Esta palabra que indica el nombre del sumo sacerdote judío en la época de
Jesús tiene en nuestro dialecto una connotación particular que no es autóctona,
porque se usa de la misma manera en toda
América Central y otras regiones. Con la misma se expresa a otra persona
imperativamente que debe pagar alguna deuda o la compra que en ese momento
hace. Fue muy usada por los jóvenes en la década del 90 y fue tomando cierta
popularidad, aunque ahora es de escaso uso. También era usada para pedir algo. Tal vez deriva esto de un
juego de palabras o sea una alegoría al cobro hecho por Judas. Hace un tiempo se le endilgaba
a una persona perversa, cuyas acciones no eran nada loables “Caifás
lo que te presté la semana pasada” “Caifás un bolívar para comer algo”
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