotación por lo que podría ser
herencia de algunos hablantes de esos 2 países del sur que tuvieron contacto
frecuente a través del puerto. Lo cierto del caso es que además se usa la
palabra en los juegos de mesa para señalar cada ronda que se hace de ellos. “Me salió una bolá buena para trabajar en el
puerto””Me gané 10 bolás seguidas jugando ajiley”
Torta de panela o papelón
Esta delicia pastelera ya es de rara
preparación en nuestro estado pero es una variedad autónoma de torta que fue
muy popular en muchos lugares del mismo. Su preparación no es tan complicada y los
ingredientes eran comunes y económicos. Estos son: 1 panela o papelón, 1 kilo de
harina leudante, 2 cocos rayados, 2 huevos, 200 gramos de mantequilla o
margarina, 2 cucharaditas de canela molida, 1 cucharadita de bicarbonato y 2
tazas de agua. El modo de prepararla es el siguiente: Se ralla la panela o papelón
y se coloca en una olla donde se le agrega el agua de los cocos y las 2 tazas
de agua, poniéndose a cocinar a fuego lento hasta que se forme un melao no muy
espeso. Seguidamente se rallan los cocos y se le agregan a ese melao junto a la
mantequilla, la canela y los huevos previamente batidos. Se mezclan estos
ingredientes y se le va agregando la harina y el bicarbonato siguiéndose mezclándose
hasta que quede homogénea. Se enharina un envase refractario o un molde previamente
enmantequillado y se echa allí la mezcla llevándola al horno previamente
calentado a 300 grados por 40 minutos aproximadamente o hasta que esta esté
dorada por encima. Se saca del horno y se deja enfriar y luego se coloca en una
base o platón.
Ser eneas
Esta expresión fue muy popular a
mediados del siglo 20 en nuestro dialecto y ha caído en desuso y ya es raro
escucharla. La misma se usaba para señalar a una persona cuyo proceder era violento
o arriesgado o que no acataba órdenes y hacia las cosas como le parecía. Esto
sin embargo no era sinónimo de antisocial, aunque había casos que así lo fuera.
Tambien era usado para endilgárselo a niños traviesos. Deriva del personaje de la
mitología grecorromana quien poseía estas características y que fue el padre de
los fundadores de Roma. Cabe acotar que en la época que nació y se hizo popular
el término la literatura romana estaba de moda en la ciudad de Maracaibo y de
ella derivaron incluso muchos nombres de ciudadanos. “Ese Pradelio es eneas, no le para a nada” “El
niño de Pola es eneas, no está un minuto tranquilo”
El Lido
Ubicado en la entrada de que en otros
tiempos se llamó el vecindario de la Pomona, este nombre nace señalando un cine
fundado en la década de 1960 por un inmigrante italiano proveniente de la
ciudad del mismo nombre cuyo nombre es Alessandro Pasini, quien encargó a Guido Fresh, habitante del sector la
tarea de su construcción. Era la época en que estos espacios eran las delicias
de los maracaiberos y su propietario igual lo era del Internacional y otro en
Cabimas.
El lugar estaba dividido en
dos espacios, uno preferencial y otro llamado patio, en el primero había techo
y en el segundo no, algo común en otros espacios similares de ese entonces.
Desde un primer momento nació no solo como espacio para películas sino también
para presentaciones teatrales en vivo por lo que su nombre era Cine, Teatro
Lido. De hecho en su inauguración se presentaron Mario Suarez y Lila Morillo. Con
el tiempo y el éxito el mismo se cerró completamente y pasó a ser un punto
referencial en la zona y posteriormente de la ciudad. De tal manera que el
nombre pasó a identificar no solo el local sino también el conglomerado de
viviendas que lo rodean. La estructura después de 50 años sigue en pie
ejerciendo otros menesteres y con remodelaciones y cambios que no hacen olvidar
su vieja fachada, pero si no fuera el caso igualmente estaría en el imaginario
popular ya que con el mismo no se nombra a la sala de espectáculo sino al lugar
y alrededores de donde estuvo en la intersección de la calle 102 con avenida
19. “Mi hermana vive por el Lido” “Te metéis por el Lido y allí preguntáis por
el que reapra frenos””
Pinta tripa
Esta palabra es de novísima data en nuestro
dialecto (2019) y es una de esas que nacen en tono jocoso pero que tienen también
una convicción oculta. Se le llama de esta manera a la bebida en polvo instantánea
de fabricación colombiana llamada Samerito, que se ha hecho popular y presente
en los expendios de la ciudad, ante la desaparición de las fabricadas en el país.
Tiene su razón por el hecho que la misma tiene una cantidad, considerada
excesiva por los consumidores, de colorante que como literalmente lo expresa
termina coloreando la tripa o el intestino, causando posibles daños. Lo mismo
se le endosa a otra bebida similar llamada Bocca, también procedente del vecino
país. Ambas vienen en diferentes sabores y una de las razones de su popularidad,
además del costo en relación con los refrescos gaseosos, está en el hecho que son edulcoradas, o sea no
necesita agregársele azúcar. Igualmente se le llama deformadamente sanbenito.“Dame
un pinta tripa de piña y otro de uva”
martes, 27 de agosto de 2019
Amachingarse
Esta palabra ya es raro escucharla en
nuestro dialecto, pero era de uso común a comienzos del siglo 20 y posteriores años, con la misma se señalaban
las relaciones que no tenían vínculo matrimonial o eran ocasionales, pudiendo
ser parejas que vivían juntas o simplemente que se encontraban furtivamente consuetudinariamente.
La misma es una deformación de amachinarse, traída por los vascos que posee el
mismo significado y es usada en otros países como sinónimo de amancebarse. Por
lo tanto no está en ningún diccionario. “Lola y Serapio están amachingaos”
miércoles, 14 de agosto de 2019
Arropaito
Esta palabra además de ser el diminutivo
de arropao, tiene una connotación que es de novísima data en nuestro dialecto
(2019), la misma nació en las caucheras y representa y forma parte del ingenio
maracucho, ya que es una técnica con la cual se le hace revestimiento a algún
caucho que ya esté en las últimas por su desgaste. Para eso se corta el
rodamiento que esté bueno de otro caucho que haya sido desechado por otro tipo
de problemas y se le adhiere al malo, colocándolo como un anillo en este y
queda adherido por la presión del aire que se le hecha al receptor, haciendo
una especie de reencauchado en frio. Los clientes principales de estos son los
conductores del transporte público ya que el costo del trabajo es infinitamente
inferior que comprarse una chiva o uno nuevo, aunque la duración del que se le hace
esto es poca. “Voy a tener que montar un arropaito porque ando pelao y necesito
trabajar”
miércoles, 31 de julio de 2019
Tequepizza
Con este nombre se conoce en nuestro
dialecto un hibrido culinario entre pizza y tequeño, el mismo es lo primero a
la que se le agrega un borde de tequeños, de tal manera que terminan siendo dos
platos en uno lo que el comensal come. Hay opiniones encontradas acerca de la
invención de este, hay los que opinan que tiene su raíz en el centro del país y
los que aseguran que es invención de un pizzero de la ciudad de Maracaibo a
quien se le ocurrió cambiar el borde de queso transformándolo en este pasapalo,
que aunque es de origen central es muy común en la dieta maracucha, sobre todo
en desayunos y cena, lo cierto del caso es
que en esta ciudad es más común que en otros lares y que el nombre en otras
regiones no señala al plato acá señalado sino a los tequeños rellenos con salsa
de pizza, lo que da más fuerza a quienes lo señalan como nuestro. Otro detalle
es el nombre combinado que es común en nuestro dialecto. Tanto el alimento como la palabra son de nueva
data. “A que Fernando en el soler venden unas tequepizzas tricachuas”
martes, 25 de junio de 2019
La epidermis
Esta palabra en la connotación que se
usaba hace algunos años en nuestro dialecto es raro escucharla. La misma está
cargada de ocurrencia y no tiene que ver con anatomía aunque existan cuerpos. En
términos comunes esta palabra señala a la capa externa de la piel que recubre
nuestro cuerpo y en botánica es la membrana epitelial constituida por capas de células desprovistas de clorofila.
Sin embargo era común en nuestros lares, tal vez como forma peyorativa o un
eufemismo, darles ese adjetivo a las mujeres que tenían relación con algún hombre
sin estar casadas con él, lo que ahora se le dice concubinato e incluso
entraban en esa definición las que lo hacían como amantes o querías. Deriva del
hecho que estas estaban por fuera de lo aceptado, o sea no eran proyectos
serios sino ocasionales y allí se encuentra la comparación que origina esta. Eran otra piel. “En
Acedo me conseguí a la epidermis de tu hermano”
Jubilar
Esta palabra en la connotación común de
cesar el trabajo por un tiempo determinado y pasar a mantener el mismo sueldo
en su casa sin ejercerlo, es común en nuestro dialecto, igual todo lo que está
asociado con el jubileo, pero en la que era común a finales del siglo 19 y
comienzos del 20 ya es muy raro escucharla. Se tomó esta en ese entonces para
indicar que una persona se ha venido a menos, ha perdido la razón, está
confundido o trastornado. Tal vez todos estos síntomas podrían ser el efecto de
lo primero e incluso es aceptado en algunos diccionarios que la palabra también
tenga acepción de desechar algo por inútil
y en Cuba y Colombia es igualmente sinónima de enloquecerse. Lo cierto es que
en nuestra habla desapareció con las connotaciones últimamente expuestas. “Ando
jubilao por tantos inconvenientes” “El vecino quedó jubilao desde que lo
pusieron preso”
Imposible
Esta palabra es común en nuestro
dialecto pero ya es raro escucharla en la connotación que la usábamos hace
tiempo. El término es un superlativo que denota algo que no puede ocurrir pero
acá se utiliza para señalar a una persona, mayormente infantes, que tienen una
forma de comportarse o carácter insoportable para los otros. No es autóctona aunque
muchos lo creen y Medrano lo señala como un maracaiberismo ya que fue aceptada
por la Real Academia en el siglo XX en la connotación que localmente más se
utiliza, pero fue traída por los españoles en ambos significados. “Es imposible
que llegues a tiempo” “Ese hijo tuyo está imposible”
sábado, 22 de junio de 2019
Emburujar
Esta palabra ya es raro escucharla en nuestro
dialecto, fue traída por los canarios con dos connotaciones, la primera la de
cubrir bien el cuerpo y la segunda engañar, confundir y enredar y esta última
es la que se usa en nuestra región, y también en República Dominicana y Puerto
Rico. En otras partes también se usa como sinónimo de amontonar. Nada tiene que
ver con embrujar como algunos afirman que sea una deformación de esta. “Mi tío
tenía una labia arrecha, emburujaba a todos “
Desgonzao
Esta palabra es de vieja data y ya es
raro escucharla en nuestro dialecto, se escucha en otras regiones del país con
el mismo significado que es estar decaído físicamente, igualmente se le llama así al decaimiento que tiene algún árbol o animal por diversas causas, sin embargo en nuestra
región se le agregó el estar desquiciado o desencajado, esta estaba relacionada con el dolor que está producía en las articulaciones. Fue traída desde España
por los valencianos pero con otra connotación que es la de quitar los goznes o
bisagras de alguna puerta. Se escucha también en otros países de América, entre
ellos Colombia con la misma connotación de agotamiento. “Ruperto anda desgonzao
por la muerte de su hermano”
Dar cobres a premio
Esta expresión es común en nuestro dialecto
y es de vieja data. La misma significa que alguna persona le da dinero en
calidad de préstamo a otra y esta debe cancelarle en un tiempo estipulado un interés
acordado por esa cantidad recibida. Este periodo puede ser corto o largo, pero
generalmente se usa la expresión cuando es el primero, por lo que, aunque
prestan un servicio a los necesitados, son considerados usureros ya que los
intereses siempre son altos. El premio
del que hace mención es la cantidad que debe dar el beneficiario por recibirlo.
“Pico blanco se hizo millonario dando cobres a premio”
Circunstanfláutico
Esta palabra es de vieja data y ya es
raro escucharla en nuestro dialecto, sin embargo fue muy popular hace algunos
años. Con la misma se señala a la persona vanidosa y también a las que son
complicadas o melancólicas. No es autóctona aunque muchos lo afirman. Se
escucha en Perú, Colombia, Guatemala y Honduras con la segunda connotación y
otros países de América por lo que podría ser un americanismo, aunque en el
vecino país lo catalogan como un colombianismo.. No está registrada en el
diccionario de la Real Academia y al parecer deriva de circunstancial. “Ese
hermano tuyo es un carajo circunstanfláutico”
viernes, 21 de junio de 2019
Bachillera
Esta palabra identifica al femenino de bachiller,
sin embargo en nuestro dialecto en otras épocas también se usó con una
connotación adicional y es que se les endilgaba la misma a las mujeres que eran
pleitistas o discutidoras y tenían ínfulas de sabiondas. Y a pesar que tiene raíces
francesas, a trajeron los españoles quienes identificaban con la misma a las
personas que hablaban mucho y eran impertinentes, por lo tanto es asimilada
pero se le cambió en algo el significado. Ya es raro escucharla en el sentido
adicional pero común como el femenino de quien ha terminado de cursar el
bachillerato. “Decía mi abuelo que mi abuelita era una bachillera de esas que
provocaba matarlas”
Bullerengue
Esta palabra es de muy vieja data y ya
no se escucha en nuestro dialecto. Nada tiene que ver con bulla o bullaranga y
tampoco con el famoso baile de la costa colombiana que lleva el mismo nombre. A
finales del siglo 19 esta palabra definía a una prenda femenina que estas
usaban para dar a las nalgas apariencia voluminosa. Se agregaba al vestido. La
palabra no es autóctona sino que fue traída por los españoles con el nombre de
bullarengue, pero acá se le cambió la letra a por la e. También se usó con la
misma connotación en Cuba. “Mi abuela hacía unos vestidos con bullerengue que
quedaban hermosos”
viernes, 14 de junio de 2019
Piola
Esta palabra aún puede escucharse en nuestro
dialecto aunque es muy poco frecuente. Es de vieja data y la misma se usa como
expresión de asombro, sorpresa o desprecio y hasta era frecuente usarla como comodín
para señalar algún objeto no identificado. La trajeron los españoles y proviene
del latín pediola y señalaban con ella un cordel o cuerda delgada con el que se
amarraban paquetes pequeños, pero en toda América e incluso Italia tiene
diversos significados, ninguno como el nuestro, de tal manera que puede
considerarse asimilado el término pero no sus acepciones. “Pasáme la piola esa”
“Vete pa la piola” “A la piola, me gané la rifa de Petra”
Astragao
Esta palabra ya es raro escucharla en nuestro
dialecto, es de vieja data y la trajeron los castellanos, aunque ya también es
raro escucharla en esa región por lo que puede considerarse un arcaísmo que
sigue usándose en algunos pueblos españoles pero con la connotación de estar
agobiado o con prisa, mientras que acá se señala con la misma el hecho de haber
quedado muy lleno tras comer y no poder hacerlo mas, en otras palabras es sinónimo
de harto. No aparece en el diccionario de la Real Academia y no debe
confundirse con estragar que es hacer estragos, aunque en Puerto rico esta última
signifique pasar hambre. No deriva de astrago que es una palabra en desuso con
el que se señala el suelo. “Cené a que mi tía y quedé astragao”
Totocoro
Esta palabra se usa en nuestro dialecto
en la población de Quisiro y alrededores y con la misma se señala a la madera
seca del cardón que es usada para hacer cañas en la construcción de los techos.
Puede considerarse asimilada ya que esta región de la parroquia democracia en
ese entonces formó parte del Estado Falcón hasta 1890 y la palabra se considera
oriunda de la región Paraguanera. Igualmente es usada esta madera para hacer
dateras y recoger estos frutos de los cardones. “El techo de la casa de mi
abuelo lo hicieron con totocoro”
jueves, 13 de junio de 2019
Hasta que
Esta expresión aún se escucha en nuestro
dialecto a pesar de ser de muy vieja data. La recopiló por primera vez Medrano
a finales de 1800 y la catalogó como un maracaiberismo. En la misma el verbo
está mal usado ya que en lugar de hacer su función condicional lo hace como
pronombre, de tal forma que en lugar de leerse literalmente “hasta que viene”
cuya acción ocurriría si equis persona viniera realmente se expresa un desafío
ya que lo que realmente se está expresando es un reto en forma de afirmación que
es “A qué viene”. Como pueden notar el verbo haber se trasforma en el pronombre
a. “Hasta que gano”
Rejarvio
Esta palabra es de limitado uso en
nuestro dialecto y la misma es propia del argot de los panaderos, ya que se
señala de esta forma al pan que no crece o queda duro y crudo después de hornearlo,
ocurriendo esto por diversas razones, entre ellas la falta de la cantidad
correcta de levadura o que esta se encuentra vencida, mucha sal, haber añadido
agua demasiado caliente o no haber mezclado los ingredientes correctamente,
entre otros. Este pan se regala o se deja para consumo entre los empleados del
lugar aunque algunos lo colocan a la venta a un precio sumamente inferior para recuperar algo del costo de los
ingredientes. Puede derivar el término del hecho que a las arepas duras le llaman
rejuas “¿Tenéis a la venta algún pan rejarvio? “Ese pan campesino está chiquito
y pesao. ¿No será que está rejarvio y me queréis carriar?”
Recontra
Esta palabra es común usarla en nuestro
dialecto y es aceptada en la Real Academia como sufijo que significa muy o
mucho. Acá si bien es cierto que se usa de la misma forma existen diferencias
imperceptibles con el resto, ya que para
ellos actúa como un superlativo pero para nosotros también lo hace como un
superlativo del superlativo ya que antecede al primero e incluso como un
superlativo del superlativo del superlativo como es el caso cuando antecede al
sufijo tri. De tal forma que algo recontramollejuo es más grande que
remollejuo. “Esa guaya que trajeron es recontratrimollejúa”
Remollejeision
Esta palabra es común escucharla en
nuestro dialecto, se usa como exclamación de sorpresa o reclamo, interjección o
muletilla. Tiene sentido de cierta forma burlesco ya que es la pronunciación
supuesta de remollejación en inglés. Deriva de molleja. Es parte del ingenio
local por lo que es autóctona. Es considerada malsonante y una forma de eufemismo.
“Remollejeision el pasaje lo subieron a 2 mil bolos”
Terequiar
Esta palabra era de uso frecuente en nuestro
dialecto en La Cañada de Urdaneta, aunque ya no es tan común escucharla. Con la
misma se señalaba la acción de registrar algo acuciosamente por lo que es sinónimo
de curucutiar. Deriva de tereques que es algún objeto inservible solo que en
esta región la misma es generalizada para todo tipo de corotos. El termino no
está registrado en el diccionario de la Real Academia ya que es autóctono de la
zona, aunque sea un derivado de la palabra andaluza.“Dejá de estar terequiando
mi peinadora”
Arrequintao (tá)
Esta palabra aún es posible escucharla
en nuestro dialecto, la trajeron los canarios para quienes es algo apretado o
que está lleno o cargado, pero acá se tomó también para indicar la acción de agarrar
a alguien o algo con fuerza. Se usa en otras regiones con similar significado y
en el oriente venezolano también se le endilga a las personas de carácter fuerte.
La Real Academia lo registra como un regionalismo presente en Costa Rica, Cuba,
México y Venezuela pero con la connotación
de apretar fuertemente con una cuerda o un vendaje. “La caraja esa iba
arrenquitá del novio, como si alguien se lo fuera robar” “Yo siempre iba arrequintao del
asiento de la naveca”
Garranchudo
Esta palabra nada tiene que ver con
garra y era muy usada hace algunos años pero ya casi no se escucha. Con la
misma se señala las cosas que se encuentran duras, especialmente la carne y los
alimentos como el pan, etc. Posiblemente sea una deformación de garrancho que
es la parte dura del tronco o rama de un árbol o de carrancudo que significa
una persona dura de carácter y de cuello erguido, ambas traídas por los
españoles. También puede ser asimilada ya que en Honduras y Centroamérica se
usa con el mismo significado que acá. En Zaragoza significa una persona de
piernas torcidas. “No me vais a dar la carne garranchuda” “Comete ese pan
garranchudo que quedó de ayer”
Reparisto
Esta palabra es raro escucharla ya en nuestro
dialecto pero era común en el mismo hace algunos años. Nada tiene que ver con
reparar en el sentido tradicional de ser alguien que le gusta reparar las cosas
o en el figurado, en el cual alguien se percata de todo, o sea es acucioso, observador
y detallista, aunque esta sea la forma con la que se usa en Nicaragua y casi
toda Centroamérica. En nuestra tierra se les endosa este término a las personas
que son egoístas y avaras. Al parecer es un vicio del lenguaje o un arcaísmo,
lo cierto del caso es que debería finalizar con a en lugar de o. “No seáis
reparaisto y repartí esos helados que te dieron”
Falacioso
Esta palabra ya es raro escucharla en
nuestro dialecto y de hecho su uso nunca fue extendido. Con la misma se señala
a una persona engañosa, que valiéndose de falsas apariencias se aprovecha de
los otros sacando beneficios de ellos y el fraude es su forma de vida. Según
algunos lingüistas proviene de falacia cuyo significado es similar pero que es
usada poco en este contexto por los españoles, por lo que es posible más bien
que haya entrado a nuestro dialecto a través de los portugueses que emigraron a
la región y hacían uso de esta en el tiempo y connotación similar. “A tu hermano
van a venir matándolo por falacioso”
miércoles, 12 de junio de 2019
Mil y una noches
Esta palabra usada como apelativo en nuestro
dialecto ya es raro escucharla pero fue muy popular hace algunos años. La misma
se le endosaba a las personas que eran muy embusteras, por lo que es sinónimo de
roñoqueros. Viene derivada del hecho que según muchos lectores locales, esa
obra famosa de la literatura universal, hecha también película, es un compendio
de mentiras y sus acciones no son fáciles de creer. El uso de la misma, que demuestra
el ingenio local, fue perdiendo
continuidad por lo que posiblemente nació en momentos en que la obra o la película
fueron comunes en la ciudad. “Ese primo tuyo es un mil y una noches”
Banco Central de Las Pulgas
Desde el año 2017 aproximadamente esta expresión
se ha hecho popular en nuestro dialecto, creciendo la misma en los últimos años.
Es una manera recriminatoria y a la vez peyorativa de expresar un problema que
ha ido agravándose como son el dinero en efectivo y los precios. Es en este
mercado popular ubicado en el centro de la ciudad de Maracaibo, donde un grupo
de mafiosos conformado por diversos individuos, incluso del vecino país, que se mantienen en el anonimato, han logrado
burlar la legalidad y controlar la moneda por medio de la compra, para
posterior venta en la frontera, de esta, determinando las denominaciones de los
billetes que son aceptadas y rechazadas, influyendo esto inmediatamente en todo
el mercado laboral y económico de la región. Además para captar el dinero también
ofrecen mercancía a mitad de precio si es en efectivo y al doble si es por pago
electrónico o punto de venta. Hay que agregarle otras fechorías como corrupción,
acaparamiento, especulación, trata de blancas, drogas, etc. Sin embargo la
expresión, de muy nueva data, viene
siendo el resultado del hecho que es allí donde se ordena y acata el uso de la
moneda, labor que es función del Banco Central de Venezuela. Es un flagelo aún
vigente que ha logrado superar todas las acciones contrarias de la ley. “Que molleja, en el Banco Central de las
pulgas ya no aceptan los billetes de 100”
martes, 11 de junio de 2019
Guardapuesto
Esta es una palabra de muy nueva data en
nuestro dialecto, y tal como su nombre lo indica se le endilga a quienes
guardan puestos en alguna cola, pero que además cobran por esa acción. El hecho
no se limita a hacérselo a terceros sino vender el lugar que por diversas
razones ha obtenido, en muchos casos con la complicidad del que distribuye o expende
el servicio. Esto se cmercializa a otra persona por una suma acordada
posteriormente. Es una práctica que se ha puesto de moda en
los tiempos de crisis que se viven en la región y el país y que demuestra no
solo el ingenio para obtener dinero en alguna acción sino también lo
inescrupuloso de muchas personas que no les importa la ilegalidad del negocio. “Me
estoy bandiando como guardapuesto, aprovechando que mi primo trabaja en una
bomba”
sábado, 8 de junio de 2019
Va pago
Esta expresión era muy común hace
algunos años en nuestro dialecto y todavía se escucha. Su significado es
aceptación hacia alguna invitación o apuesta que se propone e indica por otra
parte que quien acepta empeña su palabra en realizarlo. Emigró desde el terreno
de los juegos de envite y azar, así como también de las peleas de gallo, donde
no hacía falta colocar el dinero de garantía sino que la aceptación por medio
de la palabra era suficiente. Por otra parte también se usa en el terreno del
habla cotidiano como forma de expresar que ha comprendido o se ha enterado de
lo que el otro interlocutor le ha dicho. Por ejemplo ante una invitación “Te
espero a las seis” el otro responde “Va pago”. Ante una apuesta. “1000 bolos a
que ganan los gaiteros” la respuesta es “Va pago”. “¿Entendiste lo que te expliqué?” “va pago”
viernes, 7 de junio de 2019
jueves, 6 de junio de 2019
Albentistate
Esta palabra es en sí una expresión traída
por los castellanos a nuestro dialecto pero no es usada en este de la forma
como fue insertada, ya que con ella se expresaba el estar algo al aire libre o
abandonado y en el habla popular se popularizó para endilgársela a las personas
que andan de un lado a otro sin rumbo
fijo, pasando a ser sinónimo de otra
expresión española que es “A la deriva”.
Deriva esta expresión de la locución latina “ab intestato” que se aplica al que murió sin testamento.
Se considera en España un vulgarismo y acá dejó de usarse hace tiempo. Generalmente
se pronuncia como una sola palabra en cuyo caso se escribe con B pero cuando se
hace en dos se usa la V de viento. “Ese primo tuyo vive albestistate”
Velador
Nada tiene que ver con
velas ni velorio esta palabra, tampoco con vigilantes, la usamos más
regularmente en nuestro dialecto para señalar el juego de mesa y sillas que
generalmente se alquilan para un evento, fiesta o reunión. Debe su nombre al
hecho que antes a la mesa pequeña de una
sola pata y redonda se le llamaba así. Comenzó a usarse este nombre en los
bares y de allí pasó al hablar común. Todavía se utiliza. "Alquilé
veinte veladores para el matrimonio"
Cabuya
Esta palabra en nuestro dialecto se usa con diversas connotaciones asociadas
casi todas con el sinónimo de cuerda y de esta manera está registrada en los
diccionarios. Igualmente se le llama así a una medida de distancia que equivale
a 100 pasos de una persona adulta. Sin embargo en la Maracaibo de antaño y en
el argot de los vendedores de plátano que hacían vida en boburitos, el malecón
y otros lugares, esta era usada como una medida de cantidad cuyo equivalente
eran 4 racimos de esta fruta. Ya es difícil escucharla con este concepto y
hasta los modernos vendedores la desconocen. “Papá compraba 3 cabuyas de plátanos
cuando iba al malecón”
Caratillo
Esta palabra identifica a una bebida
tradicional del Estado Lara hecha a base de arroz que muchos llaman chicha
larense, esta se prepara con variantes en otras regiones del país, pero en
nuestro dialecto no se le llama así a esta, sino que existe una alimento casero
que era muy común hace algunos años parecido al atol y con el cual se
alimentaba a los bebes. Este también era preparado con arroz, leche y azúcar.
Se ponía a hervir el grano hasta que estuviera blandito y se le agregaba luego
los otros ingredientes. Se les daba a los infantes con cuchara y se
diferenciaba del atol el hecho que el grano era entero. Ya es muy raro que se
prepare y a diferencia del arroz con leche que se hace con casi los mismos
ingredientes en este el arroz no se ablandaba con la leche. Era un alimento popular dado lo económico en
esa época de los componentes. “Mi abuela crio a los 8 hijos a fuerza de caratillo,
fororo y avena”
Drogo
Esta palabra comenzó a usarse en nuestro dialecto en los años
60 y la misma se le endilgaba a los fumadores de marihuana, con el tiempo la
misma se generalizó para cualquier persona adicta y consumidora de cualquier
tipo de droga. Se usa en otras regiones y en casi toda la América hispánica, por
lo que es asimilada a nuestra habla y según algunos lingüistas la misma es una
reducción popular de drogadicto. Otros asumen que deriva de droga y señala a
quien la consume o se droga y hay quienes la colocan como una conjugación del
verbo drogar. Lo cierto del caso es que la palabra sigue siendo usada. “El
hermano de Irama se metió a drogo”
martes, 4 de junio de 2019
Arropijo
Esta palabra era común en nuestro
dialecto hace algunos años pero ya es raro escucharla. Fue traída por los castellanos
y con ella se señalaba el manto con el que se envolvía el busto de la mujer, posteriormente
pasó a señalar cualquier sabana que sirva para arroparse, acá su uso se
generalizó para todo tipo de cubierta con el que se cubra el cuerpo para
calentarlo y combatir el frio. Es asimilada y se usa también en otras regiones
y países, entre ellos la provincia de Castilla desde donde llegó, aunque es
considerado un arcaísmo. “Mi abuela dormía envuelta en varios arropijos”
Embozao
Esta palabra fue muy popular en la
Maracaibo de antaño y no es autóctona como algunos creen, la trajeron los
españoles para quienes significa cubrir el rostro hasta las narices, solo que
los maracuchos la puntualizaron para señalar a quienes se vestían con trajes
oscuros para confundirse con la oscuridad de la noche en una época que no existía
alumbrado eléctrico en la ciudad. Generalmente lo hacían para delinquir por lo
que el término pasó a ser sinónimo de ladrón. Muchos de estos embozaos
terminaron siendo mitos urbanos y confundidos con muertos o fantasmas. La palabra
ya muy poco se usa y si se hace es como sinónimo de ocultar. “Los embozaos del
saladillo eran terribles”
lunes, 3 de junio de 2019
Ñoco
Esta palabra ya es raro escucharla en
nuestro dialecto, la misma es en cierta forma un diminutivo de roñoco que posee
el mismo significado pero con una variante, ya que se le señala de esta manera
a las personas que le faltan algunos dedos de la mano o la mano completa,
mientras que en el segundo caso se generaliza para quienes tienen algún defecto
en manos y pies. Esta palabra fue traída por los canarios con la misma
connotación que se le da acá. En otros lugares de América se usa con otros
significados, por ejemplo en Chile se le llama de esta manera a los drogadictos
mientras que en Perú se le endilga a los homosexuales, y en Ecuador al ano. “Julio
quedó ñoco porque perdió los dedos en el aserradero”
Echar un camarón
Esta expresión nació
en los campos petroleros y aunque muchos la consideran nacida en los del Estado
y por lo tanto oriunda de nuestro dialecto, hay quienes la consideran más general
ya que se escucha en otros lugares del país. Lo cierto es que la misma es una
deformación por homofonía de la expresión inglesa “I come around” que significa
voy a dar una vuelta, y era usada por los gringos como forma de excusarse y
escaparse del lugar donde realizaba una labor, para ir a dormir o descansar.
Esto fue descubierto por los trabajadores y usado en forma peyorativa y dado la
diferencia, en cuanto al contexto, quien la usaba en ingles desconocía su
significado en español y lo asociaba con el marisco del mismo nombre. Al final
la expresión pasó a ser sinónimo de dormir un rato, teniendo un significado
similar a otra también usada en los mismos campos del oro negro que es “Echar
una zorrita”. Hay otras versiones, una de ellas era la asociación del color de
la piel del extranjero. Lo cierto es que casi todos coinciden que nació en el
medio petrolero zuliano y desde acá se extendió al resto del territorio. “Me
voy a echar un camarón después de comer”
domingo, 2 de junio de 2019
Numero
Esta palabra identifica una cantidad o
el signo o conjunto de estos que representan el número pero en nuestro dialecto
en la Maracaibo de antaño se acostumbraba endilgársela a los policías. Esta
costumbre viene heredada de la colonia cuando los cuerpos policiales estaban en
mano de los españoles y a los individuos
sin graduación o pertenecientes a las milicias se les endilgaba este apelativo.
Luego con la creación de la policía estadal los agentes llevaban en su uniforme el
correspondiente número que los
identificaba, razón por la cual se les siguió llamando de esta manera. Ya no se
usa. “Antes había un número que patrullaba la calle toda la noche”
Nadadora
Esta
palabra según los diccionarios identifica a la persona del sexo femenino que
nada o a cualquier ser vivo que tenga esta habilidad, pero en nuestro dialecto
la misma es usada de forma de cierta manera jocosa y también peyorativa para
señalar a las mujeres que no poseen voluptuosidades a las cuales también se les
llama planchas. Nada tiene que ver con agua en este caso sino con la palabra
nada, ya que se enfatiza el no poseer o tener muy pocas tetas o nalgas, y
aunque generalmente esto es característico de las mujeres delgadas, no es
limitante y se usa con todas las que tengan esta condición sin importar la
contextura. “La hermana de Raulo es nadadora”
Ser la muerte en coco
Si la muerte fuera una comida sin dudas sería
una delicia y si fuera preparada en coco, algo tradicional en nuestra región, sería
lo máximo, pero igual sería un plato peligroso para quienes sufran de alguna
dolencia como por ejemplo la tensión, por su alto contenido de colesterol y de allí deriva el hecho que esta expresión
sea inventada en nuestro dialecto para referirse a alguien muy tremendo, travieso,
sinvergüenza, pícaro, o de malas costumbres. Era muy popular en otras épocas para
endilgársela sobre todo a los niños inquietos, y a los adultos que poseían las características
antes descritas, pero ha caído en desuso y es raro ahora escucharla. “Ese nieto
tuyo es la muerte en coco” “El hermano de Pedro es la muerte en coco, tiene 20
entradas al retén”
sábado, 1 de junio de 2019
Garra
Esta palabra tiene muchos significados,
el más común el de señalar de esta manera la mano o pie del animal cuando están
cerrados y armados de uñas. La mayoría son usadas en nuestro dialecto pero
existe una puntual que era común hace algunos años y que está en desuso y la
misma está asociado con poca cantidad de algo. Esto deriva del hecho que se medía
lo que cabe en un puño cerrado. De tal modo que era común escuchar “No tengo ni
una garra de azúcar” o “No seáis pichirre, lo que me diste fue una garra de maíz”.
Sin que esto signifique que la cantidad sea determinada.
Arrejerao
Esta palabra ya es raro escucharla en
nuestro dialecto pero fue común en otras épocas, con la misma se indicaba a las
personas porfiadas o tercas, rebeldes, insistentes, que eran muy persistentes
en lo que deseaban y en lo que no. El termino proviene del entorno marino donde
arrejerar significa sujetar a la embarcación con 3 anclas, 2 por la proa y una
por la popa y emigró al hablar común en la connotación antes explicada, tal vez
como derivación que esta maniobra se realiza para que el barco no quede a la
deriva y esto fue relacionado con porfía. “Este muchacho si es arrejerao, se
fue pal colegio con el palo de agua”
lunes, 27 de mayo de 2019
La línea
Esta palabra en el contexto que
explicaré ya no se usa en nuestro dialecto y por razones de años son pocos los
que la recuerdan. Cuando los tranvías eran el principal método de transporte de
la ciudad existía uno que iba desde el centro hasta los Haticos, este fue
bautizado por los habitantes del sector como “La línea” y cuando desapareció se
siguió llamando a la carretera de Haticos por debajo por donde pasaba el mismo
de la misma forma. Esto lo corrobora en
su libro “¡Hablemos maracucho, primo!, el Lcdo José T. Portillo, habitante del
sector.
Borsalino
En la Maracaibo de antaño el sombrero
era indumentaria obligatoria entre los caballeros y una de las marcas de mejor
calidad eran los borsalinos, por lo que era uno de los preferidos, sin embargo
su costo no estaba al alcance de todos, razón por la cual se hizo común que por
razones de caché todos comenzarán a llamar a esta indumentaria con este nombre,
de tal forma que se generalizó la marca como sinónimo de sombrero, pasando por
metominía a identificarlo. Con el tiempo y los cambios de costumbres de vestir
terminaron desapareciendo y también la palabra. “Mi abuelo usaba unos
borsalinos que hacían en el centro”
Mabil
Esta palabra ya no se usa en nuestro
dialecto, de hecho es asimilada y estuvo de moda tanto acá como en otras
regiones a mediados de los años 50. Con la misma se señalaba a los burdeles o prostíbulos
donde las mujeres además de prestar servicios sexuales, bailaban y se podía
hacer esto último con ellas. Según algunos deriva del hecho que en ese entonces
eran populares los que tenían chicas francesas y estas recibían a los clientes
con la expresión ¡ma vida! Que en español significa mi vida y que por razones
de homofonía pasó a transformarse en Mabil y de esta forma se generalizó para
bautizar estos lugares. “En la vía a cabeza e toro había un mollejero de mabiles”
Lunanco
Esta palabra ya es raro escucharla en
nuestro dialecto, emigró desde el terreno lúdico para ser usada ocasionalmente
en el habla formal. Con la misma se señalaba a las petacas o volantines que
eran hechos asimétricamente, o sea que sus lados no eran parejos y por lo tanto
no eran buenos a la hora de ser echados al viento. En el área formal se le
bautizaba así a alguna persona que tuviera alguna característica similar, como alguien
cojo o con algún miembro desigual. El término emigró desde el terreno
veterinario donde se le llama así al caballo o cuadrúpedo que tiene un anca más
larga que otra. “Esa petaca que hiciste no vuela porque está lunanca” “Ismael
quedó lunanco después del accidente”
sábado, 25 de mayo de 2019
Solo te faltan los algodones
Esta expresión ya es poco común en nuestro
dialecto, pero fue popular hasta no hace mucho tiempo. Nada tiene que ver con
la planta que nombra pero si con el apósito usado en medicina y otra áreas. Se
usa la expresión en tercera o primera persona para señalar el hecho que una
persona haya perdido muchos kilos, por diversas causas, o se encuentre
demacrado o en estado desmejorado. Viene
la relación al hecho que a los cadáveres se les coloca algodón en las fosas
nasales, y en otras épocas estos eran visibles para los que lo veían en el acto
de velación, por lo que se resume en señalarle a la persona con esta expresión,
que está casi muerto. “A Matías ya solo le faltan los algodones”
martes, 30 de abril de 2019
Tener pata de plomo
Esta expresión aún puede escucharse en nuestro
dialecto, aunque no con tanta regularidad como hace tres décadas. La connotación
de la misma está asociada con velocidad y peso. En el primero se le endilga la
misma a las personas cuyos actos son calmudos
y lentos y en el segundo a quienes les gusta conducir vehículos a gran
velocidad. Esto es una alegoría al hecho que le pesa el pie con el que pisa el
acelerador. Nada tiene que ver con otra muy popular en el país que es “Ir con
pies de plomo” ya que en ese caso existe predisposición y la misma no está
presente en la primera connotación. “Ese novio tuyo tiene pata de plomo, le
pide permiso a un pie para mover el otro” “No te voy a prestar el carro porque
vos tenéis pata de plomo y me lo podéis escoñetar”
Zaragutiar
Esta palabra ya es raro escucharla en nuestro
dialecto, pero en otras épocas fue de uso muy común y con ella se señalaba el
hecho de que una persona fuera curiosa o
el producto de esto, también a quienes vagaban sin rumbo o hacían acciones sin
orden. Fue traída por los andaluces para quienes la connotación coincidía con
la última de andar de un lado a otro. Y de esta forma también se señala en
otras regiones del país, sin embargo en otros países también significa desorden
o enredos definición que junto a hacer cosas con impericia y atropellamiento,
es el que recoge la Real Academia. En El salvador el significado es idéntico al
maracucho en cuanto a hurgar o curiosear. “A Juanita le gusta estar
zaragutiando todo” “Pepe se la pasa zaragutiando y no resuelve nada”
sábado, 27 de abril de 2019
Museo Arquidiocesano Obispo Lasso
Situado en la esquina de la calle 94 Carabobo con la avenida 4 Obispo Lasso, al lado del
Pantéon Regional y al Fondo del Teatro Baralt, en una casa construida a
principios del siglo XX, con techo a cuatro aguas de madera y tejas rojas, con
alero decorado construido en mampostería, su fachada posee una puerta y dos
ventanas, estas con repisa, quitapolvo y rejas de madera, mientras que del lado
de la avenida posee 5 con las mismas características. Fue residencia del Obispo
de Mérida Rafael Lasso de la Vega cuando este fue trasladado a Maracaibo en 1812
tras el terremoto ocurrido en esa ciudad, razón por la cual lleva el museo su
nombre. Fue sede de la casa del Seminario Diocesano del Zulia. Fue fundado por
el Padre Gustavo Ocando Yamarte el 24 de octubre de 1990 e inaugurado el 24 de
junio de 1991. Se cerró en 1996 y fue reinaugurado en el 2010. En el mismo se
encuentran artículos religiosos de diversas épocas, tanto históricas como
artísticas, como piezas de orfebrería, ornamentos litúrgicos, pinturas con motivos
religiosos, imágenes, vasos sagrados, candelabros, custodias, sacras y hasta
una réplica del antiguo altar mayor de la Catedral de Maracaibo. Quizás el más
curioso es una estilla de la cruz original donde crucificaron a Cristo, de
origen italiana, que perteneció a Santa Elena, hija de un posadero que se
trasladó hasta Jerusalén y cavó en la montaña hasta hallar la cruz. Igualmente
está la primera corona de la Virgen de Chiquinquirá, luego de su aparición a
orillas del Lago. Es de plata con incrustaciones de piedras semipreciosas y un
órgano marca Hammond, de los cuales fueron fabricados sólo tres en el mundo en
1969 y uno de ellos perteneció a la Basílica de Maracaibo. También hay una sala
llamada papal, donde muestra en una vitrina exclusiva la silla donde se sentó
el Papa Juan Pablo II durante su visita a Maracaibo en 1985 y en uno de los
pilares está un Cristo de marfil de 504 años, que se le colocó al pontífice en
la habitación donde durmió. Un sitio maravilloso que hay que visitar.
Flumbiar
Esta palabra ya es raro escucharla,
emigró desde el ambiente beisbolero y su significado es errar o fracasar. Es
una deformación por homofonía de flunked que significa reprobada. Mientras en
el juego se usa para señalar el no haber atrapado alguna pelota o fallado
alguna jugada, en el campo domestico se hace de forma similar para indicar que
una persona perdió una oportunidad o no pudo realizar algo, en la mayoría de
los casos fácil, por lo que tiene cierta carga peyorativa. Nunca fue de uso
extendido pero dado la afición de la época por este juego, si fue recurrente su
utilización. “Zacarías flumbió al no llevar a la novia al cine”
viernes, 26 de abril de 2019
Cachivoltiao
Esta palabra ya es raro escucharla en
nuestro dialecto, aunque fue muy popular hace algunos años, con la misma se
señala algo que está mal hecho, desordenado o descompuesto. Es autóctona y de
la misma derivó una expresión que es más actual que es “estar volcao”. Emigró a
otros lugares del país pero sigue siendo ya de cierta forma arcaica. Según algunos
habitantes de la época su raíz está en la frase casi volteao o sea medio
volcado. “Hoy no voy pal trabajo, amanecí cachivoltiao” “Tenéis esa casa
cacivoltiá”
jueves, 25 de abril de 2019
Chuliar
Esta palabra tiene diversos significados en muchas partes,
algunas de estas usadas también en la región, como por ejemplo explotar o
aprovecharse de alguien, presumir o pavonearse, decirle cosas bonitas a
alguien, pero en nuestro dialecto su uso es más común para señalar el hecho de
azuzar a alguien a que realice alguna acción violenta, ya sea física o
verbalmente, contra otra, incluye en el primer caso el de incitar a los
animales a atacar a alguna persona o a ponerse rabioso. Es un sinónimo de
cuquiar. También se usa como sinónimo de robar y en esta connotación es similar
a otras regiones del país y en Costa Rica. En otros países tiene otros
significados, por ejemplo en Cuba y República Dominicana, es besarse y tocarse,
en Paraguay es sortear obstáculos,. Su uso sigue siendo común. “Luis se puso a
chuliar al perro y este mordió a Silfredo” “Me chuliaron el celular en el bus”
Frigidaire
Esta palabra identifica una marca
comercial de línea blanca y en la Maracaibo de los años 40 a 60 fue la nevera más
vendida y común en los hogares de la región, por lo que pasó a identificar a
todas las de su tipo sin importar la
marca. De tal manera que por metonimia pasó a identificar a las neveras. A
medida que las generaciones fueron pasando esta manera de llamarlas desapareció
y actualmente nadie lo hace e incluso solo los mayores guardan memoria de este
detalle particular. “Mi abuelo tenía una frigidaire que parecía el polo norte”
miércoles, 24 de abril de 2019
Ralucho (a)
Esta palabra ya es raro escucharla en nuestro
dialecto, con la misma se señalaba a las telas o tejidos que eran demasiado finas
y en muchos casos transparentes, igualmente a las que sin serlo eran demasiado débiles
o de mala calidad, razón por la cual se rompían con facilidad. Igualmente a las
piezas hechas por esta. Deriva de ralo cuyo significado está asociado a la separación
de los elementos que es mayor de lo común, sin embargo es autóctona. “Ese
blueyin que compraste es ralucho" “Esa tela que te fio el turco se ve
ralucha”
Fiscal
Esta palabra es de uso común y tiene
varios significados, todos ellos usados también en nuestra habla cotidiana. Entre
ellos está el señalar con esta a las personas que trabajan con el fisco, también
a la que trabaja con el ministerio público ejerciendo esa función legal y otras
más, sin embargo en nuestro dialecto era usada hasta hace poco puntualmente para
designar a los que realizan la labor del control de tránsito, adscritos en otros
lugares a los cuerpos policiales. “Mi abuelo era fiscal y era más agrio que el
vinagre”
Pelitín
Esta palabra ya es de poco uso en
nuestro dialecto, con la misma se señala tanto un espacio breve como un periodo
de tiempo similar, con la característica que este no está determinado en centímetros
ni segundos. No está registrada en ningún diccionario y es el diminutivo de
pelito, que tiene igual significado en cuanto a la connotación pero que fue traída
por los españoles como expresión de muy
poco. “Movéte un pelitín para allá” “En
un pelitin termino lo que estoy haciendo”
Bomba Munich
Esta estación de
servicios ubicada en la avenida Bella Vista cruce con la calle Soledad, actual
89E, es la más vieja que se encuentra activa en la ciudad. Abierta en 1912 era
propiedad de un comerciante alemán quien también poseía un bar del mismo nombre
ubicado frente a ella, pasando la calle, por lo que el nombre deriva de este
establecimiento, algunos afirman que este mismo señor era dueño del bar Berlín
que tras cambiar de propietario se llamó American Bar y fue muy famoso en los
cruces de la misma avenida Bella Vista con la actual 5 de julio o calle 77. Lo
cierto del caso es que la bomba en el momento de su apertura se encontraba en
las afueras de la ciudad y la variedad de servicios que prestaba la transformó
en la mejor por muchos años, cambiando el concepto de bomba de gasolina. Se
comercializaron en sus instalaciones: cauchos, tripas y baterías Atlas. Más
tarde los bombillos de la misma marca manufacturados por la General Electric para
autos, autobuses y camiones. Aceite para el motor, correas, periquitos y una
gama de productos que lograron, a pesar del cambio variado de propietarios y de
empresas petroleras a las que ha servido, que la misma pasara la centuria en
actividad. Fue construida originalmente con materiales típicos de las antiguas
viviendas de la ciudad, con paredes frisadas de mampostería y techo a cuatro
aguas, de madera, caña y tejas, pisos de
cemento, dos surtidores, que junto a los carriles para automóviles se
encuentran bajo un solo techo que cubre también una amplia habitación que hace
las veces de oficina y venta de productos. Sus paredes laterales pintadas con
anuncios publicitarios y paisajes hacen el lugar pintoresco. Frente a ella
pasaba el tranvía. Está incluida en el catálogo del patrimonio cultural
venezolano.
Yemeo
Esta palabra nada tiene que ver en nuestro
dialecto con la yema de huevo pero si con la de los dedos. Es de mediana data
en nuestra habla local y se ha hecho popular últimamente. La misma señala el
hecho de corrupción que realiza una persona al dar dinero a otra para gozar,
antes de los que lo anteceden un servicio o producto. Se observa en establecimientos
como bancos, estaciones de servicio, venta de productos regulados, etc. Es una práctica común a nivel nacional durante
mucho tiempo. De la misma deriva otra que llaman en el ámbito local pescueceo.
El nombre viene dado al hecho que los billetes se cuentan usando las yemas de
los dedos. “En la bomba del 8 el yemeo juega marullo”
Casa de palomas
Este término señala una construcción
generalmente de madera hecha para la cría de palomas o la estancia de estas, es
más pequeña que los llamados palomares. En nuestro dialecto también se usa para
señalar peyorativamente una construcción o vivienda cuyas dimensiones
interiores de sus habitaciones es muy pequeña, lo que llaman en otras latitudes
de la misma manera despectiva, casa de muñecas. Se comenzó a hacer popular en
esta connotación en los años 60 y 70 cuando entes gubernamentales comenzaron a
construir viviendas de interés social con estas características. Pero existe
otro significado más puntual, reciente, local y popular en el cual se le llama
de esta manera a las viviendas tipo chalet, sin importar las dimensiones de sus
habitaciones, ya que está relacionado por la forma, de cierta manera similar,
de estas en relación con la de las aves. “Fundabarrios está construyendo casas
de palomas” “Eladio se mudó a una casa de palomas en una villa al norte de la
ciudad
Rayita
Esta palabra es el
diminutivo de raya y en nuestro dialecto también identifica a un
entretenimiento que fue muy popular hace algunas décadas y que según algunos
emigró desde las cárceles y las calles a la vida común. El mismo es sencillo,
ya que se marca una raya en la arena que sirve de límite y desde un punto
establecido por los jugadores, se lanza una moneda y la que quede más cerca de
ella resulta la ganadora. Hay muchas variantes y tipo de premios. En el campo
lúdico infantil o juvenil no existen apuestas, pero en el de adultos las mismas
van desde ganar las monedas perdedoras hasta hacer apuestas. No es un juego
local ni autóctono, solo el nombre tiene algo de esto. Es poco habitual
actualmente en las ciudades pero si es común en poblaciones pequeñas.
martes, 19 de febrero de 2019
Salchimanguera
Esta es una palabra de nueva data en el
dialecto, la misma es compuesta ya que proviene de salchicha y manguera y se
identifica con la misma a una variedad de este embutido que se ha hecho popular
en los negocios de víveres y charcuterías de la ciudad. La misma es proveniente
y por lo tanto fabricada en la capital colombiana y tiene una medida de 40 cms
de largo, siendo mixta de carne y pollo. Aunque el nombre podría ser producto de
la comparación del largo de ella con el instrumento llamado manguera, en este
caso es el nombre comercial colocado por el fabricante con el que se comercializa.
“Me voy a poner a vender salchimangueras”
Sacarse la yuca
Esta expresión es de cierta forma
popular en nuestro dialecto y la misma nada tiene que ver con la siembra de
este tubérculo. De esta manera se señala el hecho que alguien logre dejar salir
o ejecute una acción que tiene reservado por diversas razones, entre ellas la
de no ofender a otra persona; de tal modo que al lograrlo se hace catarsis.
Igualmente se usa para indicar señalamientos repetitivos de algo en forma de reclamo,
resultando el mismo el nombre del tubérculo. Aunque parezca extraño el término
no deriva del alimento sino que es una variante de la misma expresión traída por
los españoles quienes señalaban con esta el hecho de hacer crujir los dedos de
las manos como forma de relajarse ante algo que lo angustie o estrese. De tal modo
que es de vieja data en cuanto al significado original pero de mediana en
cuanto al dado en nuestro habla. “Por fin me saqué la yuca, le dije sus cuatro
a Israel” “Sacáte esa yuca y deja de fastidiarme”
lunes, 28 de enero de 2019
Cometa
Con este nombre se identifica a un
cuerpo celeste y también en otras regiones a los volantines o petacas y aunque
en nuestro dialecto también se usa en estas connotaciones se le agrega una más
puntual en la cual se señala con este nombre a las personas cuya visita o
aparición es muy separada, o sea aparece muy de vez en cuando. Deriva esto de
la comparación al cuerpo astronómico que tiene esas características. En el terreno
estudiantil igualmente se le endilga al que falta mucho a clases y sus
inasistencias son mayores que sus asistencias. Es una palabra de uso frecuente,
aunque últimamente ha dejado de ser usada. “Llegó el cometa Andrés, mijo ¿qué
es de tu vida” “Tengo un primo que es un cometa y todavía así pasa”
Karmatico (a)
Si bien esta palabra no es autóctona y
el significado de señalar a alguien que recibe de regreso los hechos malos o
buenos que ocasiona, es aceptado, en nuestro dialecto se usa más
generalizadamente para indicar a las personas que les ocurren muchas desgracias
o aquellas que se angustian por cualquier inconveniente y no buscan solución al
mismo. También se le endilga como adjetivo a quienes poseen un carácter díscolo
y son propensos a enfrentamientos, generalmente banales. Es de nueva data y se
hizo popular a partir de los 60 cuando el contacto con las religiones hindúes y
orientales se puso de moda y las sectas de los Hare Krishna pasó a ser un grupo
urbano frecuente. “Esa mujer tuya es karmatica, tenéis que mandarla pal congo”
viernes, 18 de enero de 2019
Estar como las casitas de Inavi
Este es un halago un piropo que se hizo
popular en la región desde la década de los 80. A muchos les parece grotesco u
ofensivo, pero el significado del mismo no lo es. Se le llama así a las mujeres
de baja estatura pero bien proporcionadas. Es una comparación al hecho que en
esa época el gobierno promocionaba las casas de interés popular que construía
el “Instituto Nacional de la vivienda” cuyo acrónimo es “Inavi” como poseedora
de todas las comodidades, algo que la mayoría no compartía ya que según el
habla popular eran muy chiquitas. De allí deriva ese piropo que completamente
es “Estáis como las casitas de Inavi, chiquita pero con todas las comodidades”
Es incierto si de la región pasó a otras
regiones del país o si fue al contrario, pero es común escucharla en otros
lares para señalar a las mujeres jóvenes con las descripciones ya hechas. Lo
cierto del caso es que acá no se limita usarlo en cualquier mujer, sin importar
la edad.