Esta expresión era muy común en nuestro dialecto hace un tiempo
aunque ya no es tan recurrente , con la misma, en forma molesta, se le decía a
una persona que su olor corporal, dado el estado de sudoración del mismo, no
era agradable. Proviene del hecho que en épocas anteriores la cría de pollos tuvo
gran auge, incluso a nivel domestico, gracias a una campaña hecha por la empres
Protinal, quien suministraba los alimentos para estas aves, uno de ellos muy popular
llamado pollarina que era vendido al
detal en mercado populares y desprendía un olor penetrante, para muchos
desagradable. “Salí de aquí que oléis a pollito”
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