Nunca imaginó Franco Azzollini que ese puesto de comida rápida callejera que comenzó su andar en
1985 en la esquina de la calle Cecilio Acosta con la Av. 9 en el
estacionamiento de un centro comercial cuando el tenía apenas 18 años se transformaría
en un lugar icónico y tradicional de la ciudad. Muchos aseguran que fue el primero y el
pionero de estos en esa avenida y tal vez tengan razón, porque de allí salió Carlos
a colocar su puesto en la esquina del frente llamado “El Propio Carlos” y
muchos emprendedores han tenido en él su estimulo. El menú se ha enriquecido
con el paso de los años y las exigencias de los comensales, pero el sabor se ha
mantenido y hecho personal, lo que lo diferencia de otros. Hamburguesas de
varios tipos, perros calientes, patacones y otras variedades son ahora icónicas
y sobre todo la especialidad la Franco hamburguesa, con carne o pollo, pan
extra-whopper, papitas, repollo, salsa tártara, jamón ahumado, queso amarillo,
tocineta, queso de mano y más salsa tártara, capaz de alimentar a más de una
persona. El crecimiento ha sido constante y aquel humilde puesto callejero se
ha transformado en modernos carros de comida rápida y detrás de todo esto se
encuentra un personal de más de 50 personas trabajando todo el dia para
mantener la calidad que lo diferencia. Tras
la muerte del fundador en un accidente de tránsito en la Lara-Zulia, su viuda, Liliana
Robaina y familia se han hecho cargo del barco haciéndolo crecer y transformándolo
en franquicia, expandiendo su sabor a San Francisco y otras zonas del país como
Valencia, Punto Fijo y otros, e incluso a nivel internacional han abierto un
puesto en Miami y Santo Domingo. “Si no fuiste a Franco no visitasteis
Maracaibo” dice un eslogan inventado por alguien y sin dudas este lugar es
pasado, presente y futuro del sabor tradicional maracucho de la comida
callejera.,
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