Este es quizá
el sitio más famoso de la Maracaibo de los 70, 80 y mediados de los 90, sobre
todo para los noctámbulos de la clase
popular o quienes les gustaba el bailes, la bebida y la diversión. Situado en
la Avenida el Milagro. Tal como nos narra el periodista David Contreras en un artículo
publicado en el 2003 Su propietario Manuel Chacín que llamaban “cuchita” inicio
la aventura en 1968, como lugar de bailes las noches de fines de semana y para
eso el lugar tenía una pista de 30 metros de largo por 12 de ancho, donde las
parejas daban rienda suelta al placer de bailar. Fue Guillermo Barrera en su
programa radial “Barrera y sus estrellas” quien dio impulso a la fama que tomó
el lugar que en poco tiempo se transformó en sitio de referencia para la
fiesta, apoyado esto con la contratación de grandes artistas y la celebración
de fechas importantes por todo lo alto, de modo que junto a su competencia “El
catirito” celebraron los mejores carnavales de la ciudad, donde las negritas y
los viejitos fueron los disfraces más emblemáticos de los mismos. El horario de
apertura se extendió de 11 de la mañana a 4 de la madrugada pero su restaurant
permanecía abierto las 24 horas siendo el primero en la ciudad en laborar de
esta manera. Grandes personalidades del espectáculo
y el diario vivir de la ciudad, el país y el mundo pasaron por sus
instalaciones, tales como El Binomio de Oro, Argenis Carruyo, Oscar De León, Aníbal
Velázquez, Ramón Arias, y Luis Aparicio
entre otros, manteniendo viva la alegría
del mismo por más de 30 años hasta mediados delos 90 cuando a su propietario le
fueron negados los permisos para continuar laborando, ya que los alrededores
del lugar se habían llenado de edificaciones y los habitantes de los mismos se
quejaban del jolgorio. Le toco a
Diomedes Díaz ser quien amenizara el último baile en el lugar que pasó luego a ser alquilado para otras labores como taller
o carpintería. “En el Naiguatá es la
cosa” eslogan publicitario del lugar se
transformó en esos años en una expresión para señalar fiestas cambiándole el
nombre del lugar”.
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