Esta palabra ya de raro uso en nuestro dialecto nada tiene
que ver con un tipo de pan hecho en Guadalajara, México que es muy popular, mucho
menos con el significado que le dan en el lenguaje vulgar en otras regiones de ese
mismo país que señala al miembro masculino, ni tampoco con la ballesta canaria.
Era usada por nuestros abuelos de forma peyorativa y hasta despectiva para
señalar a una persona de poca importancia, también a quienes actuaban como
tontos o bobos y dejaba que se aprovecharan o burlaran de él. “Ese hijo de Carmen
si es birote, lo tienen de muchacho de mandado de todos.”
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