jueves, 27 de febrero de 2020

Entrevenir


Esta palabra poco se escucha actualmente en nuestro dialecto, es asimilada y la trajeron los españoles, siendo un arcaísmo de intervenir, la cual tiene muchos significados, pero en el ámbito local se le endosaba esta acción a aquellos que servían de enlace o gestionaban alguna diligencia o tramites con otros, ya sea porque eran buscapleitos, profesionales o lo que después de le llamó gestores.  En el campo de la etnia guayú sería el palabrero. “Deja que Pablo haga eso de entrevenir con el jefe civil, que él conoce como convencerlo”

Sampuchao


Esta palabra ya es muy raro escucharla en nuestro dialecto, es autóctona y no se encuentra en ningún diccionario. Es una variante de sampao que posee  una connotación parecida  a esta, la cual es el hecho que una persona se mantenga metida en algún lugar, generalmente por la conveniencia que esto significa o el interés de algo o alguien del sitio. Posiblemente sea una palabra compuesta o una deformación de zambullar que es introducirse en el agua o esconderse en algún lado. “Firmo s ele pasa sampuchao en casa de Marlene, porque anda enamorao de la hija de ella”

Macharnúo


Esta palabra ya es raro escucharle en nuestro dialecto, fue cambiada por otras más autóctonas aunque su significado lo era, más no su procedencia. La trajeron los españoles para señalar a conquistadores provenientes de ese lugar de Andalucía en España, famosa por la calidad de sus vinos, pero acá se le endosó a quienes poseían las características físicas de estos hombres, quienes eran altos, corpulentos y fuertes. De tal modo que pasó a identificar estas cualidades antropomórficas  en cualquier persona, sin importar la edad del mismo. Marote y Mamarrúo fueron dos de las muchas palabras que sustituyeron el término a nivel de habla popular. “Mi tío era macharnúo, por eso siempre lo buscaban para trabajar en el puerto” “Digna tuvo un bebé macharnúo, pesó casi 5 kilos”

Tabaco e clavo


Esta palabra identifica en nuestro dialecto un producto de fabricación artesanal que fue muy popular en la Maracaibo de antaño, por ser económico y tener un sabor especial. El mismo era más fino que los normales, era fabricado por hojas de plantas nacionales y tenía entre sus ingredientes clavitos de olor, de allí desprende su nombre, lo que combatía el aroma particular que dejaba el tabaco en la boca y el ambiente. Sin embargo, no era considerado de buena calidad, por lo que se usó en las clases pudientes de ese entonces el término para señalar generalizadamente los cigarrillos de este tipo como de segunda o tercera, además que era usado por los brujos de entonces para su ritual de lectura del mismo, gracias a su bajo precio y a que lo comercializaban en casi todas las bodegas de ese entonces. Despareció del mercado lentamente ya que quienes lo fabricaban dejaron de hacerlo y al no poseer marca comercial no tenían un respaldo económico empresarial que los respaldara. “Mi abuelo no fumaba si no era tabaco e clavo” “Esos tabacos que compraste como que son de clavo porque no sirven para nada”


miércoles, 26 de febrero de 2020

Lengua e suegra


Esta palabra identifica en nuestro dialecto a una tradicional delicia pastelera, de fácil preparación y por lo tanto popular, que es común en las panaderías y en otros tiempos también en las bodegas o abastos. Es una tira de masa de hojaldre de aproximadamente treinta centímetros con forma de lengua, recubierta de azúcar, su contextura es dura o tostada. La forma de hacerla es sencilla. Se hace la masa de hojaldre, cortándola en tiras y dándole forma de lengua mientras se aplasta, la refrigeras por unas dos horas, y posteriormente las recubres con azúcar y metes al horno por unos ocho minutos. El nombre es producto del tamaño largo de ella y su dureza, estas características son comparadas con el órgano bucal de la suegra. No es un dulce autóctono  pero la variación de este en la región si lo es, dado que en otras regiones se rellena con manjar blanco, crema pastelera, chocolate y otros sabores y se le coloca  otra lamina encima. “Esas lengua e suegras que vende Pepe son durísimas”

Club Alianza


Entre eso clubes desparecidos de la ciudad este fue uno de los más populares por su actividad permanente y las diversas oportunidades de distracción para la familia. Nació en 1916 tras la fusión de los Clubes Unión y Concordia y tuvo como primera sede el edificio Las Mercedes en la plaza Baralt, donde su terraza sirvió no solo para admirar el movimiento de la ciudad en ese entonces sino también  para diversos eventos. En 1942 se mudó a la avenida el Milagro, en el sector La Calzada, donde construyeron un edificio de arquitectura modernista de dos plantas con una rampa que convertía el segundo piso como el principal ya que por allí se entraba y dotado de instalaciones que lo transformaron en uno de los más vanguardistas de la ciudad.  En sus espacios se encontraban: Canchas de bowling, piscina olímpica, restaurant, concha acústica para espectáculos artísticos y de otro tipo, salón de belleza, terraza, cine con una pantalla gigante, amplios salones, canchas deportivas, jardines, pista de baile y playa poblada de palmeras, así como los alrededores del club y amplios estacionamientos, entre muchas más. Resultó el sitio obligado de celebración para miembros, amigos y muchas personas, celebrando entre los años 50 y 70 la fiesta de carnavales más concurrida y fastuosa de la ciudad, peleándose con otros sitios como el Catirito y el Naiguata, también ubicados en el Milagro, ese honor. Podían verse en esa multitudinaria fiesta, disfraces rimbombantes y novedosos mezclarse con tradicionales como las negritas y los viejos. Artistas nacionales y extranjeros, tanto famosos como no tantos, se dieron cita allí poniendo a bailar a los maracuchos también en otras celebraciones puntuales como La Feria de la Chinita, Navidades, Día de la Raza, Día del Trabajador, Cruz de Mayo, etc. También fueron muy visitados los juegos de bingo, los campeonatos deportivos, la playa que era una de las pocas en la ciudad y que con el relleno para el Paseo del Lago desapareció, las reuniones en sus salones y el San Nicolás que hacía de las delicias de los niños en esa época. Se puede decir que fue el lugar más popular para la clase media hacia arriba de entonces, porque permitió en muchos momentos que la clase popular pudiera disfrutar de sus eventos. Fue perdiendo su encanto por la mala administración a partir de finales de los 80 y terminó siendo cerrado. Sus instalaciones fueron declaradas como patrimonio municipal en el 2003 y en ellas colocaron  los niños de la Fundación Niños del Sol. Posteriormente también fue sede de la Fundación Niño Simón y de la ONA.

domingo, 16 de febrero de 2020

Compota


Esta palabra ya es raro escucharla en nuestro dialecto en la connotación autóctona que era usada aunque sigue siendo utilizada en la general y la cual está registrada en el Diccionario de la Real Academia que es dulce de fruta cocida con agua y azúcar. Sin embargo el mismo nombre se hizo popular por los productos envasados que llevan el mismo nombre, los más famosos de las maracas Gerber y Heinz. Del envase de la misma y el hecho que el producto es para niños pequeños, deriva la connotación autóctona con la cual se le bautiza a los estudiantes que entran en la secundaría a cursar el primer año, siendo incluso adosada a los que tenían poca estatura aunque estuvieran en otros grados. Fuera del campo estudiantil también se usó para señalar equipos deportivos de niños menores de 5 años, en ambos caos es común usar el diminutivo. “En el Baralt los de quinto año cargaban aperriados a los compotas” “Vamos a formar un equipo de béisbol de compoticas”

Percha


Esta palabra puede considerarse asimilada a nuestro dialecto y aun se usa. Surgió en el argot de los jóvenes a mediados de los ochenta y emigró al uso cotidiano con el tiempo. Con la misma se señala la ropa elegante que alguien lucía, que le quedaba bien o era de buena calidad. Dado que es una palabra de uso común en Colombia, muchos consideran que fue traída desde allá ya que el uso de la misma coincide con la emigración masiva de habitantes de ese país al nuestro, especialmente al estado Zulia. En el diccionario de la Real Academia Española aparece la palabra con trece connotaciones diferentes pero ninguna con la usada en nuestro dialecto. Las más importantes son sinónimo de pechero o de gancho de ropa. En el dialecto lunfado de Uruguay y Argentina es sinónimo de elegancia y estampa. “El primo tuyo andaba con una percha de película”