Aunque esta delicia de la dulcería criolla se prepara
en otros estados ya que esta fruta es originaria de climas tropicales como las
zonas costeras, en el Zulia tiene un puesto preponderante dentro de la cultura
culinaria de la región y aunque ya no es tan cotidiano como en años anteriores,
tal vez porque ya las matas de esta no pueblan los patios de las modernas
casas, sigue siendo muy deseado y consumido por propios y extraños. Prepararlo
es sencillo, solo se necesita la fruta, limones, panela o azúcar y clavos de
olor, aunque también se le puede agregar canela. Lo primero es tomar la fruta y
lavarla muy bien, luego con un cuchillo fino se le hace un corte superficial en
forma de cruz en la parte superior y se ponen a remojar en agua en un
recipiente preferiblemente de vidrio cuidando que el agua sea suficiente para
taparlos, se le agrega a ella el sumo de dos limones aproximadamente y se deja
reposar toda la noche para que se ablande la piel. Pasado este tiempo se
escurre el agua y con cuidado se les quita esta. Posteriormente se colocan en
una olla con agua y le agrega la panela rallada y los clavitos de olor, en caso
de usar canela en corteza igual se le agrega y se deja cocina a fuego lento
hasta conseguir un almíbar espeso y que los hicacos se ablanden. Antes a mitad
de la cocción se le agrega el jugo de un limón que hará que la preparación tome
el color rojizo característico, hay quienes le colocan colorante vegetal para lograr
esto. Luego deje reposar y meta en la nevera en los recipientes que desee. Las
cantidades dependen de su necesidad y son más o menos, por cada kilo de hicacos,
medio de papelón o azúcar, 3 limones, 15 clavos de olor, una corteza de canela
y dos litros de agua. A la fruta que es poco buscada para consumir por su sabor
insípido y astringente también se le llama icaco, jicaco o ciruela de algodón. Cuando
esta se ablanda también lo hace su semilla y dentro posee una almendra de muy
rico sabor que muchos dicen que es el postre del dulce.
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