domingo, 28 de julio de 2013
Papayita
Con esta palabra identificamos en nuestro dialecto por una parte algo que es demasiado fácil y por la otra a una enredadera silvestre de hojas dentadas muy común en los terrenos y zonas enmontadas que poseen un fruto verde semi redondo y áspero al tacto en cuyo interior posee unas semillas parecidas a las de la parchita, en un líquido blanquecino, de sabor dulce. Al apretarlo o golpearlo contra algo explota y lanza su contenido ya que el 90% de su interior es aire, por lo que algunos les daban el apodo de “granada”. Según algunas personas del campo este es un alimento con el que se alimentan las culebras por lo que se prohíbe comerlo, pero era muy buscado en las incursiones al monte que se hacían cuando al ciudad era mucho más pequeña porque calmaba la sed. Ya se ve muy poco en la metrópolis pero sigue siendo común en la zona campestre. “El examen estaba de papayita” “Menos mal que conseguí papayitas en el monte porque estaba muerto de la sed”
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