Esta palabra ya es raro escucharle en nuestro
dialecto, fue cambiada por otras más autóctonas aunque su significado lo era, más
no su procedencia. La trajeron los españoles para señalar a conquistadores provenientes
de ese lugar de Andalucía en España, famosa por la calidad de sus vinos, pero acá
se le endosó a quienes poseían las características físicas de estos hombres,
quienes eran altos, corpulentos y fuertes. De tal modo que pasó a identificar
estas cualidades antropomórficas en
cualquier persona, sin importar la edad del mismo. Marote y Mamarrúo fueron dos
de las muchas palabras que sustituyeron el término a nivel de habla popular. “Mi
tío era macharnúo, por eso siempre lo buscaban para trabajar en el puerto” “Digna
tuvo un bebé macharnúo, pesó casi 5 kilos”
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