Esta palabra usada como sobrenombre o
hipocoristo de las llamadas Inocencia o Fulgencia y con varias connotaciones en
el país y América, no comparte ninguno de estos en nuestro dialecto. Para los
cabimenses y habitantes de otras zonas de la costa oriental del lago con esta definían,
en las décadas del 60 al 90, a la novia,
enamorada o amiga que compartía con el joven gustos e ideas. En otras regiones
y en el argot juvenil de esa época también se le endilgaba a la menos agraciada
del grupo o a la más liberal, mientras que para los mayores era una mujer con
pinta de secretaria de alto funcionario público. Igualmente a las personas que
caminan cojeando. En otros países las definiciones son variadas, en México se
le endosa a las personas holgazanas, en
Chile a quienes tienen dificultad para moverse y también se llama así a un
monedero, en el Departamento de Tolima en Colombia es la hembra del cerdo,
mientras que en España es alguien insoportable. “El sábado voy pa la playa con
la chencha”
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