Este nombre
identifica a un insecto himenóptero parecido a la abeja pero de tamaño mas
grande, que produce un zumbido característico similar al abejorro y que resulta
molesto para las personas. En nuestro dialecto además de señalar al insecto, en
la región de Perijá se le endilga el término a la persona insistente que
molesta sistemáticamente a otra haciéndola en muchos casos perder sus cabales,
algo como una ladilla en términos de la capital zuliana. La expresión no es autóctona
como parece, la trajeron los españoles y la misma es de muy vieja data ya que
existen registros de su uso con ambas connotaciones desde la edad media. “”El
abejón de Dimas ya tiene hasta la coronilla a Edixio”
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