Esta palabra ya es raro escucharla en
nuestro dialecto, pero era de uso común a comienzos del siglo 20 y posteriores años, con la misma se señalaban
las relaciones que no tenían vínculo matrimonial o eran ocasionales, pudiendo
ser parejas que vivían juntas o simplemente que se encontraban furtivamente consuetudinariamente.
La misma es una deformación de amachinarse, traída por los vascos que posee el
mismo significado y es usada en otros países como sinónimo de amancebarse. Por
lo tanto no está en ningún diccionario. “Lola y Serapio están amachingaos”
En España antiguamente se decía amachambrado.
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