Esta palabra es de vieja data y es difícil
escucharla actualmente en nuestro dialecto, pero era muy común en época en que
la madera era un elemento de primer orden en las casas y los aserraderos y carpinterías
eran muy populares. Se le llamó así a los cortineros de madera que eran usados
generalizadamente en ese entonces, cuando aún los de metal no habían llegado. Al parecer es una corrupción de la palabra
Baldaquín que terminó siendo un neologismo ya que si bien es cierto que señalan
elementos parecidos estos son desiguales en uso y fabricación y la española
deriva del italiano Baldacchino nombre dado a una tela que provenía de Bagdad. En
los países del cono sur de Suramérica se le da este nombre a los bloques,
mientras que acá también se le señala a las baldosas con superficie rugosas, en
este caso es una corrupción de adoquín. “Todos los baldoquines de la casa me
los hizo el mocho Morillo” “Pusieron baldoquines en el centro”
No hay comentarios:
Publicar un comentario