Una de las características comunes
en nuestro dialecto es endosarle el nombre de animales a las personas para
destacar que posee ciertas características del mismo, ya sea como apodo o como
adjetivo para indicar alguna acción puntualmente y esta es una de ellas. Se le
dice de eta manera al hombre que es mujeriego, o Don Juan y tiene relaciones
con varias mujeres simultáneamente, una metafora a la voracidad del animal que también
está presente en la otra connotación que se le endilga que es el hecho de ser
tragón o comilón. De tal manera que el tiburón que pulula por las calles de la
ciudad no come gente pero si actúa desordenada y agonísticamente. “Pachito es
un tiburón, tiene como cinco novias” “No le brindéis comida al tiburón de
Ercito porque te arruina, come mas que una pecueca”
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