miércoles, 8 de octubre de 2025

Rubén el campanero

 

Uno de los personajes populares y queridos de Maracaibo sin dudas fue Rubén Aguirre, llamado por sus amigos como ·El negro Rubén” y por la mayoría como Rubén el campanero, ya que ejerció esa labor por 50 años ininterrumpidamente, desde 1921, en la Iglesia San Juan de Dios o Basílica de la Chiquinquirá. Tenía un don sobrenatural para sacarle sonidos a las campanas y ha sido el único capaz de sacarle a estas las notas del Himno a la Chiquinquirá y el Ave María; el Ángelus y otros cantos con sobrada maestría, Era de carácter afable, sencillo, amable, alto, moreno, gordo, y como todo maracucho poseía una jocosidad a flor de piel, y frases como “Tengo el puesto más alto de Maracaibo y soy quien gana menos” eran comunes. Entre 6.00 y 7.00 de la mañana se tocaba el primer repique para anunciar la apertura del templo,  a las 12.00 del mediodía el segundo y a las  6 de la tarde el tercero, que anuncia el inicio de la última misa del día. “Acostumbraba dormir las siestas en el campanario para no faltar a sus obligaciones. Se amarraba el cabestro al dedo gordo del pie y, al escuchar la hora en el reloj de la Iglesia, empezaba a mover las campanas con tanta maestría que parecía que lo estuviera haciendo con las manos”. Además Rubén se encargaba de encender  los fuegos artificiales durante las festividades de la virgen, de quien era un ferviente adorador. Antes de las fiestas patronales siempre salía con un enorme farol o banderas y en la procesión del 18 de noviembre, se quedaba en la torre tocando las campanas hasta que la Virgen se alejara como unos 200 metros. Entonces, bajaba corriendo y acompañaba a la feligresía hasta que faltaran unos 200 metros para el retorno, se volvía otra vez en carrera, subía a la torre y hacía cantar las campanas. “Muchos han sido buenos campaneros –dicen los devotos- pero nadie pudo tocar como él. Es un arte. Las campanas eran suyas”. En una de esas festividades le estalló una recamara en la pierna causándole una herida que nunca le sanó y terminó por llevarlo a  la tumba.

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