Esta palabra ya es raro escucharla en nuestro
dialecto pero fue muy popular en otras épocas cuando la ciudad no era la metrópolis
actual y los espacios verdes eran numerosos. Se le endosa la misma a un ave muy
común en ese entonces llamada por algunos pecho amarillo por el plumaje de ese
color que combinado con el marrón le proporciona una belleza extraordinaria, su
canto define su nombre ya que según muchos el mismo se escucha como tinnntigéea
pero en otras regiones aseguran que es cristófue, por lo que lo llaman así,
aunque dado que según la leyenda religiosa esta ave anunció el Viernes Santo la
muerte de Cristo, podrían estar los segundos influenciados por esta. Lo cierto
es que actualmente es raro verlos en la ciudad y que el nombre colocado por la
mención religiosa ahora es más común sobre los anteriores y otros colocados en
otros lugares como pico de frasco o dios te dé. “En las matas del patio de la
casa de mi abuelo llegaban muchos tintojea”
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