Esta palabra ya no se usa y tampoco aparece en ningún diccionario,
pero hasta principios del siglo 20 fue muy común entre las conversaciones en la
ciudad. La misma es usada como sinónimo de pereza o flojera y también para
señalar una inexistente enfermedad que produce esta condición en las personas.
Para José Domingo Medrano la misma es una deformación de la palabra Zanguango
que si existe y está registrada con connotaciones similares y cuyo femenino es sinónimo
de zalamería. Por lo que pudo haber sido traída por los españoles peninsulares,
pero es más probable que la misma haya sido traída por los canarios y cambiado acá
el significado o el mismo se halla mezclado ya que singuango es tonto o de
escaso juicio en ese dialecto. “Al pocho le cayó el cinguango tiene como un año
sin trabajar” “Tengo cinguango de ir a pescar”
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